jueves, 27 de octubre de 2022

Segundo día en la Patirroja

Al llegar a Albacete he cogido la carretera equivocada y me iba dirección a Murcia. Es lo que tiene dormir poco y no estar descansado. Por suerte, me he dado cuenta pronto y he podido dar la vuelta antes de verme inmerso en plena autovía, sin posibilidad de hacer un cambio de sentido. A las 8 de la mañana entre Munera y El Bonillo, el termómetro marcaba 19,5 grados y estamos terminando el mes de octubre. Por la carretera, me he cruzado con varios tractores y remolques, que ya están preparando la siembra del cereal, aprovechando el agua que ha caído estos días. Insuficiente, pero en los tiempos que corren, la lluvia siempre es bienvenida y más en esta época de siembras. Hoy sí que me ha podido acompañar Elías. No había ojeo. Hemos cazado en un lote de la finca denominado “Fuente Agria”. Una zona muy pedregosa, con bastantes retamas y carrascas y muchos desniveles, que lo hacen incómodo de caminar. Algunos campos empiezan a verdear. Los caminos de la finca están repletos de comida, pero siempre es mejor que picoteen en el campo. La primera perdiz de la mañana que rompe de una carrasca hace la torre, pero no conseguimos cobrarla. Cae en una zona de juncos con mucha maleza. Si la perra no ve donde cae es complicado su cobro porque al menor suspiro que tengan se zafan de los perros.
La primera vuelta ha acabado con pocas perdices y muchos tiros. Estaba muy lento y he errado muchas perdices. He necesitado poco más de una caja para abatir media docena de patirrojas. Un promedio realmente bajo. Me han faltado reflejos, seguramente fruto del cansancio. Si no estás al cien por cien físicamente es difícil que se dé un buen día de caza. Hay que echarle piernas para ir detrás de las patirrojas. Hemos caminado poco, sin embargo, he tenido que parar varias veces para reponer fuerzas. Sentía molestias en la cadera. Las perdices salen largas y apeonan mucho. El campo está seco y las perdices tienen muy buen oído. La perdiz se mata mejor con días de viento y frío. A las 12 de la mañana la temperatura ya supera los 27 grados. No apetece cazar con tanto calor, sobre todo, si llevas perros. Syrah ha estado muy fuerte, demasiado ansiosa, apretando mucho la caza, cuando siempre ha tenido una boca suave, entregándote las perdices vivas. Ha cobrado una perdiz alicortada que estaba agazapada, tras unos arbustos. Los bandos de perdices son grandes. Las perdices tienden a reagruparse y a volver siempre al mismo sitio. Hay que volarlas varias veces para tenerlas a tiro. Elías se conoce la finca como la palma de su mano y sabe la querencia de las patirrojas. Rara vez se equivoca cuando te dice:”prepárate que las llevamos delante y no tardarán en volar”. Algunas de las perdices que he abatido ha sido precisamente por hacerle caso. He errado perdices facilonas, de las que se matan con una escoba. Hay días en que la escopeta no entra, la caza sale esquiva y hoy era uno de esos días. Menos mal que la segunda vuelta se ha dado algo mejor y he abatido 3 perdices y un conejo, que me ha cantado Elías que le ha arrancado de los pies. De camino al coche y algo exhausto por el calor, hemos podido beber agua fría de un pozo que recoge el agua de un manantial. Creo que es el mejor sorbo que he pegado en los últimos años.

viernes, 14 de octubre de 2022

Primer día de temporada

Debido a los nervios del primer día no he podido pegar ojo en toda la noche. Antes de que sonara el despertador a las 5,30, ya tenía los ojos como platos. Cuando he bajado, Syrah ya sabía que nos íbamos a cazar. El viaje ha sido tranquilo. No he cogido niebla en todo el trayecto. En Barrax he parado a tomar algo. Le he pedido a Paco que me preparara un bocadillo de queso y salchichón para llevármelo y almorzar en el campo. Hoy había ojeo de perdices en el coto. Todos eran cazadores franceses. El autobús estaba esperando a los ojeadores en la puerta del hotel. Esta vez no me ha podido acompañar Elías porque tenía que ir de secretario al ojeo. Nos ha tocado cazar en una zona que se llama El Policía. Ha venido conmigo de acompañante José Antonio. Sobre las 8,30 hemos llegado al cazadero. He querido empezar a cazar pronto porque hoy marcaba mucho calor.
A la entrada de la finca se ven algunos charcos de la lluvia de estos últimos días. Ha llovido muy poco, pero ha servido para refrescar el campo. Debido a la escasez de lluvias y a las altas temperaturas de este verano, las carrascas y los romeros estaban empezando a secarse. Los agricultores de la zona aún no han sembrado sus campos a la espera de que llueva en las próximas semanas. Un par de águilas revolotean en el cielo, buscando presas fáciles. La temperatura a esta hora de la mañana es todavía buena y no hace demasiado calor, así que intentamos aprovechar al máximo las horas que nos quedan todavía por delante, Me encaro varias veces la escopeta antes de salir al campo. Desde la temporada pasada que no he vuelto a tirar con ella. Hace años que cazo con una escopeta paralela, Mateo Mendicute. Tiene un plomeo perfecto. La compré con dos juegos de cañones, pero cazo siempre con el mismo cañón de tres y una estrellas. Perfecto para la caza en mano. Es muy polivalente, tanto para distancias largas como cortas. Me echo un par de cajas en el chaleco y comenzamos a cazar. La primera perdiz vuela detrás de unas retamas y la abato. Empieza bien el día. Seguimos monte arriba y Syrah se queda de muestra en unos romeros con mucha maleza. La insistencia de la perra hace pensar que tiene cerca una perdiz. La ayudamos, retirando algo de maleza y vemos que hay un agujero. La perra con ayuda de sus patas trata de sacarla. Tras varios intentos se hace con ella. Estos lances justifican por sí solos el viaje. La perdiz no estaba herida, así que decidimos soltarla. Era un macho con un par de espolones. Cerca de la casa vuela un pegote de perdices. No sé las que habría. Muchas. El ruido era atronador. El sol empieza a apretar y solo son las diez de la mañana. Buena hora para hacer un descanso y tomar el taco. Aprovecho para cambiarme de ropa y ponerme ropa de verano. A pesar de que el ojeo está cerca no se oyen demasiados tiros. Las voces de los ojeadores suenan a lo lejos. En la primera vuelta abatimos tres perdices y un conejo. Tras tomar fuerzas, volvimos a coger la misma mano. Esta perdiz suele estar cerca de los comederos y los lindes y, una vez desaparece el peligro, tienden a reagruparse. La perdiz todavía no está muy pegada y aunque marca las distancias, salen a tiro. Es una perdiz que apeona mucho. Aprovechamos la sombra de una carrasca para que Syrah descansara un poco. José Antonio me da la botella de agua que lleva para que pueda beber la perra. Por un momento pensé que le había dado un golpe de calor. De camino al coche todavía abatimos otras cinco perdices. Hay días en que la escopeta te entra como un guante y la caza sale a tiro y hoy ha sido uno de esos días. De regreso a casa he parado a comer en El Rincón de Pedro de Almansa. Siempre que voy entro en la cocina y le digo a Isabel que me preparé el arroz que quiera. Hoy me ha hecho un arroz meloso de carabineros que estaba para chuparse los dedos. De entrada he pedido unas gambas rojas y hueva de atún. De postre sorbete de mango y maracuyá y de coco. El Rincón de Pedro es un sitio que nunca te defrauda.

sábado, 1 de octubre de 2022

Amadeo Garrido gana la tirada de Vallada que cerraba la temporada

El tirador de Vallada Amadeo Garrido se ha proclamado vencedor de la tirada local que con motivo del cierre de temporada tuvo lugar el sábado día 1 de octubre en el campo de tiro El Tollo de la localidad de la Costera, y que congregó a una veintena de escopetas.
De izda a dcha: Enrique Reix, Amadeo Garrido y Josep Lluis de la Piedad (Foto: PSG) La jornada en el campo de tiro El Tollo se desarrolló en un día soleado y caluroso, con escaso viento y buena visibilidad de los platos, lo que ayudó a los tiradores en la competición. La cita deportiva que pone fin a la temporada de entrenamientos que comenzó en el mes de febrero y que se cierra ahora con el inicio de la temporada de caza. La tirada se disputó a 50 platos para los primeros seis tiradores de la clasificación general. Amadeo Garrido sumó 23 platos en la primera serie y otros 23 en la segunda, sumando un total de 46 platos en las dos series. Con este resultado, el tirador local se alzó con el primer puesto. En segundo lugar se clasificó el tirador de Moixent Josep Lluis de la Piedad que terminó la competición con 25 platos en la primera serie y 19 en la segunda, sumando un total de 44 platos. La tercera plaza fue para Enrique Reix que completó 21 platos en la primera y 20 en la segunda, 41 en total. A un plato de diferencia terminaron los tiradores Javier Giner, Pepe Gramage y Patricio Simó.

A punto de comenzar una nueva temporada de caza

Faltan apenas unos días para que se abra la veda para la caza menor. Catilla-La Mancha abrirá el próximo sábado día 8 y la Comunidad Valenciana, el día 12, festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, aunque aquí en Fontanars solo se permitirá la caza de la perdiz en la sierra y con cupo de una perdiz por cazador y día. En el resto del acotado se podrá cazar a partir del mes de noviembre cuando el pámpol o la hoja de la viña ha caído y la perdiz tiene más defensa. Yo estuve esta semana en la armería comprando cartuchos y vaya subidón que ha pegado la munición. A más de 10 euros la caja de 34 gramos. Desde el año pasado que no había comprado cartuchos para cazar, solo de tiro al plato. Los artículos y complementos para la caza tampoco escapan a la espiral inflacionista. Mi perrita Syrah y yo tendremos que someternos antes a una buena cura de adelgazamiento porque los dos andamos con algo de sobrepeso. Para ir detrás de las patirrojas se requiere estar en una buena forma física, de lo contrario las perdices te torean. Siempre se ha dicho que para cazar la perdiz se necesitan unas buenas piernas, además de buen ojo. Como en el resto de España, en la Mancha ha llovido poco o muy poco durante este verano, que ha sido especialmente caluroso, así que el terreno estará muy seco. Octubre suele ser un mes con días de mucho calor. A los perros les cuesta más dar con el rastro de las perdices y los conejos. Me gusta más cazar a partir de noviembre, con días frescos y lluviosos. Los perros cazan mucho mejor y se cansan menos. Desde hace ya varios años voy al coto La Patirroja en el Bonillo. Un coto de caza intensivo, pero con una perdiz fuerte y de mucha calidad. Las perdices ya están en el campo, con lo cual se adaptan más rápidamente a la vida salvaje. Un coto con una extensión bastante grande y con una orografía excelente para la caza menor de monte bajo y barrancos con chaparros, retamas y esparteras. Siempre que puede y no tiene otro compromiso, me acompaña uno de los guardas de la finca, Elías que se conoce el coto y la querencia de las perdices como la palma de su mano, lo cual si el día te acompaña y estás fino con la escopeta es garantía de éxito. Llevar a alguien al lado que sepa y le guste la caza siempre es una ayuda. Hace años que voy solo a cazar. Siempre es mejor un grupo de cazadores porque se mueve más caza y puedes tirar a perdices enviadas. Veremos qué nos depara esta nueva temporada de caza que está a punto de comenzar, pero seguro que buenas sensaciones porque el hecho de salir al campo con el perro, independientemente de si llenas el zurrón o no, ya es un motivo más que suficiente, sobre todo para aquellos a los que nos gusta el campo y la caza.