miércoles, 20 de diciembre de 2017

Tercera jornada de caza en El Bonillo

Magnífico y completo día de caza este miércoles en el coto La Patirroja. Esta vez me ha acompañado mi amigo Mauro Matarredona. A las 10 en  punto llegábamos a El Bonillo, allí nos esperaba como de costumbre, Cesáreo.
Teníamos todo el coto para nosotros porque no había ninguna otra cuadrilla cazando. Mauro fue por bajo, Cesáreo por el centro y yo por arriba. Mantuvimos este orden a lo largo de toda la mañana.


Cogimos bien la mano desde el principio y eso se nota, además, el viento y el frío nos favorecía porque la perdiz aguanta más. Si te oye o te ve, estás perdido porque aunque sea perdiz de granja te da muy pocas opciones.
Cesáreo conoce muy bien la finca y la querencia de las perdices. Y es que Cesáreo es ante todo un cazador nato. Un amigo mío también cazador, Ramón Ferrero, siempre me decía que dar las patadas bien, cuesta lo mismo que darlas mal, pero los resultados no son los mismos. Y tenía mucha razón. La caza de la perdiz en mano requiere mucha astucia y una buena planificación. No se trata de salir al monte y echar a andar. Así solo conseguiremos fatigarnos.
La lluvia, aunque escasa, había hecho acto de presencia en La Mancha. El olor a romero se dejaba sentir en  el aire. Daba gusto andar por el monte. En las zonas de umbría todavía podía observarse la escarcha y el hielo de la madrugada que se quebraba a nuestros pasos.
 El primero en descolgar un par de perdices fue Mauro con un doblete de patirrojas. La segunda de ellas, la cobró Syrah cuando regresábamos al coche. Cogió bien el aire y dio con ella enseguida. Mauro y Cesáreo habían pasado por encima de ella un par de horas antes sin percatarse de dónde estaba. Y es que si no vas provisto de un buen perro es fácil perder caza. Y la norma de todo buen cazador es no dejar caza muerta o malherida en el monte.
La verdad es que Kiko tiene uno de los mejores cotos de caza intensiva de España. Muy bien gestionado.  Los bebederos y los comederos están llenos de agua y comida. De hecho, nos topamos con uno de los encargados de la finca que iba con un tractor, llenando los comederos de trigo. Tampoco en los caminos falta comida. La perdiz está fuerte. Algunos campos de cereales empiezan a verdear en esta época del año, lo que les asegura comida en abundancia para el invierno. El terreno es bastante cómodo de cazar, con una orografía típica del paisaje manchego de chaparros, retamas y carrascas.
Esta vez, aunque me llevé conmigo la Pedro Arrizabalaga, tiré con la  Mateo Mendicute, que le tengo más confianza. Mauro cazó con una repetidora del calibre 20, que le trae muy buenos recuerdos porque fue su primera escopeta y un regalo de su padre. Algo cerrada ( 2 estrellas), pero lo compensó, tirando un cartucho más abierto de octava y 32 gramos. La ventaja de tirar con una escopeta del 20 es su ligereza y eso cuando llevas unas cuantas horas en el monte, subiendo y bajando barrancos o cruzando barbechos y sembrados se agradece. Podemos estar hablando de un kilo menos de peso y eso en un arma es mucho. Y cuando tienes ya algunos años a la espalda como es mi caso,  aún más. También es verdad que al pesar menos son más pegonas. Pero si vas a  tirar pocos cartuchos, poco importa eso. Cosa distinta es si vas a pegar muchos tiros. Entonces puedes terminar con el hombro dolorido y la cara hecha un cromo.
Syrah anduvo un  poco más tranquila.  Es la tercera vez que sale a cazar esta temporada. En el cobro estuvo espectacular. No dejando ninguna perdiz en  el monte. En cuanto se serene un poco será una perra magnífica.
Yo había descansado la noche anterior y anduve muy certero y muy rápido de reflejos, colgándome una docena de perdices, pinchando otras dos,  con 25 cartuchos. Abatiendo perdices a corta, media y larga distancia, errando solo un par de ellas.
Mauro, que como él me dijo se lo pasó "bomba" se colgó 9 patirrojas, pese a que le falló la escopeta en varias ocasiones, en una jornada que tuvo como colofón final unos suculentos gazpachos en el Restaurante El Rincón de Pedro en Almansa.


lunes, 11 de diciembre de 2017

Segunda jornada de caza en El Bonillo

Esta semana de puente he vuelto a El Bonillo en compañía de mi mujer Dolores. No pegué ojo en toda la noche por los nervios  de ir a cazar y eso después se nota porque el cansancio es mala compañera.
Durante el viaje cogimos algo de niebla antes de llegar a Albacete, después ya se despejó y tuvimos un buen trayecto hasta llegar a El Bonillo. Mi mujer Dolores preparó unos deliciosos bocadillos de chorizo ibérico con queso para chuparse los dedos. Esta vez no se nos olvidó coger la bota de vino, que rellenamos con un buen caldo.
Cuando llegamos a El Bonillo nos esperaba puntual, como siempre, Cesáreo.  Recogimos el permiso para cazar, que previamente había cumplimentado Kiko y nos fuimos a la finca.
En el camino de entrada a la finca era un espectáculo ver las perdices delante de nosotros, apeonando y cruzándose entre ellas. No le tienen miedo a los coches. Están acostumbradas. Cosa distinta es cuando vas con la escopeta en la mano y a pie. En ese momento saben guardar muy bien las distancias.
Esta vez a diferencia de la jornada anterior cazamos en otro  lote, con abundancia de chaparros, retamas y esparteras. Anduvimos un buen rato, sin pegar ni un solo tiro. A pesar de que unos días antes había llovido, el campo sigue muy seco y la caza va muy delante porque nos oye. Si no eres capaz de hacer bien la mano y meter la perdiz en el monte, después de haberlas volado varias veces, tirar  a una patirroja en un rastrojo  es muy complicado porque no te deja muchas opciones y vuela muy larga. En días con viento es otra cosa porque la perdiz aguanta más.
Empecé la mañana con la Mateo Mendicute, pero solo pude tirar a dos perdices, de las que me colgué una ,pudiendo haber hecho un doblete, pero erré la segunda. A la hora del taco cambié de escopeta y cogí la Pedro Arrizabalaga, que aún no había tenido ocasión de probar, después de recogerla de la armería y hacerle algunos cambios en la culata y en el gatillo. Es algo cerrada, sobre todo, el segundo cañón que tiene 11 décimas, una estrella cerrada, aunque para la perdiz al salto no es una mala opción, teniendo en cuenta la distancia a la que salen en esta época del año y muchos tiros los hacemos a más de 45 metros.
Me hubiera gustado plomearla antes para ver como hace el tiro, si alto o bajo, pero no fue posible, así que, qué mejor ocasión para probarla que un día de caza. Dicho y hecho.
Aunque en este caso, el estreno no fue muy provechoso que digamos, y erré la primera perdiz, que a priori no entrañaba ninguna dificultad. Pero hasta las más fáciles se fallan. Afortunadamente, la cosa mejoró y a continuación abatí un conejo y una perdiz larga a la que le tiré de saque, sin apenas tiempo de apuntarla, que es como se mata la caza. Tampoco es que diera muchas más opciones.
En el cielo, las siluetas de las águilas nos observan mientras cazamos. También ellas están buscando algo que llevarse al buche.
Syrah levantó mucha caza, sacándome de tiro en  muchas ocasiones. Se adelanta demasiado, es muy nerviosa y malogra muchas oportunidades. Debe serenarse para que formemos un buen tándem. Aún es joven y tiene mucho tiempo por delante.
Luego me tragué dos seguidas. Una de ellas, la sacó Syra, llegando al coche, de dentro de una mata. Cesáreo contuvo la risa y dijo que él no había visto nada. A lo que yo asentí cabizbajo con la cabeza.
Sobre las dos del mediodía dimos por concluida la jornada cinegética. Cuando salíamos por el camino en dirección a la casa, Césareo nos avisó de las perdices que íbamos a ver. Efectivamente, no se equivocó.

 De regreso a casa, paramos como de costumbre en el Restaurante Casa Valencia de Almansa, donde nos prepararon un delicioso arroz seco de bogavante, de los mejores arroces que he probado en mi vida, regado con un excelente Marqués de Cáceres, crianza.  El arroz no era del todo seco ni tampoco meloso. Estaba en su punto de cocción. De aperitivo no podía faltar la ensaladilla de sepia  y las croquetas de jamón y pollo.

Huroneando por tierras de Fontanars

Fantástico día de conejos con hurón en la finca de un amigo mío en Fontanars del Alforins.  Una magnífica finca de caza menor en plena Toscana valenciana con cerca de 200 hectáreas  de viñedos, olivares y almendros. Día completo porque por la tarde hemos ido un rato al tordo a la choca, que es cuando entran a dormir a poca noche.
A pesar del gélido día y del fuerte viento que ha arreciado durante todo el día, estamos en plena ciclogénesis explosiva,  la jornada se ha dado muy bien y "Ronaldo" ha hecho un trabajo extraordinario, con un par de lances memorables.


Cuando oyes las carreras bajo tierra, debajo de tus pies, que parece que haya un pequeño terremoto alrededor, el corazón se te pone a mil por hora.  La adrenalina se dispara. Y esto ha ocurrido hoy en un par de ocasiones.
Ronaldo es mucho Ronaldo. Hoy ha dado buen ejemplo de ello. Tras esperar casi media hora en la boca de la madriguera, al final el resultado ha dado sus frutos. No ha sido uno sino dos los conejos  que han  salido a la carrera a una velocidad endiablada.
Hemos echado el hurón en varias bocas, en aquellas que veíamos que no estaban muy huroneadas. Si la tierra está movida o hay excrementos cerca, buena señal. Otra cosa es que el conejo esté dentro de la madriguera porque puede estar fuera, comiendo.
En un par de ocasiones, el conejo se ha percatado de nuestra presencia, echándose atrás y entrando de nuevo en la madriguera.  Ese conejo ya está resabiado y le costará más tiempo salir. Son  muy astutos y listos.


Para evitar que esto ocurra, conviene no ponernos delante de la madriguera sino un poco más atrás, dejando libre la boca y, sobre todo, es importante que no les dé el viento porque nos delatará enseguida. Todas las previsiones que tomemos son  pocas.
Cuando echamos el hurón en una zona con mucha piedra, hay que armarse con un poco más de paciencia de la habitual porque aunque a nosotros nos parezca fácil dar con el rabudo debajo está lleno de intrincadas y angostas galerías que hacen muy difícil dar con él. Si, además, en el interior hay gazapos, algo muy habitual, pues las conejas están cada dos por tres pariendo, la espera puede ser interminable.
La caza del conejo con hurón es una práctica cada vez más extendida por los cuantiosos daños que los lagomorfos causan en las cosechas y que lleva de cabeza a muchos agricultores.
En la finca que hoy hemos estado cazando, con cerca de 80 hectáreas de viñedo y algunas plantaciones nuevas, abatir conejos con hurón se ha convertido en una obligación para el propietario que lucha para sacar adelante sus explotaciones.


sábado, 11 de noviembre de 2017

Empezando la temporada: de caza en El Bonillo

Debido al intenso calor que ha estado haciendo hasta bien entrado el otoño, este año he optado por esperarme hasta el mes de noviembre para ir a cazar, a la espera de que bajen algo las temperaturas. En octubre rondaban los 27 grados. Demasiado calor para ir a cazar. Es más propio ir a la playa con estos calores que salir al campo detrás de las perdices.
Casi un mes después de abrirse la veda me fui a El Bonillo, al coto La Patirroja. Esta vez me ha acompañado mi mujer Dolores, que aguantó estoicamente las 3 horas que estuvimos cazando.
Cuando llegamos a la casa nos esperaba Francisco. Cesáreo esta vez no pudo acompañarnos porque estaba con otra cuadrilla. Kiko el dueño de la finca, ya tenía preparado el permiso para cazar. Así que fue recogerlo y subirnos al coche.
Nos quedaban un par de kilómetros hasta llegar al lote que nos había tocado.
Nada más llegar al coto empezamos a ver los primeros bandos de perdices, que parecían no tenerle miedo al coche. El camino es un reguero de perdices.  En los comederos, pero también en los caminos hay comida en abundancia.
Este viaje me traje también  conmigo la Pedro Arrizabalaga que esperaba estrenar después de unas modificaciones que le había hecho en la culata y en el gatillo, pero tendrá que esperar mejor ocasión porque al final tiré con la Mendicute.
Syra, que cobró muy bien, anduvo muy nerviosa, volando perdices sin parar. Cuando se tranquilizó, cazo más a la mano. Normalmente, los labradores que son muy buenos cobradores suelen ser perros  tranquilos que no andan espantando la caza. No me gusta ponerles collar y andar con el mando a toda hora.


Al poco de salir arranca una perdiz del barbecho que abato, tras meterle un par de perdigones en la cabeza. Apenas la toqué, pero un plomo en la cabeza es suficiente para derribarla.
He cambiado de munición. Hasta ahora siempre tiraba Armusa PLa 1, séptima ,de 34 gramos. Las escopetas paralelas suelen ser bastante más pegonas que el resto de las armas, así que este año he optado por tirar 32 gramos. La diferencia es considerable y me encuentro más cómodo. Esos dos gramos de diferencia entre un cartucho y otro se notan. Y en verano con el calor más aún, por lo que es preferible tirar munición más suave. Nuestro hombro lo agradecerá.
Las perdices apeonan a larga distancia. El terreno está muy seco. Apenas ha llovido. El ruido de nuestras botas al pisar el terreno nos delata y la caza va delante. Syra me saca de tiro varias perdices. El guarda me avisa de que aguante a la perra o tiraremos las perdices fuera del coto. Dolo me sigue a corta distancia, avisándome de los bandos de perdices que se ven a lo lejos.
A mitad mañana hicimos un receso y nos  tomamos unos bocadillos de chorizo con queso, con pan recién hecho que nos supieron a gloria bendita. Nada como comer en el monte. Aquí todo sabe distinto. Nos faltó echar la bota con el vino.
Tras el taco, continuamos en el monte detrás de las patirrojas, cobrando alguna pieza más y errando otras. Francisco va dirigiendo la mano. Nos adentramos en una zona de esparteras muy querenciosa para las perdices, pero, sobre todo, para los conejos. Vuela una perdiz hacia abajo a una velocidad endiablada, que engancho de segundo tiro. Syrah va como una flecha en dirección hacia ella. Me espero a que la cobre. Al ver que tarda, decido bajar. La perra no lleva la perdiz en la boca. Francisco que se percató del lance también se acerca y vemos el pelotazo, y un montón de plumas, pero ni rastro de ella. Continuamos cazando y al  poco Syrah da con ella. La perdiz a pesar del pelotazo estaba de ala. Era un macho viejo que había sobrevivido a varias batallas.
Sobre las 13,30 dimos por concluida la jornada, con media docena de perdices en el zurrón y un conejo.
De regreso a casa, paramos como de costumbre en el Restaurante Casa Valencia de Almansa, donde Daniel nos preparó un deliciosa paella de verduras. De entrada: croquetas  de jamón y pollo y una deliciosa ensaladilla de sepia de bocas de mar. Día redondo.



viernes, 10 de noviembre de 2017

"Pala" en el primer día de caza en Fontanars

El primer día de caza en Fontanars dels Alforins, que se abrió para la perdiz el pasado domingo día 5, fue para olvidar. Tal es así, que muchos cazadores han optado por no renovarse el talón de caza ante el desánimo de muchos de ellos, como reconoce el propio Juan Carlos Bataller, miembro de la junta directiva de la sociedad de cazadores L'Alforí.
"De los cerca del centenar de escopetas que salieron a cazar ese día no se abatieron ni media docena de perdices  entre todos", asegura apesadumbrado Bataller.

Las razones de esta falta de perdices en el campo hay que atribuirla a la abundancia de alimañas, sobre todo, jabalíes, cuya población ha crecido enormemente al no tener depredadores naturales , al intenso calor que ha hecho durante el verano y a la falta de lluvias pero, sobre todo, al cambio de hábitat.


Antes Fontanars era una zona muy buena para la caza. No era difícil regresar a casa con una buena percha de perdices en el zurrón. Pero el paisaje ha cambiado sustancialmente. Donde antes había viña en vaso ahora se levantan enormes palos con alambres en espaldera, donde la perdiz ya no cría. Los tratamientos fitosanitarios y, sobre todo, los herbicidas han sido letales para la fauna salvaje.
No se explica de otra forma de cómo habiendo bandos de perdices en la primavera, aunque no muy numerosos, al abrirse la veda no haya quedado ninguno o muy pocos.
A pesar de que el cupo por cazador y día era de una perdiz, la mayoría, como se dice en el argot cinegético hizo "pala" y no abatió ninguna patirroja.
Ante esta dramática situación , la sociedad de cazadores L'Alforí debería plantearse,  si no es más aconsejable en estos momentos, cerrar la veda para la perdiz y dejarla abierta solo para el conejo, la liebre y el tordo a la espera de que la situación mejore y la perdiz se recupere.
Hay quien sostiene, sin embargo, que esto tampoco garantiza que el año que viene vaya a ser bueno desde el punto de vista cinegético porque son muchos los factores que intervienen en la cría de perdices para que un coto se repueble de manera natural, sin soltar perdices de bote.
Pero en lo que sí estaremos todos de acuerdo  es que la base fundamental es  una buena gestión cinegética. Y eso se hace tomando medidas por drásticas que puedan parecernos a priori, pensando siempre en el bien y en el interés de la caza.


sábado, 14 de octubre de 2017

Pobre balance en el primer día de caza


Mucha ilusión por la apertura de la veda para muchos cazadores, pero pocos tiros en el primer día de caza en Fontanars dels Alforins. Para la perdiz habrá que esperar hasta el primer domingo de noviembre. Otras sociedades como La Font de la Figuera han retrasado su apertura al mes de diciembre, a la espera de que los viñedos pierdan toda su hoja y la perdiz esté más fuerte.
En Fontanars, la perdiz  se ha abierto en la sierra, no así en los bancales. Para abatir una perdiz en el monte se necesita, además de unos buenos perros; saber cazarlas porque el monte está muy cerrado, con mucha maleza, lo que dificulta mucho dar con ellas y poder abatirlas. Solo los cazadores más experimentados saben cómo entrarles, si no es así, te torean. Suelen ser bastante más listas que nosotros.

El sofocante calor que está haciendo en pleno mes de octubre  no ayuda mucho en estos primeros días de caza. El campo está muy seco. Hubiera sido preferible esperar unas semanas más, a ver si la lluvia hace acto de presencia y refresca un poco, que hace mucha falta.
Cazar con frío es doblemente gratificante  para cazador y perros. Los perros trabajan mucho mejor, sobre todo, los que cazan de nariz. No sería la primera vez que se muere un perro por un golpe de calor. Hay que andar con mucho cuidado y estar muy pendientes de ellos para que no les falte agua en todo momento. Si no la llevamos encima, hay que buscar codollas para que se refresquen.
Solo el conejo y la liebre han dado algunas satisfacciones a los cazadores, si bien se ha muerto mucho conejo debido a la neumonía hemorrágico vírica, que hace años diezmó mucho la población, al igual que la mixomatosis.
El tordo o zorzal que por estas fechas ya se empezaba a ver alguno, debido a la adversa climatología tampoco ha entrado. Al tordo a parte de la aceituna, le gusta mucho comer los restos de uva que todavía quedan en los campos. Otros años yendo detrás de las patirrojas era raro no topar con ellos dentro de los viñedos. Pero su caza al salto es más complicada que en puesto fijo.









lunes, 11 de septiembre de 2017

Buen día de tórtolas en Socuéllamos

No anduvo nada desencaminado Fran en su pronóstico. Se dio un buen día de tórtolas. Tras no pegar ojo en toda la noche, a las 6 de la mañana llegaba a Ossa de Montiel. Viaje tranquilo, con poco tránsito y sin nada de niebla.
De camino a Socuéllamos, Fran nos alerta de que llevemos cuidado con la carretera sinuosa que separa la Ossa de Montiel de Socuéllamos por el tránsito de ciervos y jabalíes.
Al llegar a Socuéllamos se nota que estamos en tierra de vinos y de viñedos. Nos cruzamos con varios tractores que han estado recolectando la uva durante la noche, para a primera hora de la mañana entrarla a la bodega. El destello de los pirulos es inconfundible.
Pasadas las 7, ya estábamos en nuestros puestos. Los termómetros marcaban 10 grados. No parecía que estuviéramos en verano. Tuve que ponerme algo de ropa de abrigo para no pasar frío.
En el bar del pueblo hicimos el sorteo. A mí me tocó el número 1, a priori un buen puesto. A mi lado Genaro, con el 2. Sobre el papel, los mejores.
Nos colocaron delante de una parra. Detrás de nosotros, un campo inmenso de pipas. No hacía falta la barraca. La parra nos cubría lo suficiente para no ser vistos. Los coches estaban cerca, con lo cual no era necesario ir muy cargados.
Las pipas habían sido segadas unos días antes, pero había comida suficiente en el suelo y las tórtolas salían de sus dormideros a comer.
Al poco de colocarnos, abato la primera de la mañana de un certero disparo. Genaro en el extremo del campo de viña no da a basto. Se le comen. Me llama al móvil para que me ponga con él. Estoy un rato, pero se mueven también por mi puesto. Y para allí que me voy de nuevo.
Lo más incómodo fue tirar cara al sol. Me puse un rato las gafas, pero me resulta incómodo tirar con ellas.
No sé qué hora sería, pero por encima de mi cabeza, me pasaron tres sisones. Inconfundible su siseo continuo cuando baten las alas.
A mitad mañana comparto almuerzo con Genaro y con el compañero de puesto, que tienen la amabilidad de darme un  trozo de su bocadillo. A mí se me había olvidado prepararlo. Pensaba comprarlo  en el bar de Ossa, pero no había pan. Normal a esas horas.
La tórtola estuvo pasando hasta más o menos las diez de la mañana, a partir de ahí hubo un parón, que aprovechamos para irnos a tomar algo al pueblo. No es lo mismo un puesto de comida, como en el que estábamos, que uno de agua, donde la tórtola o el torcaz aprovechan las horas de más calor para echarse a beber y refrescarse.
Dio la casualidad que ese día había una tirada al plato con fines benéficos en Socuéllamos. Estuve un rato viéndola y después aproveché para echar una cabezadita en el coche, que mi cuerpo agradeció.
Sobre las 2 picamos algo en un bar del pueblo, que se encontraba atiborrado de gente. Teníamos que comer rápido porque a primera hora de la tarde teníamos que estar de nuevo en los puestos, ya que por la mañana no las habíamos dejamos comer y era de prever que volvieran a saciar el buche.
Por la tarde se movió algo de viento. Con viento, la paloma no vuela tan alto y da más opciones al cazador. Yo me puse en el mismo puesto. Ya lo dice el refrán: Más vale lo malo conocido... Al irse Ramón y Genaro, Fran puso en su puesto, otras dos escopetas, pero por la tarde no se movió tanta caza como por la mañana. Aún así pegamos algunos tiros y lo pasamos en grande.
La nueva orden de vedas de Castilla La mancha ha establecido un cupo de cinco tórtolas por cazador y día. La mitad que el año anterior y se prohíbe su caza en la temporada general. En el torcaz no hay cupo.
Sobre las 7 y ya con el cupo hecho, recogí los bártulos y me fui para casa. Por delante me quedaban un  par de horas de viaje. En Socuéllamos cogí una autovía que no conocía, la A-43, que enlaza con la de Albacete, así que no tuve que coger ninguna carretera comarcal y me resultó más cómodo que la ida. Y cuando uno está cansado, se agradece doblemente.



sábado, 9 de septiembre de 2017

De tórtolas

Ayer tenía varias llamadas  de mi amigo Genarito y de Fran. Me llamaban para decirme que hay una buena de tirada de tórtolas en Socuéllamos. Al parecer no se ha tirado todavía, aunque estamos a finales de temporada.
Fran ha estado por allí y ha visto mucho movimiento de pájaros. Que lo diga Fran es una garantía porque es uno de los pocos profesionales honestos que conozco. Luego, los que somos cazadores ya sabemos cómo es la caza.
Los puestos se van a colocar en un campo de girasol. Las pipas están secas y es un manjar para palomas y tórtolas.


Veremos cómo se da porque esto de las migratorias es imprevisible y una lotería. He mirado las previsiones meteorológicas y no da señal de tormentas.
Ya he echado al coche todos los bártulos. Escopetas, cartuchos, silla, pantalla, chaleco, gorra ... Me falta la nevera para llevar agua fresquita por si hace calor. En el puesto se agradece beber agua fría y tomar algún bocado.
La nueva orden de vedas de Castilla La mancha ha establecido un cupo de cinco tórtolas por cazador y día. La mitad que el año anterior y se prohíbe su caza en la temporada general. En el torcaz no hay cupo.
Aunque me he puesto el despertador a las 3,30 de la madrugada, supongo que esta noche toca no dormir por los nervios

viernes, 8 de septiembre de 2017

Día de la mujer cazadora: un reconocimiento esperado y merecido

La Federación Alicantina de Caza ha organizado el día de la mujer cazadora. Será este próximo domingo día 10 en el campo de tiro "La Rambla" en L'Alqueria de Aznar. Se han preparado diversas actividades como: tiro con arco, compak sporting, foso universal, cetrería, ...
De momento, hay inscritas 60 participantes y se espera que el número aumente en las próximas horas, según ha señalado la responsable del evento deportivo Carla Reig, reciente campeona autonómica de caza menor con perro.
Carla, nacida en Muro de Alcoi es, además, la primera mujer en ocupar un puesto directivo en la Federación Española de Caza de la Comunidad Valenciana. Y es de esperar que cada vez haya más presencia femenina en el organigrama de la Federación de Caza a nivel nacional por el bien del deporte hasta ahora solo dirigido por hombres.
La reciente muerte de Mel Capitán, conocida cazadora y bloguera con cientos de seguidores en las redes sociales, tendrá su merecido recuerdo entre los asistentes.
En el ámbito cinegético, el número de mujeres que práctica la caza en España sigue siendo muy reducido, aunque poco a poco va creciendo la afición entre las féminas. Del millón de licencias de caza expedidas en España, solo un millar corresponde a mujeres, según datos de 2015 . Sin embargo, en países como EEUU, Canadá o Australia, el porcentaje de mujeres cazadoras es muy elevado porque la percepción que en estos países tienen de la caza es muy diferente al nuestro.
Sin embargo, en modalidades deportivas como el tiro al plato o el compak sporting hay un nivel muy alto, con tiradoras como Fátima Gálvez, campeona del mundo en 2015 y de Europa en Foso Olímpico en 2011 o la almanseña Beatriz Laparra, que tiene en sus vitrinas todos los títulos habidos y por haber.
Merecido y esperado homenaje, pues, a la mujer cazadora.


jueves, 31 de agosto de 2017

No me van a callar

He compartido un artículo mío que ha salido publicado en este mismo periódico en la edición de comarcas con un grupo de wasap de cazadores y tiradores al que pertenezco desde hace unos días y del que me acabo de dar de baja por otras cuestiones que no vienen al caso, sobre la proliferación de liebres en Fontanars dels Alforins , y uno de sus miembros, cuyo nombre no voy a revelar, me ha recriminado que en el artículo, cuando escribo sobre la caza de la liebre con galgos, como una de las modalidades de caza con más arraigo y más antiguas que se practican en España, haga referencia a la muerte de estos animales a manos de algunos desalmados que se llaman cazadores, pero que son auténticos matarifes, que cuando termina la temporada cinegética deciden colgarlos o pegarles dos tiros, bien porque el animal es mayor, ha tenido una lesión o sencillamente no era lo que se esperaba de él y no ha ganado ninguna carrera. Esta persona, considera que no es "apropiado ni oportuno" que un cazador escriba y diga algo así. Inmediatamente le he contestado, diciéndole que por desgracia es una realidad que ocurre todos los años. Una auténtica lacra que hay que erradicar y contra la que hay que luchar de manera decidida y es responsabilidad nuestra contarlo.
Que sea cazador y me guste la caza y el tiro no es obstáculo en absoluto para denunciar y reconocer este tipo de hechos, absolutamente reprobables y deleznables, que siguen produciéndose en el mundo de la caza, especialmente entre los galgueros. Es más, creo, que es una obligación de todo buen cazador denunciar estos hechos, que ensombrecen el buen nombre de la caza y de los cazadores.
En todos los colectivos hay desaprensivos y mala gente, y la caza no es ninguna excepción. Negarlo es enmascarar una realidad que por desgracia sigue ocurriendo y mi obligación, como la de todo aquel que ame la caza y a los animales es denunciarlo. Nos guste o no.





miércoles, 23 de agosto de 2017

Ya falta menos


Ya estoy contando los días que faltan para que se abra la perdiz, deseoso de salir al campo con los perros detrás de las patirrojas y notar el olor a tierra mojada bajo mis pies y el rocío de la mañana.
Este año por desgracia no me acompañará mi buen amigo Pepe Sala, que nos dejó el pasado mes de marzo y con el que he compartido innumerables y magníficas jornadas de caza. Lo voy a echar mucho de menos porque Pepe aparte de un buen amigo, era un excelente cazador y compañero.
Sin embargo, estoy ilusionado porque por primera vez voy a cazar con dos labradores. Syra, una preciosa labradora, color chocolate, que ya tiene año y medio, y que el año pasado ya vino conmigo y que empieza a tener afición, y Coto, un labrador dorado todavía muy joven, tiene ahora cinco meses, pero que el otro día  me sorprendió gratamente cuando le solté una codorniz y la cobró, entregándomela en la mano, sin lastimarla. Estos perros lo llevan en los genes.
Para mí es la raza perfecta. Son nobles, cariñosos, obedientes, cazan a la mano y son grandes cobradores. En el cobro en el agua ningún otro perro le hace sombra.
Cuando te vas haciendo mayor, como es mi caso, un perro que no se aleja y al que no tienes que ir llamándole cada dos por tres ni colocarle un collar eléctrico para que te haga caso, se agradece. No hacen una muestra espectacular como los pointers o los bracos, pero son muy efectivos. Hace más diez años que cazo con labrador y no cambio de raza.
Como todos los años subiré a El Bonillo al coto La Patirroja, cuyo propietario es Kiko. Perdiz sembrada, pero de excelente calidad y vuelo potente. Espero hacer algún ojeo, pues el año pasado no pude participar en ninguno, aunque prefiero la perdiz al salto o a palo mata con perro antes que tirar a perdices enviadas.
Tengo pensado, si no pasada nada,  ir de nuevo a La Quéjola , una finca de caza menor que se encuentra ubicada en un pueblecito manchego que se llama San Pedro en la provincia de Albacete. Me supo a poco la última que estuve con Sala y Tortosa y me pareció un cazadero formidable, con una excelente organización a cargo de los responsables de la finca. Tiene una perdiz de muy buena calidad también. El cazadero es monte bajo con carrascas  y romeros, con gran densidad de conejos.
Este año, además, voy a cazar con otra paralela. Una Pedro Arrizabalaga que me he comprado con culata inglesa y pletina larga jaspeada, que he recogido estos días de la armería, pues he tenido que modificar la culata porque me venía algo corta. He aprovechado para ponerle el gatillo articulado y quitarle el seguro automático. Un sistema que por seguridad llevaban antes muchas armas Se activa en el momento montas el arma, pero es muy fácil olvidarte de quitarlo cuando vas a disparar. Estoy deseando probarla.
Hace tiempo que vendí la repetidora que tenía, una Beretta y cazo con paralela. Una Mateo Mendicute, de dos gatillos, con cañón de tres y una estrellas. Ideal para cazar.
La Arrizabalaga es bastante más cerrada, ya que el segundo cañón es full, 11 décimas. Perfecto para el torcaz a la contrapasa o al pato, que requieren choques más cerrados al hacer tiros más largos. Para compensarlo, utilizaré un cartucho más abierto.


miércoles, 16 de agosto de 2017

Amadeo Garrido gana la tirada de pichón y codorniz a tubo de Vallada


El tirador de Vallada, Amadeo Garrido Juan se proclamó vencedor de la tirada mixta de codorniz y pichón a tubo celebrada el pasado miércoles en el campo de tiro "El Tollo" de Vallada.

                                                 Amadeo Garrido en un momento de la tirada.

Garrido fue el único tirador de los 113 inscritos, que acabó abatiendo los 10 pájaros, convirtiéndose en el campeón absoluto de la tirada.
En la categoría de veteranos se impuso Vicente Amat; en damas, Carla Reig y en junior, Jonatan Almendro.
El concurso se disputó a dos vueltas, de 6 y 4 pájaros respectivamente. En la primera se tiraron 3 pichones y 3 codornices en dos máquinas. Y en la segunda ronda, dos y dos.
La tirada que comenzó puntual se prolongó hasta bien entrada la noche, dificultando los aciertos de los participantes.
La enorme dificultad que entraña este tiro, donde el pichón sale a una velocidad de vértigo provocó numerosos ceros entre los tiradores.
Esta modalidad, conocida popularmente como "pari- pari" empezó a practicarse por la zona de Alicante y se solía tirar, como me explicaba Pepe Mora, al finalizar las tiradas de pichón a caja "en plan pull con las máquinas mucho más lejos. Ten en cuenta que en los pari-pari con 3 pájaros abatidos, ya sueles entrar en premios".
Los pájaros de Alabau procedentes de esta granja cinegética  hicieron honor a su bravura y se lo pusieron muy difícil a los tiradores.
Día caluroso, que no impidió a numerosos aficionados acercarse hasta las instalaciones del campo de tiro El Tollo a participar en el concurso.

Santiago Gómez, uno de los organizadores del evento deportivo agradeció la alta participación y pidió disculpas a los tiradores que no pudieron inscribirse debido a la falta de tiempo.

martes, 15 de agosto de 2017

La media veda


Tal día como hoy 15 de agosto, quien suscribe estas líneas, estaba cazando. No perdonaba ni un día. La noche antes no pegaba ojo, pensando en los torcaces que iba a matar. Luego, a lo mejor, no disparábamos un tiro, que era lo más frecuente, pero íbamos con esa ilusión, que todo cazador tiene antes de echarse al monte y que no se debe perder nunca.
No tenía pereza en despertarme a las 4 de la madrugada  o la hora que fuera para coger el coche y recorrer varios centenares de kilómetros.
Por la carretera solía cruzarme con otros cazadores, que subían al igual que yo a La Mancha, con su remolques llenos de perros para cazar la codorniz.
No sé si es que me estoy haciendo mayor, pero he perdido esa ilusión que tenía antaño cuando sin necesidad de que sonara el despertador, ya me había levantando. Cuando se pierde ese gusanillo, mala cosa. Es la antesala para colgar la escopeta. Y yo, de momento, me resisto a hacerlo.
Para ir a la paloma hay que madrugar mucho o irte la víspera y dormir allí. Pero a mi amigo Ramón Ferrero y a mí, quien tiene mucha culpa de que haya perdido la afición porque ya no vamos a cazar juntos, no nos gustaba nada dormir fuera de casa.
Quedábamos en La Font de la Figuera, allí me recogía y nos íbamos juntos. Solo el viaje ya valía la pena.
Teníamos un magnífico coto de caza en Ossa de Montiel. "Peñadorada" se llama. O por decirlo como toca, para que no me riña Baltasar, "Peña horadada". Pero los "Venera", que son quienes regentan el coto, siempre lo han llamado "Peñadorada". Y, sinceramente, a mí me gusta más así también. Suena mejor, incluso.
Digo teníamos porque hace tiempo que lo dejamos. Después he ido alguna vez, pero pocas. Allí he vivido mis mejores lances de caza. A la paloma, al pato, a la codorniz, al conejo, a la perdiz o al tordo.
Ramón decía que era el mejor coto de España y no le faltaba razón. Además, de ser muy completo, era muy cómodo de cazar. Nada abrupto y llano. Monte bajo con romero y carrascas. Paisaje manchego en estado puro.
Uno de mis sitios preferidos para poner la barraca o colocarme bajo una sabina era el barranco. Cuando el río, que transcurre sinuoso llevaba agua, las palomas no se hacían esperar.
Siempre me acompañaba mi perrita Sénia. Todavía sigue conmigo, pero ya no viene a cazar. Antes de ponernos al torcaz, aprovechábamos las primeras horas de luz para salir un rato a la codorniz. Si se daba bien la percha, continuaba de rastrojo en rastrojo y ya no me preocupaba de las palomas.
 Soy bastante nervioso y no aguanto quieto en el puesto sin moverme y eso en la paloma torcaz es sagrado porque a la mínima te ven y ya no entran. Tiene que haber mucho movimiento de palomas para que yo aguante en el puesto. Los hay que permanecen inmóviles durante horas, aunque caiga un sol de justicia y no pase por allí ni una totovía.
Fran siempre lo tenía aquello listo. Las bebedoras llenas y comida esparcida por los caminos para cebarlos. Fran, el mediano de los Venera, continua preocupado y ocupado por la caza y por los cotos que gestiona junto a su hermano Isaac en Ossa de Montiel: La Carolina y la Sierrecilla.
Si ese año tenías la suerte porque el año había sido llovioso de que la laguna estuviera llena de agua era un auténtico paraíso cinegético por la cantidad de especies que allí se daban cita: Garzas reales, águilas, collverds, ..
Ramón y yo hacíamos muchos viajes antes de que se abriera la veda, solo por el gusto de ver el coto. Al aproximarnos a la orilla de la laguna, dábamos unas palmas y una nube de patos salía de aquel paraje natural y se perdía en el horizonte para más tarde regresar.
El grupo se deshizo, que es lo que suele pasar en estos casos y ahora cada uno anda por libre. Algunos ya no cogen la escopeta. Y a muchos, pues éramos 8, ya les he perdido la pista.





domingo, 13 de agosto de 2017

Bernabeú gana la tirada de Vallada

El tirador de Ibi firmó un pleno de 25 aciertos en el desempate

El tirador de la localidad alicantina de Ibi Fernando Bernabeú se proclamó vencedor de la tirada al plato en la modalidad de foso universal celebrada el pasado sábado día 12 en el campo de tiro "El Tollo" de Vallada.
El concurso que se celebra todos los años con motivo de las fiestas patronales congregó a 36 escopetas.
Bernabeú acabó la serie con 24 platos, al igual que otros cuatro tiradores, imponiéndose en el "barrage", tras firmar un pleno en la serie de desempate. El segundo puesto fue para Martín Guerola, de Quatretonda (24) y la tercera plaza para el tirador de Onil, Antonio Reche (23).
Con 23 platos acabaron los tiradores: Antonio Jiménez, Fernando y José Bernabeú San Juan, Patricio Simó y Juan Martínez "Tardá".
El buen tiempo hizo que se acercaran hasta Vallada, tiradores de localidades próximas como Quatretonda, Ontinyent, Biar, Onil, Ibi o Alcoy.
Aunque no es muy frecuente la presencia de tiradoras en estas competiciones, Asunción Bañón no faltó a su cita y acabó anotándose una fantástica serie con 22 aciertos, lo que le llevó a subir al podio en su categoría.   

 En la foto de izda a dcha. Martín Guerola, Fernando Bernabeú, José Bernabeú, Asunción  Bañón , Juan Carlos Palomares y Antonio Reche.

sábado, 5 de agosto de 2017

De torcaces en la media veda


En unos pocos días se abre la media veda. En la Comunidad Valenciana será el próximo domingo día 13. Castilla La Mancha lo hará una semana más tarde, el 21 de agosto.
Aunque la paloma torcaz se ha hecho sedentaria en muchos rincones de España, basta con ir a Madrid para verla en jardines y parques, siendo una auténtica plaga, la que llega aquí viene mayoritariamente del norte de Europa.
Acertar con un día bueno de torcaces es una lotería. Un día ves bandos enteros comiendo en campos de yeros o posados en las pipas y al día siguiente no hay ni uno. Es que como si se los hubiera tragado la tierra. Desaparecen. Si encima has tenido que recorrer cientos de kilómetros para encontrar un buen puesto, y te vienes con las manos vacías, al igual que la billetera y la canana llena, la cara de idiota que se te queda, te dura unos cuantos días.
Ni siquiera cebándolos te aseguras una buena tirada.  La paloma al ser un ave de paso es imprevisible. Hasta el mismo día no sabes cómo te va a ir la jornada. Tienes que hacer muchos viajes para acertar alguno. Mi amigo Ramón Ferrero que era un apasionado de la paloma torcaz al paso y al cimbel realizaba muchos viajes , alguno de los cuales resultaba un fiasco hasta que encontraba uno bueno, y lograba una buena percha. Cuestión de tiempo y de dinero.
En las cacerías de paloma torcaz que se organizan y donde es frecuente el engaño porque una vez has pagado, no te devuelven el dinero, aunque no hayas pegado ni un tiro, deberían hacer como en muchos cotos con la perdiz, cobrar por pieza abatida. Así no habría engaño posible. Establecer un precio razonable por pájaro muerto y no por día de caza. O si me apuran, incluso, por cartucho tirado porque hay quien necesita tirar una caja para abatir un torcaz.
Fontanars dels Alforins no es una zona donde abunde mucho la paloma, pero el año pasado hubo un par de días muy buenos, sobre todo, a la tórtola. Entraban a comer a un campo de pipas y quienes tuvieron la suerte de estar allí ese día, disfrutaron de lo lindo. Porque, además, el tiro de la tórtola es de los más difíciles que hay debido al vuelo zigzagueante que tienen estas pequeñas aves, que emigran del norte de África y nos vistan por estas fechas.
Muchos cazadores madrugan los días previos a la abierta para ver si hay algún paso de torcaces y colocar estratégicamente la barraca. Hay quien le dedica a esta tarea muchas horas porque es importante que la paloma no te vea y estar bien camuflado, ya que la paloma tiene mucha vista y al menor movimiento que hagamos nos ve y no entra, pero he visto puestos que están tan cerrados, que ni el cazador ve la pieza.
En cuanto a la codorniz, la otra gran protagonista de la media veda, su presencia en esta zona es nula debido a la falta de humedad y, sobre todo, al laboreo intensivo que no le favorece en nada. Los rastrojos son labrados nada más recogerse el cereal, al igual que la paja y en esas condiciones es muy difícil que la codorniz críe y se quede con nosotros.
En Fontanars dels Alforins, aunque no es una zona codornicera como ocurre, por ejemplo, en la zona de Castilla y León, donde se produce el mayor número de capturas  ha habido algún año bueno, pero siempre que las condiciones meteorológicas han ayudado, ya que aquí predomina el secano y la codorniz busca zonas frescas.

Suele decirse que mal año de cosechas, mal año de capturas. Y ese año desde el punto de vista agrícola ha sido bastante malo, registrándose una merma en la cosecha de cereal en torno al 50%.

domingo, 23 de julio de 2017

Buen año de perdices

La falta de lluvias durante la primavera ha sentado bien a las perdices y ha permitido que muchas polladas salgan adelante. No es para lanzar las campanas al vuelo, pero podemos ser moderadamente optimistas porque hacía tiempo que no se veían bandos de 12 y 14 perdigones.
Lo que menos le gusta a las perdices, sobre todo, cuando tienen pocas semanas de vida es embarrarse. Si cogen barro en sus patas, se les seca, formándose una especie de bola que  les impide volar y mueren.
El otro día al entrar a casa conté dentro de la propia finca un bando que llevaría una docena de pollos. Seguramente se acercaron hasta aquí para beber agua del goteo, debido al fuerte calor del mes de julio.
Gabriel Enguix, agricultor y cazador, que está todo el día en el campo, cuando no es con el tractor es realizando otro  tipo de labores agrícolas, me indicaba que donde tiene el almacén donde guarda la maquinaría hay un bando completo con más de 20. "Todos los años crían aquí porque no se las molesta. Vienen buscando el fresco de la huerta. Les gusta revolcarse, sobre todo, cuando permudan"
Enguix afirma pletórico que este año ha visto más perdices que nunca. "El año ha acompañado bien. Hay perdices que son ya como codornices y apenas las distingues de las grandes. En la zona de la Rambla, que hasta ahora no se veían, he contado varios bandos", señala.
En las orillas del monte es donde más perdices se ven. Allí la perdiz se encuentra más protegida y resguardada ante el peligro de las águilas, muy abundantes por esta zona. Y es que la perdiz tienen muchos enemigos en el campo y sacar adelante a sus polladas es toda una proeza.
La Sociedad de Cazadores L'Alforí ,como ya hiciera el año pasado, retrasará la apertura de la veda hasta que los campos de viña pierdan toda su hoja. De esta manera, la perdiz tiene más defensa. Tendremos, pues, que esperar hasta el primer domingo de noviembre para ir detrás de las patirrojas. El día 12 de octubre se podrá cazar solo en la sierra, dejando los viñedos y los rastrojos para más adelante.



domingo, 9 de julio de 2017

Recuperar el hábitat para las patirrojas

Este es el quid de la cuestión y no otro. Si queremos que en un tiempo prudencial vuelva a haber perdices en nuestros acotados, tenemos que recuperar el hábitat que las perdices tenían antaño, antes de que llegara la agricultura intensiva, que es la principal responsable de que su población se haya reducido de forma considerable. No se trata de volver a arar con mulas y bueyes como lo hacían nuestros antepasados, pero sí, al menos, de cuidar y preservar más y mejor el ecosistema y, sobre todo, de no destruirlo.
Hablando estos días con Juan Carlos Bataller, que es miembro de la Junta directiva de la Sociedad de Cazadores L'Alforí,  de Fontanars y  que de caza sabe un rato, me reconocía que la perdiz sigue criando donde no se le molesta. "Los pocos bandos que se ven, están donde la perdiz puede sacar adelante las polladas, sin el agobio de la presencia humana. En el resto, no cría".
Muchos agricultores hemos transformado toda la viña que había en vaso en espaldera y la hemos mecanizado para obtener mayor rentabilidad a nuestras explotaciones. Y eso es muchas veces incompatible con una buena gestión cinegética, máxime cuando no hemos sido capaces de sustituir esos hábitats por otros, que hagan posible que la perdiz saque adelante a sus perdigones.


El cuidado de la viña hasta que llega la vendimia, allá por el mes de septiembre u octubre, salvo las uvas blancas que se recolectan antes, tiene multitud de trabajos: podar, mondar, quitar hierba, subir y bajar hilos, quitar bordes, despuntar, tratarla contra las enfermedades como el mildiu, la polilla o el oideo, etc, etc. Cada vez que realizamos uno de estos trabajos, molestamos a las perdices, que puedan haber hecho un nido debajo de una cepa o cerca de un ribazo. Cuando la viña era en vaso se realizaban también trabajos en el campo, pero muchos menos que ahora. Básicamente era una labor de tractor y no tanto de mano de obra como ocurre ahora, que se ha mecanizado la vendimia, pero hay continuas cuadrillas en los viñedos, realizando trabajos, prácticamente desde que empieza a mover la viña en marzo o abril hasta la vendimia, casi medio año.
Solo un dato. La paja que antes se dejaba en el campo durante semanas, ahora se empaca prácticamente el mismo día que se está cosechando el cereal, destrozando muchas veces los nidos. Las cosechadoras son auténticas trampas mortales para los animales. ¿Cómo queremos que haya codornices en los rastrojos de trigo, si no le dejamos si quiera refugio para que críen y se protejan de las alimañas?.
Queremos que haya caza, pero no cuidamos su hábitat. Y una cosa lleva a la otra.

La perdiz tiene innumerables enemigos en el campo. Si entre todos no le hacemos la vida un poco más fácil, terminará por extinguirse, como ya está ocurriendo en algunas zonas de España, donde tendremos que echar manos de los libros  y las revistas de caza para enseñárselas a nuestros nietos.

domingo, 11 de junio de 2017

Martín Guerola, vencedor de la tirada homenaje a Pepe Sala


El tirador de Quatretonda, Martín Guerola se proclamó vencedor de la tirada celebrada el pasado sábado día 10 en el campo de tiro "El Tollo" de Vallada en homenaje al tirador y cazador Pepe Sala, fallecido el pasado mes de marzo. La prueba congregó a casi medio centenar de escopetas.

Guerola , que acabó la serie tras sumar un pleno,25/25, se impuso en la muerte súbita a Emilio Benavent, también con 25. Ambos tiradores acordaron desempatar a un solo tiro en el barrage, en lugar de tirar una serie completa a 25 platos, imponiéndose el de Quatretonda.
La tercera plaza fue para el tirador Manuel Murcia, que ha sido varios años seleccionado en el equipo nacional de Foso Olímpico, que acabó entregando una tarjeta con 24 aciertos.
Día caluroso, pero apacible y buena organización de los responsables del campo de tiro El Tollo, que al acabar el concurso ofrecieron una merienda a todos los presentes. Todavía podía apreciarse en las moreras que nos protegen del calor en verano y nos proporcionan una agradable y fresca sombra durante los meses de estío, los daños de la tormenta del domingo pasado y el fuerte pedrisco que dejó a su paso.
Amadeo   Garrido , uno de los organizadores del evento reconocía el éxito y la buena acogida qua había tenido la prueba deportiva. "Ha venido gente de todos los rincones: Ibi, Agres, Ontinyent, Canals, Fontanars, Sellent, Moixent, Biar .. La respuesta ha sido fantástica. Sala era una persona muy querida"

Al finalizar la tirada se guardó un minuto de silencio en memoria de Pepe Sala y se soltaron dos palomas, gesto que fue aplaudido por todos los presentes.

viernes, 12 de mayo de 2017

Presagio de una buena temporada cinegética

Aunque todavía es pronto para aventurar como se va a dar la temporada cinegética, todo apunta a que esta campaña va a ser algo mejor que la anterior, dicho esto con todas las cautelas y reservas del mundo porque falta por ver si lloverá durante la primavera, lo que ayudaría, sin duda, a la nidificación de las patirrojas y de cómo se va a comportar el verano desde el punto de vista meteorológico,  ya que según todos los pronósticos va a ser muy caluroso.
En principio, pinta bien. Las siembras de cereal después de las lluvias del invierno están esplendorosas, con lo cual hay comida en abundancia. Los agricultores están comenzando a sembrar ahora el girasol y se prevé también una buena campaña, tras el desastroso pasado año, donde la sequía hizo estragos en los cultivos, echándose a perder casi toda la cosecha.
Aquí en Fontanars, se ven algunas parejas de perdices en el campo, lo cual es un síntoma de su leve, aunque lenta, lentísima, recuperación. Por diversas razones, el número de perdices se ha ido reduciendo hasta el punto de peligrar su especie, así lo señalan varios estudios, que alertan sobre la necesidad de tomar medidas de forma urgente. Está ocurriendo lo mismo con la tórtola común, cuya población ha descendido considerablemente. En este caso, ha sido la tórtola turca la que le ha arrebatado su espacio y la ha desplazado de la península. Tampoco la codorniz pasa por su mejor momento. Son muchas las voces que defienden que se establezcan moratorias temporales, retrasando la media veda o se prohíba, incluso, su caza. Medidas drásticas, sin duda, que deben hacer reaccionar al colectivo de cazadores antes de que sea demasiado tarde. Y en esa tarea están.
Desde la Sociedad de Cazadores L'Alfori se está realizando una buena labor en lo que se refiere a la gestión cinegética para la recuperación de especies autóctonas como la perdiz silvestre. Juan Carlos Bataller es miembro de la junta directiva y señala en este sentido que " se está tratando de preservar los hábitats naturales para que la perdiz salvaje no desaparezca de nuestros campos".                                                                                                            





jueves, 6 de abril de 2017

Ni puta gracia

El colectivo de cazadores ha vuelto a ser insultado en un infame programa de televisión que se llama El Hormiguero,  que se emite todos los días en horario infantil, dirigido y presentado por Pablo Motos, que aparte de hacer una utilización machista de las mujeres, la última con el actor Imanol Arias no tenía desperdicio, se dedican también a calumniar y a injuriar a los cazadores.
El ingenioso y delirante sketch entre Imanol y Pablo Motos consistía en tomarse las pulsaciones mientras dos jóvenes en biquini posaban delante de ellos, mientras contoneaban sus cuerpos. Humor inteligente.
En el programa  de Motos hay una sección relativamente nueva que se llama Amores perrunos, cuyo fin es facilitar la adopción de animales. En ese programa en concreto llevaron una perrita, de nombre Sol, que había perdido una pata, tras quedar atrapada en un cepo varios días . Al  actor  Dani Rovira no se le ocurrió otra cosa que criminalizar a todo el colectivo de cazadores, acusándolo de poner cepos ilegales, no sin antes recomendarnos, muy gráficamente, por donde deberíamos meternos este artilugio.
Hace mucho tiempo que no le río las gracias a Dani Rovira, ni como actor ni como monologuista, pero ahora se ha pasado cuatro pueblos.
Rovira en un programa anterior también utilizó el abandono de los galgos para criminalizar a todo el colectivo de cazadores. Gente sin escrúpulos hay en todos los sitios. Afortunadamente, la ley contra el maltrato animal es cada vez más severa y castiga este tipo de delitos con penas de cárcel y es obligación de los cazadores, denunciar estos hechos para que no se produzcan.
La Federación Española de Caza ha mandado una carta a la dirección de la cadena de televisión Antena 3, pidiendo una rectificación- que por el momento no se ha producido- por las infames calumnias  vertidas en el mismo, donde se responsabiliza a todos los cazadores de la colocación de cepos. La Federación de Caza está dispuesta a llevar el asunto a los tribunales, si fuera necesario y a denunciar estos hechos.
No se puede generalizar y meter en el mismo saco a todos los cazadores. Como tampoco lo sería hacerlo con todos los actores del cine español ni con toda la cinematografía española, llamándola bazofia.




viernes, 17 de marzo de 2017

Daños en los cultivos por la fauna salvaje


Tal y como recogía este mismo periódico en su edición de ayer jueves, la fauna salvaje ha causado daños en la agricultura por valor de 26 millones de euros , según una estimación hecha por las asociaciones agrarias.
Al conejo y el jabalí se han sumado otras especies cinegéticas como la cabra montesa, el ciervo o el corzo.
Entre las razones de este aumento de la población, que en algunos casos supera el 110%, como es el caso del jabalí  figuran: el abandono de los cultivos, el aumento de la masa forestal, la disminución de cazadores y las restricciones y limitaciones que sufre este colectivo para organizar cacerías.
La batida que se organizó hace unas semanas en los montes de Ayora para abatir algunas reses y cochinos que estaban provocando daños en cultivos y frutales fue muy criticada por las organizaciones ecologistas, pese a contar con todos los requisitos legales.
A parte de los cuantiosos daños económicos que ocasiona la superpoblación de especies, hay que añadir los casos de sarna que se están registrando en especies como la cabra montesa o el muflón , así como, el elevado número  de accidentes de tráfico en la carretera provocados por atropellos a jabalíes, con el consiguiente peligro para los conductores. En caso de atropello, el responsable es el conductor, ya no es el coto de caza, salvo que se esté celebrando una batida o una montería. En este caso, el seguro de la finca se hace cargo de lo que pueda ocurrir hasta 12 horas después de haberse celebrado la cacería.
Los agricultores llevan años reclamando soluciones para paliar los daños que sufren en sus cosechas, sin que la administración les haya escuchado ni dado ningún tipo de solución.
El problema lejos de disminuir va en aumento porque hasta hace poco tiempo solo se hablaba del conejo y del jabalí, como depredadores potenciales. Sin embargo, ahora han aparecido otras especies venatorias como el corzo, el ciervo o la cabra montesa, que saltan los cercones y arrasan con todo lo que pillan por delante.
En Castilla La Mancha se ha decretado estos días zona de emergencia cinegética por los daños que están causando los conejos en los cultivos y en los frutales. Más de 230 pueblos, es decir, un tercio del territorio manchego se ha visto afectado por la plaga de conejos.  Conselleria ha autorizado la caza con hurón y escopeta hasta el verano, salvo los meses de abril y mayo. Durante estos meses, solo se podrá cazar con hurón, pero sin escopeta, ya que son los meses de cría de los lagomorfos.
Y yo me pregunto si esto importa mucho, teniendo en cuenta  que de lo que se trata es de solucionar un problema, como es la superpoblación de conejos. Si tenemos en cuenta que una coneja tiene varias camadas al año a una media de 8 gazapos, llegando incluso a 12, multipliquen ustedes mismos, la prole que llega a sacar adelante una coneja, que a partir de los 4 meses ya es fértil.



domingo, 26 de febrero de 2017

Cazando con hurones


La plaga de conejos que está afectando a muchas zonas de la Comunidad Valenciana es una auténtica tragedia para los agricultores. Los daños en almendros, vides y frutales son cuantiosos. No hay forma humana de acabar con ellos.
N las batidas ni los permisos que concede la Conselleria de Agricultura para la caza con hurón durante todo el año, consiguen reducir la población de estos lagomorfos, que arrasan con todo.
Esta mañana me han invitado a cazar a un coto situado en la provincia de Alicante. Concretamente a la finca Las Cañas. Los suelos son arenosos ,ideal para que los conejos hagan sus madrigueras y campen a sus anchas. Los ribazos están llenos de agujeros.  La población de conejos es muy abundante.
Los daños en la finca, según una persona que venía con nosotros y que sabe de lo que habla rondan el 50%. Y la temporada agrícola no ha hecho más que empezar.


Antonio, más conocido como Tarzán, traía 7 hurones. Nos hemos divido en varias zonas para no molestarnos porque éramos varias escopetas. De camino al puesto nos hemos encontrado con un hurón que andaba perdido. El miércoles estuvo cazando otra cuadrilla y se debió quedar encerrado.
Algunas veces ocurre que el hurón se queda dentro de la galería porque el conejo tapona la salida. Lamentablemente hoy hemos perdido dos de ellos. Tarzán ha puesto una trampa a la salida de la madriguera para capturarlo, por si saliera.
Abel cuando ha echado el hurón, ya había advertido que podía ser la madriguera de un tejón o una zorrera. Mal asunto, si el tejón se encontraba dentro, que es lo más probable, ya que este mustélido caza de noche y duerme durante el día.
Como mandan los cánones cinegéticos,  a mitad mañana hemos parado para tomar el taco en el campo. Jesús se ha encargado de preparar el fuego y de echar a las brasas, el embutido y la careta de cerdo que había comprado en la carnicería.  Pan recién salido del horno y un magnum de Dani Belda han hecho el resto. Una auténtica delicia.
Por la mañana he compartido postura con Revertet, viejo amigo de los años en los que ambos íbamos a tirar al plato a Fuset. Abraham que se quejaba de la munición que le había dejado Tarzán se ha unido a nosotros más tarde. Mucha gente cuando va al conejo, piensa que cualquier cartucho vale y si es barato mucho mejor. Echa al zurrón un batiburrillo de cartuchos de todos los colores y perdigones. Al conejo hay que tirar con un buen cartucho como a cualquier otra especie cinegética.  No porque estemos con los hurones hay que bajar la guardia. Abraham ha tirado a un par de conejos que ha plomeado, pero que no ha podido cobrar porque el cartucho no tenía la suficiente penetración. El cartucho hay que tenerlo en buenas condiciones de conservación. Si la munición esta pasada, como era el caso, nos podemos esperar lo peor.
 Los hurones han hecho muy bien su trabajo.
Después del almuerzo se ha complicado la cosa porque uno de los hurones se ha quedado dentro de la madriguera y no ha salido.  Así que hemos tenido pocas ocasiones de tirar a los conejos. Durante el tiempo que hemos estado esperando, he aprovechado para dar una vuelta por la orilla del barranco y me he apuntado un doblete.
En una de las ocasiones me ha acompañado un chaval joven. Íbamos cada uno a un lado del barranco para aprovechar mejor las oportunidades. Ha matado un conejo. No me ha gustado que no lo cobrara y lo dejara en el monte, gesto que le he reprochado, sin ningún resultado. La caza se cobra y no se deja en el monte. Esa es la primera regla de cualquier buen cazador.
Al final la percha ha sido importante dada la alta densidad de conejos.


viernes, 3 de febrero de 2017

De nuevo con los hurones

Hay días que te echas la escopeta a la cara y te entra como un guante. Otros, en cambio, no hay forma de encontrarle el punto, por más que quieras.
Esta  mañana he estado cazando de nuevo con el hurón en la finca de mi amigo Mauro. Hasta ahora íbamos por la tarde, pero hoy hemos probado por la mañana y no ha ido nada mal del todo. Al principio les ha costado salir un poco. Hemos terminado de cazar el linde que el otro día no acabamos. También probamos a echar el hurón en un margen donde hay una plantación joven de viña. Finalmente, hemos topado con una buena madriguera. 4 que han salido, 4 que han ido al zurrón. La salida estaba muy despejada, lo que facilita mucho el tiro. Tampoco se había huroneado esa boca, con lo cual era fácil pensar que hubiera conejos dentro.

Cuando echas el hurón en una madriguera, el conejo tarda en volver a entrar. El olor que desprende el mustélido impregna la galería y el conejo sabe que ha entrado un extraño, con no muy buenas intenciones, que digamos. Buscarán otro sitio donde aposentarse.
Hay zonas en la finca con mucha piedra amontonada de los desfondes que se han hecho en los campos para plantar viña, que son auténticas conejeras.  Echar el conejo aquí es peligroso porque lo puedes perder. Las filas de piedras son kilométricas. También los restos de poda que no se queman o trituran son un buen refugio para el conejo.
Me he venido muy contento porque al ir a ponernos con el hurón, he visto 3 perdices dentro de la viña. No las había visto en todo el año hasta hoy. Ahora toca esperar que se emparejen y críen y que la temporada próxima sea un buen año de perdices. Falta hace porque andan escasas.
Antes de cazar, he visto unas fotos que me ha mandado un amigo mío de los daños que está causando el conejo en los olivos. Trepan por el tronco como si fueran funambulistas y mordisquean las ramas, con lo cual, secan el árbol. Ya no se contentan con comer sus frutos. La fotografía estaba tomada en un olivar en La Font de La Figuera. No quiero ni pensar cómo debe sentirse este agricultor al ver destrozado el trabajo de toda una vida.
Mientras los animalistas y algunos grupos ecologistas quieren prohibir la caza, casos como este, de superpoblación demuestran la necesidad de la actividad cinegética para regular el ecosistema.


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miércoles, 1 de febrero de 2017

Últim día de caçera (a mi amigo Pepe Sala)

Últim día de caçera (a mi amigo Pepe Sala)
La temporada de caza está tocando a su fin, así que hay que aprovechar los pocos días que quedan. A las 8,30 he pasado a recoger a Mauro para irnos a El Bonillo. El día anterior estuvimos en su finca tirando al conejo con hurón.
A las 10,30 llegábamos a nuestro punto de destino: El coto La Patirroja, en el Bonillo. Allí nos esperaba Kiko y Sergio, que sería la persona encargada de acompañarnos en esta ocasión. Tampoco Césareo pudo hacerlo esta vez, ya que le habían asignado otra cuadrilla.                                                                            
El día amaneció fresco, pero soleado. El termómetro marcaba 10 grados. En las zonas más hondas todavía quedan restos de la nevada de estos días pasados, aunque por aquí no lo ha hecho con la misma intensidad que en la zona de Levante, donde continúan campos anegados por el agua.  

Esta vez he cambiado de munición. Y no por capricho. No me quedaban cartuchos de los que uso habitualmente - Armusa Pla -1, 34 gramos de séptima y he echado mano de otros que compré hace tiempo para un ojeo, por cierto, en una armería que acaba de cerrar sus puertas en Valencia y que permanecía abierta desde 1890, me refiero a la armería Pablo Navarro. El cartucho en cuestión es Remington del 7, 32 gramos.
Es mucho menos pegón que el Pla-1 y eso cuando llevas una escopeta paralela se agradece doblemente porque el retroceso es mayor que cuando tiras con una semiautomática, que amortigua más el tiro.
Como casi todos los cazadores y tiradores, soy bastante supersticioso, así que no me gusta andar cambiando ni de cartucho ni de escopeta. Los hay que se apañan con cualquier cosa. Los cazadores estamos llenos de manías. Yo por lo menos. Y las manías nadie las cura.
Cuando he errado la primera perdiz de la mañana, ya estaba echándole la culpa al cartucho cuando realmente ha sido porque no he corrido la mano lo suficiente y he hecho el tiro trasero, que es lo que suele ocurrir la mayoría de las ocasiones. Pocas veces erramos por delante.
Tras cruzar un sembrado, he visto un bando de perdices. Me he acercado lo más rápido que he podido a él y he abatido 4 perdices. El cartucho empezaba a gustarme.
Sergio iba marcándonos la mano porque había otro grupo de cazadores en la finca y cada uno tiene asignadas unas zonas donde cazar, cuarteles, creo que les llaman.
Mientras me hacía el gesto con la mano para que subiera, Mauro me ha enviado una perdiz, tipo ojeo, que bajaba a una velocidad endiablada. La dejo pasar y hago nuevamente los tiros traseros. Esta vez por arriba.
Syra caza muy bien y coge muy bien el rastro, pero se alarga demasiado. Nos ha sacado de tiro varios bandos de perdices. Debe de cazar más a la mano. Poco a poco irá enterándose de que si las saca fuera de tiro, lo único que consigue es volarlas.
Me he acordado mucho de mi amigo Pepe Sala, que estos últimos días no nos ha podido acompañar ningún viaje. En breve va a someterse a una delicada operación quirúrgica y desde aquí le deseo lo mejor y una pronta recuperación.
A diferencia del último día, hoy hemos visto mucha caza. Y es que la caza es así de caprichosa. Los caminos están llenos de comida. No faltan bebederos ni comederos. Se nota el trabajo de los guardas. La finca está cuidada al máximo y eso se nota también en la calidad de las perdices.
He cogido varios lindes. La perdiz busca los linderos porque ahí se encuentra más protegida. Hay piedras y retamas donde guarecerse.

Poco a poco he ido cogiendo confianza con el cartucho y los aciertos se iban sucediendo unos tras otros hasta encadenar 8 perdices más, una de ala. Mauro se ha colgado otras 3, poniendo fin a una magnífica jornada de caza.