sábado, 5 de julio de 2025

Bruselas quiere prohibir el uso del plomo en la caza

En unos pocos años, el uso del plomo en la caza menor y en la pesca estará totalmente prohibido en todos los países de la UE. España que apoya la medida junto al resto de socios ha pedido una moratoria de 3 a 5 años para que los cazadores españoles puedan adaptarse a la nueva normativa, lo que supondrá que muchos tengan que cambiar sus armas por otras nuevas preparadas para tirar munición de acero o de otro material alternativo que no sea plomo. Otras alternativas al acero son el bismuto, el tungsteno y el cobre, pero son caros y en el caso del acero se producen rebotes, con el consiguiente peligro para el cazador. Hasta ahora el uso del plomo solo estaba prohibido en la caza de acuáticas. En la Unión Europea, el uso del plomo en humedales está prohibido desde febrero de2023. El argumento que utiliza Bruselas para prohibir el plomo es que es un material altamente contaminante para el medio ambiente y la fauna. Un estudio científico de 2019 ya demostró que la munición de plomo utilizada en la caza tiene un impacto ambiental mínimo en las especies cinegéticas no acuáticas. El estudio se titula: “Incidencia y repercusión sobre las aves cinegéticas no acuáticas por aporte de perdigones de plomo al medio terrestre”. El trabajo se puede consultar en la página de Federación Andaluza de Caza (fac.es). Otro estudio realizado por la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Murcia entre 2016 y 2019 junto a un grupo de investigadores que analizó 530 aves cinegéticas de siete especies distintas en diferentes CCAA, llegó a la conclusión de que la concentración de plomo en tejidos vitales era muy baja, similar a la encontrada en poblaciones animales no cinegéticas. Solo entre el 3% y el 3,8% de las aves mostraban indicios de haber ingerido perdigones, lo que se conoce como plumbismo. Los científicos subrayaron que las aves pueden estar expuestas a otras fuentes de plomo ajenas a la actividad cinegética. Bruselas legisla de espaldas al mundo cinegético. Las Asociaciones de Caza no han estado presentes en ninguna reunión previa a la aprobación de la normativa. Una vez más, la opinión de los cazadores no se ha tenido en cuenta. La mayoría de las armas actuales, no digamos las más antiguas, no están preparadas para tirar munición de acero. Si yo quisiera tirar perdigón de acero en mi escopeta, una paralela Mateo Mendicute de los años 60, lo más probable es que reventaran los cañones. Y mi caso es equiparable al de muchos otros cazadores que tienen armas antiguas y cazan con ellas. Los cartuchos de acero son más caros que los de plomo, cuya caja ronda los 12 euros en 34 gramos. Si a eso añadimos que muchos cazadores tendrán que cambiar su escopeta por un arma nueva para poder tirar perdigón de acero, estamos abocando a estos cazadores a abandonar la caza. En el fondo lo que se persigue desde Bruselas con estas medidas restrictivas que tienen muy poca base científica con la aquiescencia de los grupos ecologistas que cada vez tienen más peso es acabar con la caza y el mundo rural.

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