jueves, 4 de octubre de 2012

Retrasar la veda

Este año más que nunca convendría retrasar la apertura de la veda debido a la sequía.
La perdiz para criar bien requiere de humedad y este año lejos de llover hemos tenido un verano de los más tórridos que se recuerdan.
La veda se abre en algunas comunidades autónomas como Casilla La Mancha el 8 de octubre y en otras como es el caso de la Comunidad Valenciana el 12. Sin embargo, cada sociedad puede prorrogar el periodo de veda en función de las necesidades.
Aquí, por ejemplo, en Fontanars dels Alforins, la  junta directiva de la sociedad de cazadores L’Alfori ha acordado abrir el 12 de octubre, pero sólo en los montes de la solana y la umbría, pudiéndose cazar en el resto del coto a partir del día 28.
La medida a parte de acertada me parece necesaria si queremos preservar la poca perdiz salvaje que queda.
Estas poco más de dos semanas de gracia que se les ha dado va a permitir, por un lado, que la perdiz esté mas fuerte y por otro y más importante si cabe, que las patirrojas tengan más defensa al caer la hoja o el pámpol de la vid.
De esta manera, divisan antes a los cazadores y tienen más oportunidades de salir airosas del envite.
Por el contrario, cuando la hoja de la vid aún no ha caído, la perdiz aguanta más en el campo, arranca antes como se dice en el argot cinegético, haciendo más fácil su captura.
Tampoco ha sido posible debido al calor tan sofocante que hemos padecido una segunda puesta, con lo cual las polladas que hayan podido sobrevivir a la sequía se podrán contar con los dedos de una mano. Si a esto añadimos que muchos cotos no van a soltar perdices para reforzar debido a la crisis, el panorama que se presenta no es nada halagüeño.
El año pasado fue el pedrisco quien acabó con las polladas y este año ha sido la falta de lluvias durante la primavera y el verano, la causante de que la perdiz no haya criado bien.
Los cotos de caza que se hayan gestionado bien serán los únicos que se salvaran de la quema y tendrán caza. Pero esto es siempre así y en épocas difíciles como la actual más.
La gestión se hace a lo largo de todo un año. Empezando por el control de predadores y alimañas y terminando con la colocación de bebederos y comederos por todo el coto.
Por el contrario, al conejo parece afectarle menos la sequía y crece de manera exponencial en toda la comarca de la Vall d’Albaida, siendo considerado plaga y un mal endémico para los agricultores.