jueves, 31 de marzo de 2016

De hurones con mi amigo Álvaro Torres

Esta mañana he estado cazando al conejo con hurón en el coto de Casas Juntas en el término municipal de Villena con mi buen amigo Álvaro Torres, que afición y ganas no le faltan, aunque lo suyo es la caza nocturna del jabalí con perros y a cuchillo, lo que se conoce en el argot cinegético como hacer la ronda y también la caza menor con perro.

Aunque la población de conejos ha diezmado considerablemente en este acotado, tras años de verdadera plaga, los lagomorfos todavía siguen causando cuantiosos daños en la agricultura, de ahí que esté permitido su caza con hurón durante todo el año mediante permisos especiales que concede la Conselleria para paliar los daños en los cultivos.


Álvaro ha traído una pareja de hurones. Una hembra joven a la que le costaba mucho salir de la madriguera, quizá porque era primeriza y le falta experiencia.
Los campos de cereal no levantan un palmo del suelo debido a la sequía, pero pueden apreciarse rodales comidos por los conejos.
Pepe Torres , presidente del coto y amigo mío desde hace muchos años, nos ha indicado el cazadero y hemos estado cazando en unos ribazos, pegados a una plantación de almendros.
En el primer puesto no hemos tenido demasiada suerte. A penas han salido un par de conejos que no han dado opción a tirarles, quizá porque andaba un poco lento a primera hora de la mañana. Álvaro que conoce bien la zona ha optado por cambiar de lugar y hemos acertado.
Hemos ido a la orilla del campo de almendros, junto a un terraplén, donde todavía quedan vestigios de una antigua vía de tren, creo que de la antigua estación de tren de La Encina que hacía el trayecto La Font de la Figuera -Valencia.
Desde lo alto del terraplén la visión era perfecta. Salían a campo abierto. Álvaro ha colgado la escopeta y me ha dejado tirar a mí a los rabudos. Todo un gesto de generosidad por su parte.
Aunque el terreno está muy huroneado y los conejos saben latín, poco a poco han ido saliendo de sus madrigueras, gracias al buen trabajo del hurón que traído mi amigo Álvaro, que de simpático tenía bien poco porque al ir a cogerlo ha intentando morderle varias veces.
Si no  te acompaña un buen hurón no hay forma de darles captura porque no salen de sus madrigueras, salvo para comer. Permanecen al lado de las bocas y al menor ruido se introducen otra vez dentro. Aprovechan los terrenos arenosos y blandos para hacer allí sus madrigueras. Son rápidos y escurridizos.
En varias ocasiones me he tirado la escopeta a la cara y no me ha dado tiempo de apretar el gatillo.
Las bocas están muy cercas las unas de las otras otras, pasando el conejo con mucha rapidez de un lugar a otro. Hay que estar muy rápido de reflejos para poderles disparar. No les gusta salir a campo abierto porque son pieza fácil.

lunes, 14 de marzo de 2016

Cazando en La Zafra con hurón


Prefiero mil veces  la caza del conejo con perro, pero si se tercia cazarlo con hurón allá que voy. Este pasado domingo tuve ocasión de pasar una jornada cinegética en La Zafra, una pequeña pedanía perteneciente a Villena, con un grupo de cazadores de Fontanars, Biar,Ciudad Real y Bañeres.


La mañana era gélida con un par de grados bajo cero. Los campos estaban cubiertos de escarcha y hielo. Las heladas en esta época del año son habituales.


Nada más llegar al cazadero,  Juan Carlos Bataller divisó a lo lejos a un grupo de muflones que estaba pasturando tranquilamente en un campo de almendros abandonado. Pudimos contar media docena entre machos y hembras. De un tiempo a esta parte ha proliferado mucha esta especie en estos valles. También el arruí ha colonizado este territorio, que antes estaba reservado sólo al jabalí.


Nos dividimos en dos grupos. Juan Carlos, Jaime y yo nos fuimos a unos campos de olivos, mientras la otra cuadrilla: José Luis, padre e hijo y Juan, cazó los ribazos pegados a la viña.

La Zafra, al igual que ocurre con otras poblaciones de La Vall d'Albaida es una zona muy castigada por los conejos. La Conselleria concede unos permisos especiales para poder cazarlos durante toda la temporada.
Como todos sabemos, el conejo se reproduce con mucha facilidad. Una hembra puede tener varias gestaciones y paren una media de 10-12 conejos, pudiendo llegar a tener  hasta siete camadas por año. Se calcula que una hembra puede llegar a parir 100 conejos.

El conejo provoca cuantiosos daños en la agricultura. Hay parcelas de vid totalmente devastadas por estos lagomorfos. Son trepadores y suben a los troncos de los árboles, secando las ramas y los frutos.

El terreno es arenoso y blando,  la orografía la hace muy proclive para que los conejos escarben madrigueras con mucha facilidad, enormes túneles perfectamente conectados entre sí. Son auténticos ingenieros. Una misma madriguera puede tener un sinfín de galerías subterráneas.

La caza del conejo con hurón requiere de mucha paciencia y, sobre todo, ir provisto de unos buenos bichos. Si abundan los gazapos, el hurón puede permanecer dentro de la madriguera durante horas. Les gusta chuparles la sangre y no saldrá hasta que acabe con toda la camada.

Es importante permanecer callado y oculto. Al menor ruido, el conejo buscará otra salida. Por precaución no se debe disparar nunca en la boca de la madriguera porque puede estar el hurón cerca.

Conviene llevar en la escopeta chokes abiertos, ya que la mayoría de los tiros los vamos a hacer a corta distancia. La munición ideal para este tipo de caza es plomo del 9, 32 gramos. Hay quien utiliza cartuchos dispersantes, que amplían considerablemente el radio de muerte, pero yo personalmente no los recomiendo porque son peligrosos, sobre todo, si cazas al conejo con perro. Muchos accidentes se producen por emplear este tipo de munición.

El disparo debe ser rápido porque el conejo suele dar pocas opciones, pasando en ocasiones de una madriguera a otra sin que apenas te dé tiempo de encarar la escopeta. Si la zona está muy huroneada, como es el caso, suelen ser bastante esquivos y desconfiados.

Esta clase de conejo, que no tiene nada que ver con el autóctono, le gusta poco salir de la madriguera. Sólo lo hace para comer. El resto del día permanece dentro o cerca de la boca. Su caza sólo es posible con hurón.

Al final de la mañana, ya con el sol fuera recogimos una veintena de animales.