lunes, 21 de diciembre de 2020

La liebre

 Hace unos días saliendo del pueblo, cuando me dirigía a casa con el coche, me encontré con un par de liebres muertas en la carretera. Había muy poca distancia entre una y otra, unos pocos metros a lo sumo. Las urracas siempre al acecho de la carroña ya se habían encargado de despellejarlas.

De joven y ahora puede parecer un poco cruel decirlo, me gustaba perseguirlas con el coche. Ahora soy incapaz de hacerlo y trato de esquivarlas cuando se me cruzan en la carretera.

La carretera supone un grave peligro para todos los animales, pero especialmente para las liebres. Cruzan de manera alocada y muchas mueren atropelladas. Se ponen delante del coche aturdidas por la luz y son presa fácil.

Además de la carretera, una nueva enfermedad que hasta ahora solo afectaba a los conejos, la mixomatosis, ha acabado con muchos ejemplares. No se sabe con certeza cómo ha podido mutar el virus y transmitirse con tanta virulencia. Se sigue investigando en cómo se ha podido propagar la enfermedad a las liebres. Lo que sí que sabemos con certeza es cómo llegó la enfermedad a los conejos. Pese a que existen vacunas, la mixomatosis ha acabado con millones de ejemplares en el mundo. Esa era la intención del médico francés que decidió inocularla a los lagomorfos, después de observar el daño que provocaban en sus campos. La efectividad fue total y la mortandad rondó el 90%.

Comunidades Autónomas como Andalucía y Extremadura, donde más casos de mixomatosis se han detectado, han prohibido su caza. También la caza con galgo ha sufrido restricciones.  Una decisión que comparto y que busca ayudar a una pronta recuperación de esta especie cinegética que tantas satisfacciones nos ha proporcionado a los cazadores. Culinariamente son un majar exquisito, como ocurre con toda la carne de caza, tanto de mayor como de menor. Perdiz, codorniz, torcaz, pato, venado, jabalí … forman parte de la carta de los mejores restaurantes de nuestro país, con gran tradición cinegética.

La liebre forma parte del cancionero popular y también del refranero. “Donde menos se piensa, salta la liebre”.

Fontanars dels Alforins ha sido una zona muy lebrera. Ahora bastante menos. Pero en los bancales de viña y en los barbechos todavía se ven algunas. Y eso que la liebre se mimetiza muy bien cuando permanece encamada. Aquí por fortuna no se han visto ejemplares afectados por la enfermedad, pero sí muy cerca del término, concretamente en Villena.

Los síntomas son los mismos: cabeza hinchada, ojos legañosos,  extrema delgadez, inmovilidad,  parálisis… Mi amigo Álvaro me mandó unas fotos de un par de liebres que encontró enfermas. Si no se controla la enfermedad,  la liebre puede seguir los mismos pasos del conejo.

Por eso creo que sería bueno que de manera temporal se limitase su caza. Del mismo modo que se ha puesto un cupo para la perdiz, de una pieza por cazador y día, debería actuarse de igual  manera con la liebre, cuyo número de capturas ahora mismo es libre, como ocurre también con el conejo. Somos los propios cazadores los que nos tenemos que autoregular, si de verdad queremos que haya caza en el futuro.

Pese a los ataques de los animalistas que abogan por la prohibición de la actividad cinegética, sin saber muy bien cuáles serían las consecuencias de esta prohibición, que tendría nefastas consecuencias en el ecosistema, la caza existe gracias a la labor de los cazadores y así tiene que seguir siendo.

 



De zorzales con mi amigo Álvaro

 

Hacía mucho tiempo que no cogía la escopeta, meses y meses.  Desde febrero que no pegaba un tiro. El confinamiento nos tiene aislados a la mayoría de los cazadores que no podemos viajar a otras comunidades al existir el cierre perimetral. El sábado me llamo Álvaro para ver si le acompañaba al tordo. La semana pasada también me llamó por teléfono, pero no fui porque no había dormido en toda la noche.

Quedamos en vernos en La Zafra, una pequeña pedanía que pertenece al término de Villena en la provincia de Alicante. Cogí los bártulos y pasadas las 5 estaba allí. Mientras le esperaba, me encontré con unos amigos que han comprado una casa en el pueblo en el que apenas viven media docena de personas.

Fuimos al mismo sitio que estuvo unos días antes y disfrutó de lo lindo. Se hinchó a pegar tiros. Dos cajas en poco más de media hora. Un pequeño bancal de olivos, arrasado por los jabalíes que por allí campan a sus anchas, hociqueándolo todo en busca de alimento.

Nada más bajar del coche vimos un par de conejos que se metieron entre las cañas. Pero hoy era día de tordos, así que el conejo mejor dejarlo para otro día. Este coto tenía mucho conejo antes, pero las enfermedades, sobre todo, la mixomatosis, pero también últimamente la sarna ha acabado con muchos lagomorfos.

El zorzal entra a poca noche a dormir, a la choca que se llama, así que suele volar bajo y muy rápido. Si tienes mucha vegetación delante, no los ves. A falta de barraca escogí un olivo pequeño para parapetarme  y que no me vieran, pues el zorzal tiene mucha vista y al menor movimiento te esquiva.

El  primero de la tarde, lo erré.  Cruzado y un poco estirado, pero a tiro. Vi que se movían más a mi izquierda, así que decidí cambiarme de puesto. Los zorzales son muy querenciosos y cuando cogen una trayectoria por allí que entran y no buscan otra.

Los dos siguientes también me los tragué. Podía haber hecho un doblete y erré los dos pájaros. Se nota cuando llevas un tiempo sin coger la escopeta. Ni los reflejos ni la rapidez son los mismos.

Álvaro también se lamentaba de sus errores.

Al principio de la tarde entraban un poco estirados. Con la temporada ya avanzada, algunos ya han sido tiroteados, así que saben guardar bien las distancias. Conforme el sol se iba ocultando entraban más rasos, pero a una velocidad endiablada, que no te daba tiempo ni a encararte la escopeta. Todo lo más a girarte de sopetón y quedarte con cara de bobo, mirándolo. A veces ni siquiera eso,  solo escuchar su inconfundible sonido.

Como no había forma de tirarles, me puse pegado a un ribazo para verlos venir de cara, pero la visibilidad era también muy mala.

Si no llevas un perro que te ayude, el problema luego es cobrarlo. Si cae boca arriba es más fácil encontrarlo porque el pecho es moteado de color amarillento, pero si cae boca abajo se confunde con el color de la tierra y pasas al lado de él y ni lo ves.

Lo ideal es salir del puesto a cobrarlo nada más abatirlo, pero muchas veces si te mueves del puesto pierdes muchas oportunidades. Este tipo de caza dura diez o quince minutos muy intensos que hay que aprovechar al máximo. Si esperas para cobrarlos cuando concluya la tirada, lo normal es que no los encuentres, que es exactamente lo que me pasó a mí, que derribé cuatro y solo pude cobrar uno.

Hay que marcar muy bien donde han caído, pero si la zona es boscosa de retamas y carrascas, como era el caso, lo más fácil es perderlos.

Muy cerca de donde estábamos nosotros se oyeron algunos tiros. La caza del zorzal tiene muchos adeptos. Cada vez más.

El zorzal ha pasado de ser una pieza de caza a la que nadie le hacía caso porque entonces los cartuchos valían dinero y había que pensárselo  dos veces antes de tirarle a un tordo,  a ser una especie muy codiciada por muchos aficionados a la caza.

 

 

 

 

 


viernes, 27 de noviembre de 2020

Esta temporada colgamos la escopeta

 

Este año no cazamos, podemos dar la temporada por finalizada, sobre todo, los que salimos a cazar a otras comunidades autónomas y que este  año tendremos que quedarnos forzosamente en casa. Las restricciones impuestas para frenar los contagios por la COVID-19 nos impide a muchos cazadores desplazarnos a otras comunidades autónomas, como es el caso de Castilla La Mancha, que sí que va a permitir, sin embargo, la caza de aquellas especies en las que haya sobreabundancia  como es el caso del conejo y de algunas especies venatorias de caza mayor como: jabalí, ciervo, corzo, cabra o muflón.

Este mismo viernes el Gobierno regional de García- Page a través de la consejería de Desarrollo Sostenible publicaba en el Diario Oficial de Castilla La Mancha una resolución de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad por la cual se permite la caza de diversas especies como actividad necesaria debido a su sobreabundancia.

La perdiz no entra en este grupo de especies cinegéticas, así que habrá que esperar a que se levante el cierre perimetral que han decretado muchas autonomías para poder salir a cazar. Y eso va para largo.

Con la temporada bastante avanzada, estamos terminando el mes de noviembre, es muy poco probable que este año vayamos a cazar a tierras manchegas.

El problema lo van a tener también las granjas de perdices que sirven para repoblar cotos y que ante esta coyuntura se encuentran en una situación muy difícil. Si no hay cazadores, no se sueltan perdices, con lo cual muchas granjas no van a poder afrontar los gastos y se verán abocadas al cierre. Tener que mantener miles de perdices en las granjas no es rentable, si no hay un futuro claro.

Cada vez son más los cotos que sueltan perdices ante la paulatina desaparición de la perdiz salvaje. Son los llamados cotos de caza intensiva. Allí toda la perdiz es de suelta. Los hay que sueltan las perdices en septiembre antes de que empiece la temporada cinegética para que se vayan adaptando al terreno y sean lo más parecidas a las perdices salvajes. Cuando termina la temporada muchas de estas perdices crían, con lo cual el coto se va regenerando y esa perdiz ya es semisalvaje.

Otros en cambio hacen la suelta el mismo día de la cacería. Según el número de perdices que hayas contratado.

La perdiz autóctona o salvaje ha ido desapareciendo por muchos motivos, fundamentalmente porque se ha acabado con su hábitat. Ya no hay linderos ni zonas donde puedan criar. Al menor asomo de hierba o maleza pasamos el tractor.

La agricultura intensiva con fertilizantes cada vez más agresivos y nocivos para el medio ambiente ha sido la puntilla. Además de la proliferación de alimañas como el zorro o el jabalí. Todo ha jugado en contra de la perdiz.

lunes, 9 de noviembre de 2020

Pocos tiros en el primer día de caza

 

Había mucha expectación porque se trataba del primer día, pero al final no se cumplieron las expectativas. Pocos tiros se escucharon el primer día de la perdiz en los bancales. La viña ya ha perdido toda su hoja y los animales te ven a la legua.

Desde hace unos años, la sociedad de cazadores L’Alforí retrasa la caza de la perdiz en los bancales, precisamente para que tengan más defensa. Se abre el día 12 de octubre, pero solo en la sierra.

La viña en el mes de octubre conserva todavía todo el pámpol y es más fácil pillar desprevenidas a las perdices entre la vegetación. Además octubre suele ser, por lo general, un mes caluroso. La perdiz se cansa antes. El calor las agota, sobre todo, cuando llevan varias voladas y el bando se ha dispersado.

Con frío y el campo despejado dar con las patirrojas es  más complicado. Aparte de un buen perro se requiere de unas buenas piernas. La perdiz vuela muy larga y da pocas opciones.

A perro puesto es muy difícil tirar a estas perdices porque no aguantan la muestra.

Antes toda la viña era en vaso y la caza resultaba más fácil porque el cazador podía zigzaguear entre las cepas. Ahora toda la conducción del viñedo es en espaldera y cuando entras en un campo solo puedes ir por un solo banco, lo cual limita mucho los movimientos del cazador.

Este año la perdiz ha criado mejor en los bancales que en la sierra, seguramente esto ha sido así porque en el monte hay mucha alimaña y eso impide a las perdices hacer nidos y sacar adelante a su prole.  La proliferación de alimañas, sobre todo, jabalíes y zorros, ha sido uno de los principales motivos por los cuales la perdiz está en claro retroceso.

Aunque el cupo es de una perdiz por cazador y día, muchos vinieron con el zurrón vacío. Menos mal que los conejos y alguna liebre alegraron el día a más de uno y al final hubo con lo que condimentar el gazpacho.

Mi  buen amigo y cazador, Paco Úbeda me contaba que ha volado varios bandos, pero todos fuera de tiro. “Si están así de fuertes el primer día, imagínate cómo estarán a mediados de temporada”, señala.

Es una perdiz del terreno y eso se nota en todos los aspectos. El vuelo, la astucia y la velocidad de esta perdiz no tienen nada que ver con la de suelta, mucho menos avispada y menos entrenada en las labores de supervivencia.

Esta perdiz se ha criado en el terreno y para sobrevivir en la naturaleza ha tenido que hacer frente a innumerables peligros. La criada en cautividad no tiene los mismos genes.


domingo, 11 de octubre de 2020

Sin cuadrillas, la caza ya no es lo mismo

 Mañana 12 de octubre no saldré a cazar. Si hace unos años me lo hubieran dicho, no me lo hubiera creído porque siempre he sido un loco de la caza. He antepuesto la caza a muchas otras cosas. No es que haya dejado de gustarme cazar, me sigue gustando y mucho, pero cuando se pierden las cuadrillas, ya no es lo mismo. Desde que Ramón  Ferrero sufrió un ictus, las cosas cambiaron y la cuadrilla se deshizo. Él era un poco el alma mater de todo el grupo. Durante muchos años hemos ido a cazar a Peñadorada, en Ossa de Montiel. De los ocho que éramos inicialmente han fallecido dos: Miguel Ferrero y Miguel Ferrer. Creo que solo Pepe Mora, continúa cazando. Al resto les he perdido la pista, pero creo que ninguno caza ya: Nacho, Antonio, Colo, Calero, Salva, Ernesto,…

Yo después de que Ramón sufriera el derrame cerebral todavía fui un par de veces durante la media veda. Luego me lo dejé porque está muy lejos. Ahora es su hijo Genaro, el único que continúa yendo al coto y me ha dicho más de una vez entrar juntos en Peñadorada.

De hecho entré un año con él, pero cazar solo dos personas es complicado, aunque el coto sea pequeño porque las perdices te torean. Cuando íbamos la cuadrilla al completo, nos dividíamos en dos grupos, previo sorteo. Unos cazaban en una parte de la finca y los otros en la otra  y dejábamos el centro para el final, que era lo más apetecible porque allí se concentraba toda la perdiz que íbamos volando. Entonces sí se mataba caza, mucha perdiz revoloteada o enviada.

Al ser un coto pequeño de unas 400 hectáreas había que entrarle bien a las perdices, cogiendo el linde y con el aire a favor porque a la mínima que  te equivocaras las sacabas fuera del coto y ya podías dar la jornada por terminada.

Lo bueno de esta cuadrilla es que ya llevábamos mucho tiempo cazando juntos, con lo cual había cierta compenetración entre nosotros. Aunque cada uno tenía sus preferencias de compañero de grupo.

Seguramente habrá gente que prefiera cazar solo, pero personalmente lo encuentro muy aburrido.

Ramón y yo íbamos bastante fuera de la temporada a llenar los comederos y a echar un vistazo a la finca. Nos gustaba ir aunque no fuera a cazar. Peñadorada es de las mejores fincas de caza que he conocido en mi vida. Muy completa. Tenía un poco de todo: perdiz, liebre, tordo, patos, codornices, torcaces, tórtolas y, sobre todo, mucho conejo. Había mucho majano que servía de refugio a los rabudos. Yo he disfrutado mucho primero con Rocco, un magnífico braco alemán, que trabajaba muy bien de nariz y cobraba de maravilla. La de conejos que le he matado de muestra. Era muy obediente, pese a que se alargaba un poco, normal en esta raza de perros, que suelen ser bastante potentes y cazan mucho de nariz. Nunca me ha gustado ponerle collares. De hecho, nunca he tenido ninguno.

Al fallecer Rocco, bastante tiempo después tuve a Sénia, una preciosa labradora negra, que no le iba  a la zaga. Espectacular aunque ahora ya está retirada por una dolencia en la cadera. Por aquellos años yo salía mucho a cazar. Desde que se abría la veda, no había sábado que no fuera, ya podían caer chuzos de punta. Durante la media veda tampoco perdonaba ni un viaje.

Cuando Ramón dejó de venir, empecé a cazar con Pepe Sala. A Sala lo conocía del campo de tiro de Vallada, pero un día salió el tema de la caza porque él iba a perdiz soltada a Alpera. Yo le comenté de ir juntos a cazar y surgió una buena amistad entre ambos. Disfrutamos juntos un par  de años hasta que desgraciadamente falleció. Íbamos un par de veces a la semana a El Bonillo. Primero a Casa Emilia y luego a la Patirroja.

Ahora las cosas han cambiado. Viajar y cazar solo ya no es lo mismo, aunque ahora viene conmigo Syrah, una preciosa labradora chocolate que también lo hace muy bien, aunque para ser labradora que es una raza muy tranquila y caza a la mano, es bastante fuerte. Si no fuera porque tengo a la perrita es fácil que dejara de cazar.

Pero lo atractivo de la caza, a parte de las piezas que puedas abatir es compartir luego esos lances con el resto de compañeros. Las risas que te echas comentando las anécdotas de la jornada, sobre todo cuando has visto errar a un compañero una perdiz enviada que le ha quitado la gorra o una liebre que le ha arrancado de los pies y le ha dejado con cara de bobo.

El taco en medio del campo. Todo allí sabe diferente hasta el pan. En nuestro caso cada sábado llevaba uno el almuerzo. La verdad es que salvo algún episodio desagradable hemos pasado muy buenas jornadas juntos.

 

lunes, 21 de septiembre de 2020

Ya falta menos para echarnos al monte detrás de las patirrojas

 Falta menos de un mes para que se abra la veda. Será el próximo 12 de octubre. El tiempo pasa muy rápido. Parece que fue ayer cuando íbamos detrás de las patirrojas  y ya han pasado casi nueve meses desde que acabó la temporada cinegética.

La Sociedad de cazadores L’Alforí, como viene haciendo desde hace unos años, abrirá primero en la  sierra, concretamente en el puerto y en la Umbría y el segundo domingo de noviembre  en el resto del acotado. El 8 de noviembre será, por tanto, cuando se pueda cazar en los  bancales y barbechos. A partir de noviembre la viña ha perdido todo su pámpol y la perdiz tiene más defensa. De ahí que se retrase su caza.

El problema de la perdiz es el gran número de depredadores con los que tiene que convivir. Urracas, zorros, jabalíes… Si en los acotados no hay un control efectivo sobre las alimañas, la perdiz tiene los días contados. De las polladas, pocos perdigones sobreviven. No es de extrañar ver bandos a principios de temporada con ocho o diez perdigones pegados a la madre correteando por caminos y luego ver ese mismo bando en el mes de septiembre muy diezmado con apenas un par de perdices.

Este año hay algo más de perdiz que el año pasado, que fue realmente flojo. Aquí no se suelta ninguna perdiz de granja. La perdiz que hay es autóctona.

Esta es una discusión amistosa que llevamos Sergio, presidente de la Sociedad de cazadores L’Alfori y quien suscribe estas líneas partidario de reforzar el coto con perdices de suelta, como se hace en otros cotos. Perdices de suelta que pasen el correspondiente control para que sean perdices sanas.

Salir al campo y no ver perdices desanima a perros y cazadores. Muchos socios ya no renuevan sus talones por este motivo.

Para esta temporada se ha fijado también un cupo máximo de una perdiz por cazador y día. En los terrenos libres, la liebre y la perdiz se cierra el 8 de noviembre, según la orden de vedas de la Comunidad Valenciana. Se podrá cazar desde el 12 de octubre hasta el 6 de diciembre, sábados, domingos y festivos autonómicos y nacionales. En el resto de acotados el último día será el 6 de enero. Y solo se podrá cazar la perdiz, los domingos y festivos.

Pocos son los que se atreven a cazar la perdiz en la sierra. No solo por la dificultades orográficas del terreno sino porque se requieren buenas piernas y una buena forma física para ir detrás de ellas. Y, por supuesto, un buen perro para el cobro y para que te las marque. Si no estás perdido.

Los lances están llenos de dificultades. Si es monte bajo de romeros y esparteras es una cosa, pero si hay pinos y carrascas, la cosa se complica al dificultar la visibilidad de la pieza.

Si complicado resulta volar un bando y dar con él, en la sierra que esto ocurra es casi un milagro. ¡Buena suerte y buena caza a todos!

lunes, 10 de agosto de 2020

Media veda sin torcaces

Este domingo día 9 se abrió la media veda en la Comunidad Valenciana que concluirá el 13 de septiembre. La tórtola al igual que el año pasado no se le puede tirar al ser una especie protegida debido al descenso que lleva experimentando en los últimos años. En otras zonas de España está permitida su caza, con un cupo máximo  en su número de capturas. En Castilla La Mancha el cupo establecido en la orden de vedas para la temporada 2020/2021 es de 5 tórtolas por cazador y día. Se prohíbe la caza de la tórtola a una distancia inferior de 200 metros de aguaderos y comederos, así como en los entornos de los cultivos de girasol. También se establece una limitación horaria hasta las 12 del mediodía, pudiéndose reanudar la actividad cinegética a partir de las 5 de la tarde hasta el anochecer.


                                          Torcaces refrescándose en una charca (Foto: PSG)

La principal razón a este declive en la población de tórtolas hay que buscarla en la gran cantidad de animales que se capturan con redes de manera descontrolada en Marruecos y norte de África, donde no se ha hecho absolutamente nada en este sentido para prohibir sus capturas, que se producen todos los años por millares.

Se han difundido videos en las redes sociales, tirándoles desde los coches de manera indiscriminada.

Aquí pagamos las consecuencias de tanta barbaridad y se culpa al colectivo de cazadores de su progresivo declive. Pero donde conviene poner remedio, no hacen nada por evitarlo.

Por lo que respecta a la paloma torcaz, va según zonas. Aquí en Fontanars dels Alforins no abunda especialmente. Tampoco es un animal sedentario que vive todo el año en los pinares, como sí ocurre en otras zonas, donde la paloma torcaz permanece todo el año y se ha adueñado de parques y jardines y casi se ha convertido en un animal doméstico más.  Yo hace años que no salgo a cazar en la media veda en Fontanars. Se oyeron algunos tiros, pero pocos para tratarse del primer día. Las capturas en el mejor de los casos han sido de dos o tres torcaces, echándole horas porque si algo requiere este tipo de caza es de mucha paciencia. Los nerviosos como yo aguantamos poco en el puesto.

Se siembra poco girasol. Cada vez menos. Hace años sí se sembraban pipas y tenían comida en abundancia. También yeros y vezas. Pero hoy los agricultores se han cansado de perder dinero y dejan  muchas tierras yermas. Los animales van donde tienen comida y agua. Hábitats que le son proclives.

 

 

 

sábado, 8 de agosto de 2020

En Corral Rubio

 Hoy he ido a Corral Rubio a la finca San Antonio a cazar al conejo invitado por mi amigo Juan. Me ha acompañado Syrah. Desde el 1 y hasta el 15 de agosto se puede cazar con perro en Castilla La Mancha.

Tras atravesar un camino de tierra hemos llegado a la finca donde nos esperaba el guarda, Pedro. Nos ha echado un pequeño rapapolvo por llegar tarde. La verdad es que con el calor que hace conviene empezar a cazar a primera hora de la mañana que es cuando más refresca. 

El único que llevaba perro era yo. Ya nos ha advertido el guarda que era mejor cazar sin perro porque el conejo aguanta más. Pero yo  ir a cazar sin perro es algo que no entiendo.

Nada más salir Syrah se ha quedado de muestra. De dentro de una carrasca ha salido un inmenso pavo real con su  espectacular cola desplegada. Syrah se ha quedado flipada al igual que yo. Luego ya me ha dicho Juan que en la finca hay un par de parejas de pavos reales.

La escopeta tiene sus días y hoy no era el mío. No porque haya errado muchos conejos, solo he podido tirar a uno, sino porque no me ha salido caza.

He estado muy lento en un par de oportunidades que he tenido y no me ha dado tiempo a echarme la escopeta a la cara. Estoy tomando algo de medicación y eso me resta reflejos. Y en el conejo si no estás atento y rápido, ya te puedes dar por perdido.

Si hubiera sido día de perdices, seguro que me hubiera colgado media docena. Algunas me han quitado la gorra. Hemos volado varios bandos. Algunas tenían un par de semanas como un pollo que casi alcanza Syrah.

Juan, sin embargo, ha estado muy certero y se ha colgado 9 conejos. Ha errado solo un par de ellos. Juan se conoce bien el coto y sabe perfectamente la querencia de los conejos. De hecho, llegando al coche ha dicho voy a matar un par más. Y así ha sido.

Ha empezado con un cartucho del 10, que yo tiraba cuando me iniciaba en la caza. Mirlo. Un cartucho de color rojo que lleva impreso en la vaina un mirlo de color negro. Ese cartucho hace ya muchos años que dejó de fabricarse, pero el primer conejo que le he cantado yo porque Syrah se ha quedado de muestra lo ha revolcado con él. Luego ha tenido que cambiar a un cartucho de mayor gramaje porque los conejos salían largos y es un plomo muy pequeño.

Pascual, el compañero de Juan, tampoco ha tenido mucha suerte.

Es una finca ideal para cazar el conejo con podenco. Hay mucho chaparro y mucha espartera. Muy cerrado. También con mucha piedra suelta que ha provocado que me cayera con la escopeta. Con suerte solo he hecho un par de muescas al guardamano y a la culata.

Hay varias lagunas cerca de la finca, las lagunas de Corral Rubio donde anidan flamencos y otras especies acuáticas. De hecho, uno ha pasado muy cerca de donde yo estaba con esa silueta inconfundible.

            

Antes de subir al coche, Syrah ha pasado un par de minutos dentro de una pila refrescándose. No era para menos después del calor que hemos pasado.

Sobre las 11,30 hemos ido a almorzar al bar del pueblo. Mesón Ca’Güela, un sitio donde pienso volver porque preparan unos bocadillos estupendos, además de tirar la cerveza como dios manda, que en días como hoy se agradece especialmente.



domingo, 19 de julio de 2020

Segundo día de hurones en La Gloria

Habíamos decidido  dar la misma vuelta de la vez anterior. Empezar por la viña. Cuando hemos llegado nos hemos encontrado con una pareja de Alicante que estaba cazando al conejo con perro y garrote, pero sin escopeta. Hoy era el primer día en las zonas libres.
Uno de ellos se ha dirigido a nosotros, diciéndonos que no podíamos cazar con escopeta al ser una zona libre. Pese a que tenemos permiso del dueño de la finca y de la Conselleria de Agricultura para cazar el conejo con hurón, para evitar problemas y como el coto es grande nos hemos ido a otra zona de la finca.
Antes de llegar a los pinos donde me había dicho Fernando que me pusiera, era imposible contar el número de conejos que salían de la viña para buscar refugio en una zona inaccesible por la cantidad de hierbas secas que hay. Allí no puedes echar el hurón porque lo pierdes. Tampoco puedes ver los  conejos porque se escurren entre tanta maleza.
Fernando ha empezado bien la mañana, colgándose cuatro conejos de cuatro, sin errar ninguno.
Hemos ido primero a la zona que Juan José desbrozó. La hemos recorrido caminando para ver si podíamos tirar a algún conejo agazapado en el  romero, pero guardan muy bien la distancia y salen muy lejos, fuera de tiro.
Esperando en una de las bocas a que los hurones salieran, ha pasado por encima de nuestra cabeza un bando de torcaces jóvenes, que casi nos quitan el sombrero. El sueño de cualquier cazador el primer día de media veda, que seguramente no se repetirá.
Esa pinada es un buen sitio para ponerse el primer día porque es una buena zona de paso de torcaces. Pero al ser una zona libre habrá que madrugar mucho el primer día para coger un buen sitio. Conozco cazadores que se va a dormir la noche antes para coger un buen puesto. Los cazadores estamos así de locos y no nos importa dormir a la intemperie con tal de pegar unos tiros.
Mientras Fernando, que hoy celebraba su onomástica, buscaba una madriguera para echar el hurón porque cuesta encontrarlas debido a la maleza, he cogido un linde pegado a un campo de cereal y he abatido un conejo largo.
Cuando he llegado Fernando ya había encontrado una madriguera y había echado el hurón.
Hemos abatido un par de conejos más cada uno y nos hemos ido a otra zona de la finca que también cazamos la última vez, con muy buenos resultados.
Hoy no ha habido tanta suerte y no hemos sacado conejos.
Para finalizar la jornada cinegética, Juan José nos ha preparado un almuerzo espectacular de solomillo de buey a la leña y una ensalada con tomate y cebolla de la huerta que cultiva. Él mismo ha ido a recogerlos mientras se hacia la carne en la parrilla. Puro campo.


miércoles, 1 de julio de 2020

Primer bando de perdices

Hoy labrando el campo de syrah de casa he visto el primer bando de perdices. No he podido grabarlo porque como suele ocurrir en estos casos me he quedado sin batería y se me ha apagado el móvil.
Llevaba diez o doce perdigones,  ya eran del tamaño de una codorniz.
Las he visto terminando el bancal, cerca de un camino, pero dentro de la viña. No han cruzado al otro coto. Al otro lado del camino están las tablillas que delimita el coto de Fontanars con otro que es privado. Siempre hay un bando ahí, justo en el linde. Pasan de un lado a otro.
Iban un poco locas, huyendo del tractor. Banco arriba, banco abajo. No he querido apretarlas por el calor.
Primero ha volado la madre con un pollo, enseguida ha volado el bando, buscando a la madre y se han perdido dentro de la viña. Ya no las he querido molestar.
Las madres son superprotectoras con sus perdigones. Hace unos días vi un video que colgaron en una red social donde una culebra trata de atrapar un perdigón para comérselo y cómo la madre de forma valiente le planta cara, y consigue salvarla de una muerte casi segura.
El problema es que hoy hace muchísimo calor. El termómetro no ha bajado de 38 grados y cuando escribo estas líneas son las 8 de la tarde. Las perdices son aún muy pequeñas y necesitan agua porque el calor las agota y puede acabar con ellas.
No hay bebederos cerca, el más próximo está en el monte, uno que yo mismo preparé cerca de los corrales de La Sénia, así que buscar agua, cuando aprieta tanto el calor se convierte en una auténtica odisea para las patirrojas. El agua es fundamental y más en esta época del año. Habría que hacer más charcas y más bebederos diseminados por todo el coto.
Tras el ver el bando de perdices me he venido a casa contento porque hasta ahora no había visto ninguno y eso que paso mucho tiempo encima del tractor. Da alegría verlas corretear por el campo.





lunes, 29 de junio de 2020

De hurones en La Gloria

Esta semana Juan José ha conseguido los permisos de descaste con hurón para cazar en su finca. Se los han dado enseguida porque normalmente estas cosas suelen tardar bastante a pesar de que en algunos municipios se ha declarado la alarma cinegética por la plaga de conejos. Ha pasado menos de una semana desde que le di los datos, y ya tenemos el permiso en la mano. Me ha puesto  de jefe de cuadrilla.  Somos cuatro aunque realmente vamos a cazar sólo dos: Fernando y yo.

A las 6 de la mañana sonaba el despertador. Lo he retrasado unos minutos más. Sobre las 6,15 le he puesto un wasap a Fernando para decirle de vernos un poco más tarde. Anoche salí a cenar con Patri y Rafa  y me acosté tarde. He dormido muy poco.


A las 7 en punto estaba en el bar Las Eras, tomándome un vaso de leche con Cola Cao y dos magdalenas.  Si madrugo y no tomo algo, no me tengo en pie. Poco después ha llegado Fernando. Hemos pasado por su casa porque se había olvidado la documentación.
Ayer estuve almorzando en La Gloria para que Juan José me dijera la zona que debíamos cazar. Como hacía mucho calor, volví por la tarde, que, además, se ven mejor los conejos, ya que a poca noche salen a comer y con el calor permanecen encerrados en sus madrigueras.
Es una zona pegada a las antiguas vías del tren. El camino que cruza era un hervidero de conejos. El problema es que está muy pegado a la autovía y cerca de la carretera no se puede disparar. La distancia de seguridad, creo que son doscientos metros.
El último día que estuve cazando en La Gloria con el hurón fue el 4 de agosto del año pasado desde entonces no había vuelto a ir.
Hemos empezado cazando la zona que nos ha recomendado Juan José. El conejo está por la mañana en la viña, así que hemos dado una vuelta por la espaldera. Mientras Fernando entraba a modo de ganchillo, yo le esperaba en una punta. Hemos abatido un par.
Mientras espero dos torcaces jóvenes casi me quitan la gorra. Seguro que en la media veda no tengo una oportunidad así de buena. De un pino cercano ha salido otra paloma que seguramente tenía el nido allí mismo.
Algunos bancales tienen todavía agua. Me pongo entre dos campos de viña, cerca de un reguero.
Está difícil encontrar las bocas porque hay mucha maleza y apenas se ven.
Tras pasear la viña arriba y abajo decidimos cambiar a otra zona de la finca. Vamos a unos bancales de trigo y cebada que ya han sido segados, pero aún tienen comida.
Fernando encuentra unas bocas pegadas al monte. Echamos los hurones.
De una de esas bocas sale un conejo que se las pela. Le arreó los dos tiros. Cuando entro dentro de la zarza para ver si lo había matado, arranca hacia arriba. Fernando les descerraja otros tres tiros.  Me dice que está muerto pegado al tronco. Subo a cobrarlo. No lo veo. De repente, arranca de mis pies. Le disparo y lo revuelco. Se llevó seis tiros y no pudimos hacernos con él.
Está minado de agujeros y al menor respiro que tienen se meten en ellos.
El sol comienza a apretar. Los bichos que lleva Fernando, tres hembras y un macho, conocen de qué va la historia y si tardan en salir es porque hay material dentro.
Oímos la captura de un conejo dentro de la madriguera, Fernando no se lo piensa dos veces. Mete la mano y saca el conejo todavía vivo.
Los mejores sitios para echar el hurón son  las orillas de los bancales. Son buenos tiradores porque están muy despejados y hay muy buena visibilidad. En los sitios donde hay mucha maleza, no los ves, tiras a tenazón, muchas veces por intuición,  sin ver la pieza. A campo abierto es muy difícil que salgan, siempre buscan la boca más próxima para meterse.
Si los hurones trabajan bien, como es el caso, es una caza muy emocionante, sobre todo, cuando oyes las carreras bajo tus pies. Auténticos terremotos. No es un tiro fácil por mucho que algunos digan que sí lo es porque el conejo sale de la madriguera a toda velocidad. Tienes que estar muy rápido y con muchos reflejos. Conviene tirar con un choque abierto, preferiblemente cilíndrico porque normalmente el tiro lo efectúas a una distancia muy corta. Plomo de novena de 32 gramos es suficiente.
Fernando ya no quería echar más los hurones porque hacía mucho calor, pero al final le he convencido para ir a un último sitio. Una pinada que Juan José desbrozó el año pasado y que toman mucho los conejos. Cuando hemos llegado ha aparecido el guarda de la finca.  Fernando también lo conocía porque fue guarda del coto de La Font de La Figuera. Le digo si quiere ver el permiso y la documentación. Simplemente nos dice que cacemos en el lote que nos corresponde.
Queríamos apurar los últimos cartuchos y los últimos minutos de la mañana antes de marcharnos. Echamos los hurones y aún nos hicimos con un par de conejos más. Yo tuve la oportunidad de terminar la mañana con un doblete, solté los dos tiros seguidos, pero solo me pude hacer con uno.
Al final la percha no estuvo mal de todo con una veintena de conejos.





miércoles, 24 de junio de 2020

Defendamos la perdiz


Paso muchas horas en el campo con el tractor y no he visto todavía ni un solo bando de perdices. Ayer cuando iba con el coche cruzó una la carretera que venía volada del bancal. Por la hora que era seguro que algún animal la había molestado porque la perdiz solo vuela cuando se ve acechada, prefiere apeonar.

Es cierto que ahora es muy difícil verlas porque hay mucha hierba en el campo tras las últimas lluvias y la cosecha de cereal está todavía por recoger. Solo si te tropiezas con ellas puedes verlas.
Sin embargo, tiempo atrás por estas  mismas fechas era normal ver bandos completos, correteando por los caminos con diez o doce perdigones. Esas imágenes ya han pasado a la historia. Los que hemos tenido la suerte de conocerlo, nos gusta recordarlo y no cejaremos en el intento de que todo vuelva a ser como antes y la perdiz vuelva a poblar nuestros montes y campos.


La supervivencia de la perdiz en el medio natural es cada vez más complicada. La agricultura ha sufrido una transformación importante hacia la agricultura intensiva. Donde antes había viña en vaso ahora se levantan enormes espalderas que han mecanizado mucho la recolección de la uva, abaratando costes, pero donde resulta muy difícil que la perdiz crie. Se han eliminado lindes. La viña requiere cada vez más de tratamientos fitosanitarios para combatir las plagas que la acechan. Los mismo pasa con el olivo y el almendro. En Fontanars dels Alforins son los cultivos más abundantes. Pero, sobre todo, hay una sobreabundancia de alimañas: zorros, urracas y jabalíes. Estos animales no descansen ni de día ni de noche, destrozando nidos y acabando con las polladas.

Mientras no se efectúe un control exhaustivo de las alimañas, permitiendo su caza, la perdiz tiene los días contados.
Solo los  cotos de caza donde se realiza una buena gestión cinegética pueden presumir de tener perdices.
El otro día me contaba Amadeo que subiendo al campo de tiro de Vallada vio un bando con diez o doce perdigones. A la semana siguiente solo llevaba dos. Y es probable que ya no lleve ninguno.
La perdiz tiene muchos enemigos en el campo. Mientras se protegen especies como el cernícalo o el sisón, la perdiz es la gran olvidada.

domingo, 21 de junio de 2020

Sénia

A Sénia le cuesta cada vez más mantenerse de pie. Desde hace unos años padece displasia de cadera. En octubre cumplirá 14 años.

Cuando la llevé a la veterinaria no me dio muchas esperanzas.
La traje de Badajoz con tres meses. Conocí  a su padre, Pimienta, un magnifico labrador durante una cacería de patos en un pueblo de Extremadura. Era el único perro que había cobrando en el agua. No se dejaba ni uno. Era un espectáculo verlo.
Cuando me enteré que lo había cruzado, me puse en contacto con el dueño del perro, Evaristo Pimienta para pedirle un perrito de la camada. Tuve suerte y aún le quedaba alguno.
Le puse de nombre Sénia.



Dicen que los labradores no son perros para cazar, solo para el cobro. Sénia es la mejor perra que he visto cazando a la pluma y al pelo. Un todoterreno.
De hecho, el mejor lance de mi vida lo viví con ella cuando me cobró un conejo tiroteado que sacó con sus patas de dentro de un majano. Tengo el  final del lance grabado. Cuando lo recuerdo se me pone la piel de gallina. Acababa de llegar al coto. Arrancó el conejo y le hice el tiro trasero. Sénia lo siguió hasta el majano donde buscó refugió. Metió la cabeza hasta donde pudo y con ayuda de sus patas lo sacó de dentro. Otro lance que permanece en mi retina fue con Rocco, un fornido braco alemán curtido en mil batallas. Esta vez no fue un conejo sino una liebre. Estaba hablando con el guarda de la finca de al lado cuando arrancó la liebre. Entonces yo cazaba con repetidora. Le descerrajé los tres tiros. Rocco anduvo detrás de ella hasta perderlo de vista. Pensaba que no iba tocada. Tras casi media hora de espera vino con la liebre en la boca. El guarda me felicitó por el lance.
En Peñadorada he pasado jornadas inolvidables con ella. Noches al pato, donde me avisaba cuando a poca noche entraban a la laguna. Giraba la cabeza y me miraba. Era su forma de decirme: Prepárate que ya vienen!
En mi primera y única becada que he matado me acompañaba Sénia. Fue también en Peñadorada.
Al conejo era una auténtica máquina. Rodaba la jara hasta sacarlo. Si movía el rabo, allí estaba el conejo. No fallaba. Entraba en todo tipo de arbustos y matorrales. No tenía miedo a pincharse. Si el conejo se metía en un pedregal era capaz de rebuscar entre las piedras hasta hacerlo salir.
Era buena en todo. Al torcaz en puesto, aguantaba a mi lado sin moverse hasta que caía la pieza.
También a la codorniz. Por los trigales de la mancha hemos compartido muchas jornadas cinegéticas. Para la caza de la codorniz, si no llevas un buen perro que te acompañe es fácil que te vengas con la percha vacía. Aguantan mucho y solo  si el perro te la marca tienes opciones de hacerte con ella, si  no yerras el tiro, claro. Porque también se fallan codornices con el perro puesto. Si no que me lo digan a mí.
Siempre ha cazado a la mano. Era puro instinto. No tuve que enseñarle a nada. De pequeñita ya cobraba como una campeona.
Pero no solo ha sido una magnífica perra para cazar, también ha sido una formidable compañera y madre.
Por desgracia no tengo ningún perro de aquella camada. Una amiga mía tiene una perrita que se llama Fosca. Se parece mucho a ella. También mi hermana Patricia tiene a Rosco.
A pesar de su andar renqueante, me sigue allá donde voy, aunque cada vez más le cuesta subir y bajar  las escaleras. Trato de evitar que lo haga, cogiéndola muchas veces en brazos.
Es una experta en colarse en la cocina y arrasar con todo lo que pilla en el banco. Su hija Muga era igual de glotona.
Gracias Sénia por todos estos años que hemos vivido juntos. Has conseguido hacerme la vida mucho más agradable.



sábado, 30 de mayo de 2020

De plato en Vallada

Ayer  sábado volví al campo de tiro de Vallada a tirar unas series de entrenamiento. La semana pasada no fui porque no me encontraba bien y preferí quedarme en casa.
Comí algo en el Serrano porque Mauro’s no ha abierto todavía el restaurante, solo permanece abierta la gasolinera.
Llegué pronto al campo de tiro. Había bastante gente. Aún no se puede salir de la provincia. Estamos todavía en fase 1. A partir de mañana entramos en fase 2 y ya se podrá viajar a otras provincias dentro de la Comunidad.
Para cumplir con las medidas de seguridad, tiramos las series de tres en tres. Amadeo lo consultó con la Federación y de momento no pueden tirar escuadras completas de seis tiradores para evitar contagios por la COVID-19.
Soplaba un agradable viento de levante. El campo tiene un emplazamiento privilegiado pegado a la falda del monte que forma parte del mazizo del Caroig. Allí se respira aire puro.
Me apunté en el primer hueco que había libre.
En la primera serie terminé con un 22. Rompí también el plato flash. Tiré muy cómodo, doblando algunos platos.
Tras descansar un rato, me apunté de nuevo.  En la segunda serie erré solo un plato y acabé con un 24. Hice cero en el plato 9. Un plato central que sube. Lo quise coger rápido y me quedé por debajo de él.
Durante la tarde salieron otros tres 24: Amadeo Garrido padre e hijo y Emilio Benavent.
La siguiente serie fue un auténtico desastre. Tiré muy acelerado. Quise seguir el ritmo del tirador que me precedía y no di pie con bola. No sabía ni dónde ponerme la escopeta. En la anterior, entraba sola y me lo veía todo hecho.
El tiro es básicamente concentración. Si la pierdes estás perdido. Los ceros vienen solos. Y es lo que me pasó a mí.
En el mismo campo de tiro,  con la misma escopeta,  en las mismas condiciones meteorológicas y con los mismos cartuchos: 15
Empecé muy mal la serie con tres ceros consecutivos. Eso ya me desmotivó bastante. No había forma de coger los platos. Llegaba tarde y mal.
Hice la mejor y la peor serie de la tarde.


domingo, 17 de mayo de 2020

Los cazadores catalanes dicen basta ya

Los cazadores catalanes se han plantado hartos de denuncias y no participarán en el control de plagas por daños a la agricultura mientras la administración no rectifique.
La nueva ley aprobada  con fecha 29 de abril por la Generalitat prevé sanciones de hasta 120.000 euros y un nuevo impuesto sobre las instalaciones que inciden en el medio ambiente como granjas cinegéticas. Medidas todas ellas que no han sido consensuadas con el colectivo de cazadores.
Entre estas sanciones está la obligación de poner chips a los hurones o la prohibición de colocar una parada de batida en un camino. Pasar con el arma cargada a menos de 25 metros de un camino lleva aparejada una sanción de 3.000 euros.
Molestos con la actitud de la Generalitat que por un lado les reconoce el trabajo que hacen en el control de poblaciones como jabalíes, corzos o conejos, mientras que, por otro lado, les imponen sanciones cada más elevadas.
Hartos de esta persecución administrativa, los cazadores no volverán al campo mientras no se resuelva esta situación.
Si los cazadores no salen al campo a controlar la excesiva población de algunas especies cinegéticas, los daños en la agricultura se van a disparar exponencialmente. Con la actividad cinegética paralizada por la pandemia durante estos meses de confinamiento ya se han constatado daños en algunos cultivos como frutales o vid.
El cazador es el único aliado que tiene el agricultor para salvar las siembras y las cosechas que la fauna salvaje destroza, ocasionando cuantiosos daños económicos en sus explotaciones agrícolas.
También es necesario un control de estas poblaciones por el número de accidentes de tráfico que ocasionan en la carretera, algunos con resultado de muerte.
Poner trabas a la labor de los cazadores mediante sanciones administrativas, absolutamente exageradas y desproporcionadas como es el caso, hace que muchos se lo piensen dos veces antes de salir al campo.






sábado, 16 de mayo de 2020

El campo de tiro de Vallada abre sus puertas

Hoy ha sido el primer día que ha abierto el campo de tiro de Vallada después de haber entrado en la fase 1 de la desescalada y permitirse las prácticas deportivas al aire libre, como es el tiro al plato. Para la caza y la pesca habrá que esperar todavía unas semanas hasta que el Gobierno levante las restricciones.

He comido algo rápido en casa y sobre las 4 he llegado a Vallada. Estaba impaciente porque desde el 7 de marzo no había pegado un tiro. Amadeo y Rubén ya estaban allí desde las 3 de la tarde para probar las máquinas y prepararlo todo.




Me he apuntado en la primera serie y luego he tirado otras dos seguidas con resultados dispares: 21,20 y 22, errando el último, un plato central. Estoy contento  del resultado final para ser el primer día después de tanto tiempo sin entrenar.
En la segunda serie me ha salido el plato flash, que he doblado en los dos tiros. Este plato tiene adherido un polvillo en la base superior y cuando lo rompes se desprende, formando una nube de color. Es el mismo que se utiliza en las retransmisiones deportivas para que el espectador lo pueda ver perfectamente desde su casa.  También al árbitro le permite juzgarlo mejor. Romperlo tiene premio: una botella de vino. En todas las series sale uno de modo aleatorio. Al ser de color naranja, el resto de los platos son negros, muchas veces te sorprende, levantas la cara y lo fallas. Curiosamente en este campo se ve mejor el plato negro que el naranja. Se han hecho pruebas y cuando han tirado plato naranja han bajado los porcentajes de aciertos entre los tiradores.
Después del primer plato me ha llevado el cartucho a la nariz para oler el olor a pólvora todavía humeante. Me he guardado la vaina de recuerdo después de más de dos meses de confinamiento.
Hasta mediodía ha llovido, pero por la tarde ha escampado y ha salido el sol. Ha hecho una tarde muy agradable.
Aún no se puede salir de la provincia. A partir del lunes ya se podrá porque toda la Comunidad Valenciana entra en fase 1, con lo cual ya estarán permitidos los desplazamientos. El campo de tiro de La Alquería d’Asnar también ha abierto, pero al estar en la provincia de Alicante, de momento no podemos ir porque tanto Alicante como Valencia siguen en la fase 0.
Emilio Benavent de Quatretonda ha firmado la mejor serie de la tarde con un 25 en su última serie. Juan Carlos Palomares y Kempes se han anotado un 23.

viernes, 15 de mayo de 2020

Sin caza aumentan los daños en la agricultura


Lo recoge este mismo periódico en su edición de hoy: “La parada de un mes y medio en la caza aumenta los daños en el campo”

Mientras el Gobierno sigue estudiando levantar las restricciones para la caza y la pesca, los agricultores siguen desesperados ante el daño que la fauna salvaje provoca en sus explotaciones agrícolas.
La proliferación de especies como jabalíes o conejos arrasan explotaciones enteras. Estamos en un momento muy peligroso del ciclo porque la mayoría de las plantas, como es el caso de la viña están en plena brotación.
La caza es el único método eficaz para controlar el aumento de la población de estas especies, que en el caso del jabalí no tiene depredadores naturales. El conejo es un animal muy reproductivo con varias camadas al año.
Hace tiempo que la Federación de Caza está luchando para que se levanten estas restricciones, que solo traen pérdidas al mundo rural.
La organización agraria Asaja cifró en 26 millones de euros las pérdidas que la fauna salvaje provoca en las explotaciones agrícolas. Estamos hablando de cifras referentes solo a la Comunidad Valenciana.
Una piara de jabalíes es capaz de arrasar campos enteros. He visto campos de pipas que daban auténtica pena. No solo ya por lo que comen sino por lo que estropean.
De ahí la importancia de que se reanude lo antes posible la actividad cinegética como la caza del conejo con hurón y las esperas nocturnas de jabalí.
Estos días de confinamiento se ha demostrado que tener la actividad cinegética paralizada conlleva cuantiosos daños en la agricultura.





lunes, 20 de abril de 2020

Esperando volver a salir a cazar

Confiemos que de aquí a agosto, que es cuando comienza la media veda se permita de nuevo el regreso a la actividad cinegética, que de momento está paralizada por el decreto de estado de alarma.
Algunas Comunidades Autónomas como Extremadura,  ya tienen elaborado los períodos hábiles de caza para la temporada 2020-2021. No ocurre lo mismo en otras como la Comunidad Valenciana o Castilla La Mancha.
Tras las protestas de los agricultores por los daños a  sus cosechas, sí se va a permitir, mediante el permiso correspondiente de la Conselleria de Agricultura, y con ciertas limitaciones, la caza del  conejo con hurón y las esperas de jabalí, debido a los daños que la fauna salvaje  provoca en las explotaciones agrarias. Medida que ha sido criticada por Unidas Podemos, que propone medios alternativos para acabar con la plaga de conejos o la excesiva población de jabalíes. De ellos es la idea, que se demostró absolutamente ineficaz de esterilizar a las jabalinas mediante una vacuna.
El Gobierno en lugar de recurrir a los cazadores para controlar la sobrepoblación de especies como el conejo, el jabalí, la cabra o el muflón; subvenciona con cientos de miles de euros a los grupos ecologistas. Entre 2015 y 2017 estas organizaciones recibieron 12 millones de euros de ayudas públicas, según la revista Jara y sedal, aunque la cuantía de las ayudas podría ser muy superior debido a la opacidad de las cuentas, según estas mismas fuentes.
En fin, los que nos movemos por el campo sabemos de la inutilidad de esas ayudas, que no se corresponden con el trabajo que desarrollan, como sí hacen continuamente los cazadores.
Yo a los ecologistas solo los he visto meterse en medio de una batida de jabalíes para que no se celebrara, pese a contar con todos los permisos legales para su celebración, como no podría ser de otra manera, poniendo en peligro sus vidas y las de los demás porque son unos auténticos irresponsables. En Xátiva se han paralizado varias de estas batidas por parte de organizaciones ecologistas, pese a contar con los permisos pertinentes. Una práctica cada vez más generalizada cuando se realiza una de estas cacerías, que siempre se organizan para controlar la superpoblación de animales que provocan daños en la agricultura. Responsables muchas veces de graves accidentes de tráfico.
Es decir, que se pasan por el arco de triunfo, las autorizaciones gubernamentales de la Conselleria correspondiente, que son las que tienen competencia en esta materia y no ellos.
En Francia, por ejemplo, desde el pasado 11 de abril que lo aprobó el Senado, este tipo de acciones está castigado con penas de cárcel de un año y sanciones económicas que pueden llegar a los 30.000 euros. Aquí en España, las cosas son muy diferentes. No existe una regulación legal que  castigue este tipo de delitos.
Muchos utilizan las redes sociales para amenazar e insultar a los cazadores, celebrando cada vez que se produce una muerte de un cazador entre gritos de júbilo. Algunos de estos comentarios, por suerte, han tenido una condena penal ante la denuncia de la fiscalía.




domingo, 12 de abril de 2020

Permitir la caza para salvar las cosechas

El Gobierno que tiene pensado permitir acudir al trabajo a partir de este lunes, tomando todas las medidas de precaución necesarias (distancia de dos metros, uso de mascarillas, etc.) debería sopesar la medida de permitir la caza durante estos días de confinamiento.

Estamos en el periodo del año que es crucial para la agricultura. Ya hay denuncias de agricultores por los daños que especies como el conejo, el jabalí, la cabra o el muflón están provocando en sus explotaciones agrícolas.

Daños provocados por los conejos en un campo de almendros. (Foto: Miguel Montesinos)
El Gobierno ha prohibido la caza mientras dure el estado de alarma, que no sabemos cuándo se va a levantar ni cuánto tiempo va a durar. No se conceden permisos por daños en la agricultura. Estos permisos los concede la conselleria  de Agricultura correspondiente porque tienen transferidas las competencias. Hace unos días unos cazadores fueron denunciados en Tenerife por practicar la caza en pleno confinamiento.
Ahora es cuando más daño la fauna salvaje provoca porque los campos están en su pleno apogeo. Almendros, viñas y campos de cereal empiezan a arrancar.
Para paliar los daños que las especies cinegéticas provocan en la agricultura y salvar las cosechas debería permitirse la caza del conejo con hurón y las esperas o aguardos para la caza mayor. Si no lo hacemos estaremos causando unos graves perjuicios económicos a los agricultores.

jueves, 2 de abril de 2020

Esperando volver a pegar tiros

A los pies de la cama tengo el estuche con la escopeta, preparada para desenfundarla una vez den por concluido el estado  de alarma, aunque sabemos que esa buena noticia aún tardará en llegar.

Solo he podido ir un par de veces este año y estoy con el mono. Me imagino que como todos mis compañeros. El sábado día 7 fue el último día en ir al campo de tiro. Tiré tres series con desigual resultado: 22,21 y 18.
Al sábado siguiente, día 14, Amadeo Garrido a través del wasap nos comunicó a todos los del grupo que el campo permanecería cerrado de acuerdo al estado de alarma que se había decretado. Lo mismo ocurrió con el Port en Muro d’Alcoi  y con La Rambla en La Alquería d’ Asnar.
Ahora toca ser pacientes y esperar. En cuanto todo esto pase, volveremos a los campos de tiro con la misma ilusión que antes.
Mientras tanto y gracias a internet podemos ver diferentes competiciones de tiro al plato en todas las modalidades: skeet, trap y doble trap. Los campeonatos celebrados a nivel mundial como el último que tuvo lugar en Lonato de Garda (Italia), donde Fátima Gálvez acabo en tercera  posición y obtuvo la medalla de bronce. Más suerte tuvo en la  prueba de trap Mixto, donde se proclamó campeona de Europa junto a Alberto Fernández, que no tuvo suerte en la prueba individual.
Os recomiendo sino la conocéis  la página de: ISSF International Shooting Sport Federation. También FITAV Federazione italiana  Tiro a Volo.
Mientras dure el confinamiento, visionar estos videos nos puede ayudar a corregir errores y a mejorar la técnica. Tiempo habrá para entrenar.









sábado, 29 de febrero de 2020

Sopar de caçadors

La otra noche fui como de costumbre a cenar a la Fonda. Era jueves.  Cuando entré, el bar estaba atiborrado de gente. Todos los años por estas fechas la sociedad de cazadores de la Font de la Figuera organiza una cena para los socios.
Como buenos cazadores, de la caza se aprovecha todo. Así que esa noche había para cenar jabalí estofado. Me senté en la mesa con Toni Genaro.
Cada año se celebra en un local y este año tocaba en La Fonda. Así todos contentos.
El ambiente era de camaradería y júbilo y por supuesto el tema estrella de conversación, como no podría ser de otra forma era la caza.
A la cena estaban invitados las autoridades locales y la Guardia Civil. El alcalde acudió a última hora porque esa noche había pleno para debatir sobre los presupuestos. Tema espinoso. Vino acompañado de la primer teniente de alcalde, Carmen Asensi. Es bueno que los representantes públicos, sean o no cazadores, den respaldo a este tipo de actos con su presencia.
En La Font de la Figuera como en otros pueblos de alrededor hay mucha afición a la caza.
Este acto que se celebra desde hace muchos años pone punto final a la temporada de caza.
Se han celebrado varias batidas en el término de La Font con desigual número de capturas. El jabalí ha proliferado mucho en esta zona y causa graves daños en la agricultura. No tiene depredadores naturales, así que la caza se convierte en un aliado del agricultor.
Después de la cena es tiempo de echar una partida al julepe. Un juego de cartas parecido a la brisa que prolonga la sobremesa y la tertulia.



viernes, 7 de febrero de 2020

Reabrir Fuset

Los tiradores tenemos cada vez menos campos de tiro donde ir a entrenar. Muchos se han visto obligados a cerrar al no cumplir con las medidas de seguridad.
Hace años cada pueblo tenía su propia cancha de tiro, donde se celebraban tiradas de pichón, codorniz y foso.
Todo esto ya es historia. Ahora uno tiene que coger el coche y andar unos buenos kilómetros  para encontrar un campo de tiro cercano.
Una legislación cada vez más exigente en materia de seguridad, pese a que en el tiro apenas se producen accidentes, ha obligado a muchos campos a echar el cierre porque la inversión que tenían que hacer no resultaba rentable.
Pienso, por ejemplo, en Moixent, Fontanars dels Alforins, La Font de La Figuera u Ontinyent.
En todos estos pueblos con motivo de las fiestas se celebraban tiradas, que eran, además muy concurridas, con regalos para casi todos los participantes.
Las tiradas de pichón y codorniz tienen los días contados, pero no así el plato.
El otro día me llamó un amigo mío, Chemari, para decirme que desde la sociedad de cazadores de Ontinyent están intentando reabrir el campo de tiro de Fuset. Ya ha habido más de una conversación con intervención de armas de Xátiva para vallar el perímetro de seguridad y se están estudiando varias alternativas.
Me alegré enormemente de la noticia porque sería bueno para el pueblo, que Fuset reabrirá sus instalaciones. En su momento fue uno de los mejores campos de tiro de recorridos de caza de España, celebrándose diversas competiciones de carácter nacional y autonómico. Y es una pena que se haya echado a perder.
Tirabas diferentes tipos de recorridos de caza: (perdiz, conejo, liebre, tórtola, pato) en plena naturaleza, rodeado de pinos.
Yo he pasado alguna vez después de que cerrara y da autentica pena ver aquello, sobre todo, para los que íbamos todos los sábados y lo hemos visto en su pleno apogeo.
Sancho, Insa, Calabuig, Morón, Terol, Revert, Sanchis, Jiménez, GramageGuerola..  La lista sería interminable de amigos que cada tarde subíamos a Fuset, a pasar un buen rato tirando al plato.
El bar cuando lo llevaban Consuelo y su marido era uno de los mejores sitios para tomarse un bocata de blanco y negro.
Curra del cual me acuerdo mucho era un personaje entrañable. Lo recuerdo con el micro en la mano, organizando las tiradas que allí se celebraban y preparando los regalos.
Por poco dinero, 5 ó 6 euros, que es lo que cuesta una serie pasas una tarde fantástica.
Sería bueno que el Ayuntamiento de Ontinyent, a través de la Conselleria de Medio Ambiente se involucrara en esta iniciativa deportiva, que quieren sacar adelante un grupo de aficionados a la escopeta, entre los que me incluyo, y que Ontinyent cuente con un campo de tiro como tuvo antaño.




miércoles, 5 de febrero de 2020

Último día de caza

Al llegar a Barrax la niebla comenzaba a disiparse. En el cd que llevo en el coche suena el último disco de El Barrio: "El danzar de las mariposas".
El paisaje manchego es único. El color rojizo de la tierra en este tiempo se tiñe de verde.
En el restaurante El Cruce he parado a reponer fuerzas mientras esperaba a mi amigo Pablo Oriola, que venía por primera vez a la Patirroja.
Pablo estaba igual de nervioso que yo y con ganas de llegar cuanto antes.



Pasadas las 10 de la mañana llegábamos al coto. Esta vez nos ha acompañado José Antonio. Nicolás estaba con una cuadrilla de franceses. La entrada a la finca era un hervidero de perdices apeonando delante del coche. Pablo no daba crédito a lo que estaba viendo. Luego con la escopeta en la mano es otra cosa.
Los caminos está llenos de trigo. Los arroyos que cruzan la finca llevan agua después de las últimas lluvias.  Las siembras empiezan a verdear. Por donde mires ,ves perdices.
Yo he empezado bien la mañana, pero luego he errado un montón de perdices. Me he colgado 5 y 1 conejo, pero podría haber doblado la percha de haber estado más certero. Hay días que estás más fino que otros. Llegando al coche he errado una perdiz tipo ojeo, larga, pero a tiro, de las que da gusto tumbar. He podido hacer un doblete, pero la segunda perdiz se ha ido pinchada. Lo mismo me ha ocurrido con otra que la he enganchado, pero ha caído de ala en un sembrado, pero se ha metido en un agujero y no la hemos podido cobrar.
De la caída del último día estoy más recuperado, tras un par de semanas con hematomas en la espinilla, pero he andado con molestias toda la mañana por un dolor en el talón.
He estado falto de reflejos en más de una perdiz, que solo te dan opción de un tiro. Entre las carrascas lo he intentado un par de veces, sin éxito.
El lote que nos han asignado hoy también era muy bueno de cazar y con una alta densidad de perdices.
Pablo, que ha cazado con una escopeta del  calibre 28 que tiene desde que era pequeño iba acompañado de Kiko, un precioso pointer blanco con machas negras que iba loco siguiendo los rastros de las perdices. Ha cogido un par de  perdices alicortadas. Syrah tampoco le andaba a la zaga.
Estábamos tan metidos en la caza que se nos ha olvidado tomar el taco. Sobre las 13,30 llegábamos al coche y Pablo se ha podido colgar una perdiz que he errado yo, muy larga y con plomo del 10. Cosas de la caza.







lunes, 3 de febrero de 2020

Sí a la caza y no al maltrato animal

Ayer domingo día 2, coincidiendo con el final de la temporada de caza se celebraron manifestaciones en toda España, con escaso éxito, por cierto, contra la caza, el abandono, la matanza y el maltrato animal,  en un totum revolutum, como si tuvieran relación unas cosas con otras. Desde luego con la caza, no.
Soy cazador y estoy en contra del abandono y, por supuesto, del maltrato animal, pero desde las asociaciones ecologistas manipulan los mensajes para meternos a todos en el mismo saco.
Respecto al abandono de galgos se dan cifras falsas que nada tienen que ver con la realidad. Los animalistas cifran en 50.000 el número de galgos abandonados, mientras el Seprona, que maneja cifras oficiales cifra el número de perros abandonados en 52. Otro dato importante que intencionadamente se oculta es que el mayor número de estos abandonos, no corresponde a perros de caza sino a perros de otras razas.
Vincular la caza a prácticas delictivas no es solo injusto sino que, además ,es falso. La caza es una actividad legal y necesaria, generadora de empleo y de riqueza en el mundo rural.
Los que abandonan o maltratan a sus animales no son cazadores, son delincuentes y como tal sobre ellos debe recaer todo el peso de la ley. El maltrato animal está contemplado en nuestro ordenamiento jurídico con penas de cárcel. Muchos defendemos que estás penas deben ser aún mayores para equipararlas a otros países.
A los cazadores se nos estigmatiza con toda clase de insultos. Las redes sociales son un bombardeo constante de amenazas e insultos cada cual más hiriente. Gente que desde el anonimato celebra con vítores cada vez que se produce la muerte de un cazador con absoluta impunidad. Afortunadamente, la ley es cada vez menos permisiva con este tipo de acciones, que sí que son delictivas.