jueves, 23 de enero de 2025
Terminando la temporada cinegética
Faltan solo unos días para que concluya la temporada cinegética, así que hay que aprovechar los pocos días que quedan y qué mejor manera de hacerlo que en el coto Escamilla de kico Zandio en la mejor zona de España para la caza de la perdiz en mano: El Bonillo.
Hacerlo, además, en buena compañía es el mejor de los alicientes posibles porque la caza es ante todo compañerismo. Hoy me he reencontrado después de muchos años con un viejo amigo del colegio El Vedat, Jorge Bolás que, además de un buen abogado es un excelente cazador y hoy lo ha vuelto a demostrar.
En la foto: Jorge con Suly, una preciosa golden retrevier y Nuck, mezcla de setter con español bretón (Foto: PS)
Joaquín que venía por primera vez se ha quedado perplejo por la bravura de las patirrojas y hasta el último momento no se ha colgado las primeras perdices.
Nuevamente hemos cazado en Fuente Agria. Una zona que combina campos de labor y almendros con monte. Esta vez con Elías y Francisco, de acompañantes.
Conmigo ha venido Rafa desde La Font de la Figuera que me ha acompañado durante toda la jornada cinegética. Mauro no se ha recuperado de la gripe y muy a su pesar no ha podido venir. Quién sí ha venido es Jean Pierre.
Al ser más gente se ha movido más caza. Las perdices salen largas y dan pocas opciones.
El campo está muy cómodo de cazar debido a las lluvias de los últimos días. De hecho, cuando ya terminábamos ha comenzado a llover un poco.
Jean Pierre por bajo y yo por arriba, cerramos la mano. Los primeros lances no tardan en llegar y me estreno con una perdiz que arranca de un chaparro. La hago un trapo. Tirar con plomo de sexta es muy efectivo, sobre todo, en estas fechas que la perdiz está fuerte y requiere de un plomo que penetre.
Es el día que más tiros he pegado durante la primera vuelta, más de una caja. Hemos tenido que regresar al coche para coger más cartuchos y tomar un pequeño taco, a pesar de que hemos empezado a cazar un poco tarde.
Jorge no tiene suerte, a pesar de llevar dos buenos perros como son: Suly y Nuck, una preciosa golden retrevier y Nuck, mezcla de setter y español bretón, ambos muy picados al conejo y se le resisten las perdices y es que aunque haya muchas, sino te salen a tiro, no hay nada que hacer. Tampoco a Joaquín le van bien las cosas.
Rafa y yo al ir juntos, movemos algo más de caza. Blaki ha estado espectacular, no dejándose ninguna perdiz en el campo, incluso ha cobrado una alicortada de Jean Pierre. Ha sido un revulsivo cazar con Trufa, la perrita de Elías. Les ha venido muy bien a los dos porque ninguno de los dos cobraba.
Consigo apuntarme un doblete. Mato más perdices cuando tiro a tenazón que cuando apunto a la pieza. En el tiro al plato me pasa lo mismo. En la caza se abaten perdices largas y se fallan otras, que si no fuera porque sabes que los cartuchos llevan plomos, pensarías que no los tienen. Eso me ha ocurrido en tres o cuatro perdices que debería haberme colgado en la percha. En uno de los lances, Jorge ha abatido una perdiz que he errado, lo que se conoce coloquialmente en el mundo de la caza como: “ponerte un gorro”, expresión que reconozco que desconocía. Pues, Jorge me ha puesto un gorro y un sombrero.
Como colofón a esta jornada nos hemos ido a comer a la Fonda Santiago que nunca defrauda y que tiene unos excelentes platos de cuchara como las alubias con perdiz y otros típicos de la cocina castellano manchega como las migas ruleras. El cordero es otro de los platos estrella de este local que cuenta en su carta con gambas frescas, almejas de carril, nécoras gallegas y angulas.
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