jueves, 25 de enero de 2024

Últimos días de caza

Una majestuosa luna llena nos ha acompañado durante todo el viaje hasta El Bonillo. La caza con reclamo de perdigón ya ha comenzado y en el coto ya había algunos cazadores con sus pájaros. Hay mucha afición a la perdiz con reclamo, aunque yo confieso que nunca he practicado esta modalidad de caza. Elías nos alerta de que si vemos coches, nos alejemos para no molestar a los jauleros. El día se anticipaba muy caluroso y así ha sido. Antes de comenzar a cazar ya nos sobraba la ropa y no era para menos. A mitad mañana, el termómetro marcaba 27 grados y hoy es 25 de enero. En lugar de nieve y frió nos hemos encontrado con una mañana muy calurosa, impropia del mes en el que estamos.
Demasiado calor para cazar a la perdiz. Los perros buscan ansiosamente los chacos para refrescarse, como si estuviéramos en plena canícula. Menos mal que ha llovido algo estas semanas y el calor ha sido un poco más llevadero. Elías ha venido acompañado de su perrita Trufa. Mauro ha traído su cámara GoPro para inmortalizar algunos de los lances. Las perdices a estas alturas de la temporada se las saben todas. Si ya era difícil dar con ellas hace solo unas semanas, hoy la cosa ha estado más complicada. Mucho calor y nada de viento, el peor aliado para cazar. Elías que lleva perro va por el centro, a su izquierda Mauro y yo por la parte de abajo. La primera vuelta se ha dado francamente bien, bajando algunas perdices enviadas muy largas. La Mendicute hace unos tiros espectaculares. Tiro con tres y una estrellas y perdigón de sexta. Hay pocas oportunidades y hay que aprovecharlas. Las perdices están muy fuertes y vuelan largas. He abatido un par de machos que más que perdices parecían gallinas. La perdiz lleva ya tiempo en el campo y eso se nota. Son más listas que nosotros. Vuelan por el sitio que menos te lo esperas. Vemos mucho rastro de jabalí. Esta noche han estado hociqueando las siembras en busca de comida. Hoy hemos visto menos perdices seguramente porque los jabalíes han molestado los bandos con su trajinar nocturno. Blaki ha andado bastante nervioso toda la mañana, volando perdices fuera de tiro. De no haber sido por Elías hubiera dejado un par de ellas por cobrar. Es aún joven, pero tiene que serenarse y cazar a la mano. En Fuente Agria necesitas unas buenas piernas para poder cazar. Hay muchos barrancos y repechos que requieren de estar en una buena forma física para ir detrás de las perdices. En la segunda vuelta he errado un par de perdices y he pinchado otras dos. Una ha caído alicortada en un sembrado, pero nada más tocar suelo ha apeonado a gran velocidad, sin que ni Blaki ni yo nos pudiéramos hacer con ella. Al final de la mañana me he colgado 9 perdices y 1 conejo. Muy satisfecho del resultado, pero sobre todo de poder compartir una jornada de caza con buenos amigos.

lunes, 22 de enero de 2024

Cazar con labrador

Hace muchos años que comencé a cazar con labrador y no cambio de raza, sin desmerecer al resto de razas de perros. Antes de tener labradores tuve un braco alemán, de nombre Rocco. Magnífico, tanto en la pluma como en el pelo. Fuerte, pero muy obediente. Cazaba mejor en terrenos con mucha vegetación que a campo abierto. Son perros que cazan mucho de nariz y suelen alargarse. Por eso ahora prefiero perros más tranquilos que aunque no hagan una muestra espectacular son buenos acompañantes para la caza, especialmente para el cobro.
Hasta la fecha he tenido cinco labradores: Sénia, Duba, Syrah, Coto y Blaki. Sénia y Duba ya no están conmigo. A Sénia la tuve que sacrificar después de estar 16 años conmigo. Pero la displasia de cadera que padecía ya le impedía levantarse y hacer una vida normal. Es la mejor perrita que he tenido. Con ella he disfrutado el mejor lance de caza que he vivido en toda mi vida cinegética, tras más de 43 años con la escopeta al hombro y pegando tiros. Sénia consiguió sacar un conejo malherido de un majano, utilizando las patas delanteras para poder meter la cabeza dentro de la madriguera y sacarlo porque estaba embocado. Lo cogió del culo y aún me lo trajo vivo. No apretaba la caza. Cuando recuerdo aquel lance se me ponen todavía los pelos de punta. A Duba por desgracia la atropelló un coche, tras venir a mi encuentro. Yo me encontraba en una viña donde acababa de hacer una plantación y cruzó la carretera, sin percatarse de que venía una furgoneta. Era una perrita joven, solo tenía 2 años, pero lo hacía francamente bien. A Syrah ya no me la llevo porque tiene inicios de displasia y no la quiero forzar, aunque sé que si viniera conmigo, lo daría todo. Ha sido espectacular. Ahora cazo con un hijo suyo, Blaki, que cumplirá este próximo 24 de enero, diez meses. Tengo también a su hermanita Lía, que aún no me la he llevado a cazar, pero quiero hacerlo muy pronto antes de que termine la temporada. Tanto el padre, cartridge, cuyo dueño es un buen amigo mío, Jean Piere, como la madre son muy buenos cazadores y eso va en los genes. Mi elección por los labradores como perro de caza, no solo de compañía que también es clara. Quiero perros tranquilos que sean buenos cobradores y que no se dejen caza en el campo. No hay nada peor para un cazador que dejar caza herida o muerta en el campo, sin cobrar. Tengo amigos que cazan con pointer y bracos y los que no llevan collar para aguantarlos se alargan, impidiendo muchas veces poder tirar a una perdiz en condiciones porque espantan la caza. Para un par de muestras que te hacen son más las oportunidades que te malogran. Además, ya tengo una edad que no me permite ir corriendo detrás de los perros, tampoco de las perdices, como cuando era más joven. Me gustan los perros que cazan a la mano y no espantan la caza. El labrador es un perro muy noble e inteligente. Son obedientes. Aprenden rápidamente. Tienen una constitución fuerte que les permite trabajar en todas las condiciones. No son tercos. Son además excelentes cobradores. Cazan muy bien en el agua. Es un perro bastante tranquilo, aunque los míos cuando llegan al coto se transforman porque hay mucha perdiz y mucho rastro. Cazan mucho de nariz. Aunque no es lo más habitual en este tipo de razas también hacen muestra. Yo sabía cuando Sénia tenía un conejo dentro de un romero, solo con verla. Se quedaba estática, moviendo el rabo, rodeando la zarza. Es un espectáculo ver a estos perros.

viernes, 12 de enero de 2024

Fuset, del olvido al abandono

Las instalaciones del antiguo campo de tiro de Fuset presentan un estado de absoluto abandono. Solo se conservan las casetas de tiro de los recorridos de caza y skeet. Del resto ya no queda nada de lo que fue antaño.
Actual estado de Fuset (Foto PS) Fuset fue hace no demasiado tiempo uno de los mejores campos de tiro de España. En él se han celebrado campeonatos de Europa y del mundo de pichón a brazo, campeonatos provinciales y autonómicos de recorridos de caza. Durante las Fiestas de Moros y Cristianos, Fuset albergaba tiradas en las diferentes modalidades de tiro al plato como: recorridos de caza, foso universal y skeet. También concursos de pichón a brazo y codorniz. Además, Ontinyent ha contado con tiradores del más alto nivel como: Vicente Calabuig o Rafael Insa en recorridos de caza o Antonio Belda, José Revert, José Estruch, Rafa Gramage y Enrique Guerola en pichón a brazo con palmarés nacionales e internacionales. El tiro, sin embargo, no ha tenido el reconocimiento que sí han tenido otros deportes como el fútbol, el baloncesto o el tenis. En general, ha tenido siempre una mala prensa, sobre todo, cuando se ha referido a la muerte de animales.
Campo de Foso Universal (Foto PS) Fuset ha sido un referente en el mundo del tiro. La desidia política ha convertido Fuset en un estercolero donde se amontonan cristales, escombros, planchas de uralita, sillas destartaladas y restos de puertas arrancadas. Los que hemos conocido Fuset en su máximo apogeo solo podemos sentir pena al ver en lo que se ha convertido Fuset, como consecuencia de la desidia política del gobierno municipal. Da igual del color que fuera. No ha habido ninguna voluntad política de preservar el campo de tiro de Fuset, bajo un falso ecologismo liderado por Compromís. Recuerdo las innumerables tardes que he pasado allí con algunos amigos que ya no están entre nosotros como Curra, Lizandra, Sancho, Morón, Ismael, Guerola,… Un recuerdo especial para todos ellos. Hoy he vuelto a subir después de mucho tiempo y no he podido contener las lágrimas. Sabía de su abandono, pero verlo en primera persona es otra cosa. Recuerdo su aparcamiento repleto de coches, a Curra con su peculiar voz, anunciando a los tiradores por megafonía y a Ismael y Consuelo preparando aquellos extraordinarios bocatas de blanco y negro, que yo solía tomar cada vez que iba, que eran casi todos. Los recorridos de conejo, perdiz, tordo, tórtola o pato en medio de un paisaje rodeado de pinos. No hacíamos daño a nadie, pero la política se interpuso y acabó con el sueño de muchos tiradores.
Casetas de Skeet (Foto: PS) Muchos de aquellos responsables de lo que se ha convertido hoy Fuset están en despachos oficiales. Seguramente ya no han vuelto por allí, aunque poco importa. Tampoco los diferentes presidentes que ha tenido la sociedad de cazadores de Fuset han sabido gestionar con éxito la situación. El primer error, seguramente haya sido no haberse constituido desde el primer momento en una sociedad de tiro, independiente de la de cazadores para evitar conflictos. La parte política se debería haber resuelto con menos soberbia y más diálogo por las personas que en aquel momento estaban al frente de la institución y que tenían responsabilidades. Por lo que respecta al Ayuntamiento, da igual del color que fuera, nunca ha estado receptivo a escuchar la voz de cazadores y tiradores. El resultado ha sido lo que tenemos hoy. Unas instalaciones abandonadas, sin que tampoco le hayan dado el uso que en su momento prometieron. Solo los que conservamos todavía la memoria y no la hemos perdido, tenemos en el recuerdo aquella imagen de Fuset, cada sábado por la tarde o cuando se celebraban competiciones, repleto de gente con una misma ilusión: nuestro amor por el tiro al plato.

jueves, 11 de enero de 2024

Apurando los últimos días en El Bonillo

El día ha comenzado fresco, pero luego ha salido un sol radiante, aunque con el termómetro a 4 grados. El campo rezuma algo más de frescura debido a las últimas lluvias. Las siembras empiezan a verdear con más fuerza. El agua les ha sentado bien. El barro se pega en las botas al cruzar los sembrados. Hoy hemos cazado Mauro, Jero y yo en Fuente Agria, un cazadero algo más duro con repechos y barrancos. Hay zonas con muchas carrascas y chaparros. Las perdices siguen igual de esquivas. Están muy fuertes. Bromeando entre nosotros comentamos que Kico no debería darles tanta comida y que podría mezclarla con algún sedante.
Cesáreo con el tractor va delante de nosotros regando de comida los caminos. Hay que aprovechar todas las opciones porque las perdices se las saben todas y más a esta altura de la temporada que las perdices están muy tiroteadas. Elías marca la mano para meter las perdices en el centro. Hay que volarlas antes para poderles tirar. Mauro que no lleva perro va por la izquierda., a continuación yo y Jero, cerrando la mano. La primera vuelta se ha dado regular con pocas perdices y pocos tiros. Yo he errado un par de patirrojas muy buenas. Una volada por Elías cara a mí que le he visto todos los colores. Perdices que normalmente fallamos porque levantamos la cara y hacemos el tiro alto. Yo tiro mejor cuando tiro a tenazón que cuando apunto la caza. Cuando quiero apuntar para asegurar el tiro suelo fallar. Hay gente que tira mejor apuntando y siguiendo la caza. Nunca he sabido y en el tiro al plato me pasa lo mismo. Blaki caza más a la mano. No se alarga tanto. Como nos decían cuando éramos pequeños: mejora adecuadamente. Ha cobrado una perdiz alicortada en un sembrado que nada más verla caer ha ido a por ella. Le falta traer la caza, pero los labradores, más que perros de muestra suelen ser buenos cobradores. Un incidente que podría haber acabado en tragedia A mitad mañana hemos parado a tomar el taco. Sin darme cuenta dejé la escopeta abierta, pero con los cartuchos dentro, al sacar otra de las escopetas esta se cerró de manera fortuita con tal mala fortuna que cuando me disponía a coger el arma se ha disparado en el interior del coche, sin provocar ningún accidente, solo daños materiales en el vehículo y en algunas prendas de vestir. Afortunadamente, la puerta estaba cerrada y no se encontraba ninguna persona al otro lado, pero el susto ha sido gordo. En la segunda vuelta y con el miedo todavía en el cuerpo, la perrita de Jero, una preciosa pointer, me ha cobrado una perdiz pinchada de la primera vuelta. Mauro ha empezado cazando con la Purdey que tiene unos choques más cerrados y un cañón de 78 que permite unos tiros más largos. Más tarde ha cambiado por la del 20 que es menos pesada. Aprovechamos la vuelta para hacer un pequeño ganchillo. Jero espera en una punta, escondido tras unas retamas y baja cuatro en un momento. Tras ellas es complicado tirarles, pero para hacer un buen ganchillo se necesita más gente. La mañana se anima. Comienzo a bajar algunas perdices, tras un mal inicio. En la primera vuelta solo he conseguido abatir dos perdices. Las mismas que Jero. Apurando la mañana hemos llegado a los coches pasadas las dos del medio día. Hora de poner fin a esta inolvidable jornada cinegética, con el deseo de repetir pronto.