viernes, 30 de marzo de 2018

Y volvimos con el hurón


Cuando amainó el temporal, volvimos  al cabo de unos días.a soltar de nuevo el hurón Mauro quiere mantenerlos a raya porque ha hecho una plantación importante de viña, con más de 30.000  nuevas cepas, que en cuanto empiecen a brotar los plantones son un auténtico manjar para los rabudos, que son insaciables y arrasan con todo lo que pillan de por medio. Llegué media hora más tarde. Raro en mí porque en cuestión de caza suelo ser bastante puntual, pero  me quedé dormido. La noche anterior había dormido poco, así que me eché una pequeña siesta, que duró más de lo esperado. Suele ocurrirme.  Cuando llegué, Mauro ya llevaba dos en el zurrón.
Nos subimos al quad, tipo buggy y recorrimos la finca. Este vehículo es muy cómodo para andar por el campo porque puedes entrar por dentro de la viña y por donde quieras por intrincados que sean los caminos, sin ningún problema. Echas el hurón y las escopetas en el habitáculo trasero y a buscar madrigueras y conejos. Mucho mejor que ir caminando.
De los 3 conejos que abatí esa tarde, quiero reseñar sobre todo uno, que debería haber sido indultado, como ocurre con los buenos toros de lidia, que el torero indulta, después de una buena faena en la plaza. No era para menos. Lo merecía.
Fuimos a una zona de carrascas, esparteras y romeros bastante densa de leña. Mauro me recordó que ahí siempre se había escapado el conejo por la dificultad que entrañaba tirarle. Otros, como Óscar,  le habían tirado y no se habían hecho con él. De hecho, yo recuerdo haberlo fallado en otra ocasión, que se escapó entre medio de una pequeña sabina.
Me puse en el mismo sitio que la vez anterior, sobre lo alto de unas piedras para divisar mejor la salida del conejo. Echamos el hurón. Esperamos unos minutos. Primero amagó por una boca, enseñó las orejas y se volvió a meter. Al poco tiempo, trató de salir por otra y se puso a tiro, pero al estar Mauro en línea conmigo, desistí tirarle porque resultaba peligroso. Es preferible no disparar ante el menor asomo de duda.
A penas estuvo unos segundos en la boca de la madriguera, se percató de mi presencia y volvió a meterse. Pero, la persistencia del hurón dio sus frutos y finalmente lo hizo salir del agujero. Arrancó por debajo de un romero, donde había otra boca,  junto a un montón de piedras, en dirección a la sabina.
Por tres puntos distintos trató de escabullirse. Aunque esta vez no corrió la misma suerte.


martes, 27 de marzo de 2018

Tiro al plato

Hace muchos años que practico el tiro al plato, unas veces con más fortuna que otras. Empecé con 18 años. Entonces tenía una repetidora Franchi, que le compré a mi cuñado Wences por 25.000 pesetas. Bueno, realmente la compró mi padre. Yo no tenía un duro. Más tarde la vendí por el mismo precio a un vecino mío que todavía la conserva y caza con ella. Aunque creo que le ha dado algún susto que otro. No era de gases como las de ahora sino de muelles. Aunque para el tiro al plato solo están permitidos dos tiros, a las repetidoras, en aquellos tiempos, se les podían meter en la recámara hasta 4 cartuchos, incluso, 5. Y si le ponías un prolongador al cañón, incluso, alguno más. Más que escopetas parecían metralletas. Para la caza no había límite alguno, con lo cual ,había quien le tiraba a una pieza hasta 4 tiros o más , dejando en la mayoría de los casos  mucha caza malherida, que no se aprovechaba después. Desde hace ya algunos años, solo está permitido el uso de 3 cartuchos para la caza. Personalmente, creo que habría que reducirlo a dos cartuchos como máximo. Son suficientes y pensaríamos dos veces antes de apretar el gatillo. Seríamos más selectivos. Hay cazadores que no son conscientes del alcance de los perdigones y a cien metros ya están soltando los tres tiros. Espantando la caza y fastidiando al tirador del puesto de al lado.
Después de la  Franchi, tuve una Miroku, que me duró poco tiempo hasta que me volví a comprar una semiautomática. Una Beretta 303, lo mejor que ha hecho  la firma italiana en armas semiautomáticas. Con ella estuve tirando mucho tiempo. Era una escopeta todo  terreno. Lo mismo servía para tirar a la codorniz, que al plato, que para cazar.
Cometí el error de venderla porque Beretta sacó otro modelo. La Urika. Estéticamente más bonita, pero de mecánica nada que ver con la anterior, que nunca se encasquillaba. Tiraras el cartucho que tiraras. Daba igual el gramaje. Creo que nunca la llevé al armero. Ni siquiera para cambiar la aguja. De comprarme una repetidora algún día, volvería a la serie 303, pero hace tiempo que descarté las semiautomáticas y cazo con paralela. Me gusta más el encare.

Pero volviendo al tema de las armas de tiro, el cambio grande lo hice cuando me compré mi primera Perazzi MX1. No era un arma propiamente dicha para tiro al plato, pero al ser un arma polivalente, me permitía tirar con ella en otras modalidades deportivas, como el recorrido de caza, el pichón o la codorniz, que en aquella época también practicaba asiduamente.
Cuando ya empecé a tirar más en serio al plato, me compré un cañón de 76 cms, que le acoplé a la Perazzi. La MX1 lleva de origen cañón de 71.
En foso olímpico y foso universal, el cañón ideal es el de 76 cms, con 7 y 9 décimas fijas, aunque yo prefiero brailly o polichoque, al menos, en el segundo cañón. Un cañón largo no es que alargue más el tiro sino que te permite hacer mejor el swing. Hay quien tira con 81 cms. El tamaño sí importa.
Cuando  era más joven y empezó a entrarme el gusanillo del tiro en el cuerpo estaba permitido tirar con cartuchos de 32 gramos. Más tarde prohibieron este gramaje para competiciones y lo rebajaron a 28 gramos para foso universal y 24 gramos para foso olímpico, hasta hoy que siguen vigentes.
Esos menos gramos de perdigones en el cartucho se traduce en un cartucho más rápido y más veloz. De hecho, hay tiradores que utilizan 24 gramos también en foso universal. Además, al tener menos perdigones es menos pegón. Y eso, en series largas se nota y se agradece, aunque con los armas de hoy en día, al ser armas pesadas, pero bien equilibradas, el retroceso apenas se aprecia. No era como antes, que ni las armas ni la munición eran las mismas.
En aquella época monté en la finca un pequeño campo de tiro, con una máquina manual. Vicente era quien se encargaba de tirar los platos. Entonces no había los problemas que hay ahora para montar un campo de tiro, donde todo son trabas administrativas. En las fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent organizábamos una tirada a 25 platos, que era muy concurrida, juntándonos 30 o 40 escopetas.
Tras muchos años de tirar con la Perazzi MX1, casi 20, me he comprado, recientemente, una Perazzi MX8 con cañón de 76 y brailly en los dos cañones. Ando un poco perdido con ella porque lleva culata regulable y hasta que la pones al sitio, todo es probar, poniendo y quitando arandelas para subir o bajar la culata.
A mi amigo Josele,  que es un magnífico tirador y armero, cuando lo vi el otro día en el campo de tiro de L' Alquería d'Asnar, le pedí consejo porque no me aclaraba. Cuando se  echó  la escopeta a la cara me dijo que era imposible romper platos con ella, viendo tanta banda. Hay quien prefiere ver solo el punto de mira, más curvada. Los consejos también hay que saber a quién se  los pides porque en el mundo del tiro te puedes volver loco escuchando a unos y otros y todos tienen un consejo que darte. Unos con mejor intención que otros. Me pidió la llave allen que llevaba en el maletín, le quitó todas las arandelas que tenía puestas y me dijo que la probara.
La primera serie después de modificarla hice un 22. Lo más importante de una escopeta, aparte del plomeo es la culata. La culata te tiene que entrar como un guante a la medida y, sobre todo, cuando te echas la escopeta a la cara te tienes que sentirte cómodo con ella. La culata es el 90% del éxito o del fracaso de una escopeta y, por tanto, de los aciertos y de los errores que cometamos.
Si te entra bien, lo siguiente es mucha practica porque en el tiro como en la vida, cada día aprendes algo nuevo y nunca sabes lo suficiente.

Les dejo, que me llaman para tirar en cancha.

martes, 20 de marzo de 2018

De hurones pese al mal tiempo


Mal día para salir a cazar con el hurón, pero uno no puede rechazar una invitación de este tipo, aunque caigan chuzos de punta.
Sobre las 5 de la tarde hemos salido al campo. Arreciaba un viento infernal, pero como dice el refrán "sarna a gusto no pica".
Durante esta época del año, muy cerquita ya de la primavera, empiezan a corretear los primeros gazapos. Por esta zona, muchos agricultores han hecho la reestructuración en sus viñedos, transformándolos de vaso a la conducción en espaldera y los plantones son un manjar para los conejos. Si no consigues mantenerlos a raya, acaban con una plantación entera. Son una auténtica plaga, de ahí que la Conselleria conceda permisos para su captura durante todo el año, aún así es imposible acabar con ellos. Las conejas son muy fértiles y precoces, a los pocos meses de nacer ya están en condiciones de procrear, con camadas que pueden llegar a los 12 gazapos.
Roen los brotes verdes de las viñas y terminan por secar la planta. Una ruina para el agricultor.
Como ahora está la veda cerrada y no se puede salir con los perros, la única opción que queda es la caza con hurón. Además, este conejo se emboca mucho, con lo cual es difícil que los perros den con ellos a campo abierto. Aprovechan los terrenos arenosos para hacer sus madrigueras, que son auténticas obras de ingeniería. Los túneles por dentro pueden abarcar una gran extensión de terreno.

Mauro ha echado el hurón en un par de bocas, próximas a los viñedos jóvenes que tiene en la finca, que es donde es más importantes controlar la población de conejos para que no se coman las plantas, pero al haber muchos gazapos, el hurón permanece mucho tiempo en la madriguera hasta sacarlos, si no se ha hecho con ellos antes. Los veteranos, que son más desconfiados aguantan más al tener la prole dentro.
No ha habido muchas ocasiones porque el tiempo no  lo permitía, pero las pocas oportunidades que hemos tenido las hemos aprovechado al máximo. Mauro ha revolcado un rabudo entre los almendros de primer tiro, que se ha metido como un rayo en el agujero.
Mauro se ha traído para probar hoy una auténtica joya. Una beretta SO3 EELL. Cuando me la he echado a la cara me ha sorprendido su ligereza. Pesa poco más de 3 kilos. Ideal para los que no quieren cargar con un arma muy pesada. Esto te permite hacer mejor el swing en el tiro, sobre todo, para los que como Mauro practican el pichón a caja.
El sustituto de Ronaldo- Dembélé- no lo hace mal del todo, pero así como Ronaldo, si no salía de la madriguera era porque había algún conejo dentro y permanecía en el interior el tiempo que hiciera falta, hasta agotarnos muchas veces la paciencia, este otro entra y sale continuamente, haya conejos dentro o no, lo cual desconcierta un poco. Tampoco es igual de dócil que Ronaldo, que lo podías coger sin guantes, sin miedo a que te hincara sus afilados dientes.
Esta tarde, con el tiempo algo más calmado, volveremos a salir.


Podemos y la caza



Bajo la falsa excusa de potenciar la caza social y sostenible en la región castellano- manchega, Podemos sigue en su línea de prohibir la caza. La aprobación de la nueva ley de Caza para Castilla- La Mancha, aprobada este pasado jueves con los votos  a favor de los socialistas, que deroga la anterior  ley de 2015, aprobada durante el gobierno de Cospedal, va precisamente en esa dirección.
La nueva ley, que entre otras medidas ,prohíbe las esperas o aguardos nocturnos de jabalí, el lanceo, así como, el uso del calibre 22 para la caza, ha contado con el rechazo unánime del PP y de todo el colectivo de cazadores de la región. Una Comunidad, como la manchega, cuya principal fuente de ingresos- alrededor de 634 millones de euros -proviene en gran parte de la actividad cinegética: ojeos, monterías, caza al salto...  Eso, sin contar, los millares de puestos de trabajo tanto directos como indirectos, que genera la caza.
Como  rechazo a la nueva ley de caza aprobada por las Cortes, hay convocada una marcha para el próximo 15 de abril en las cinco provincias castellano manchegas, a la que es probable se sumen otras regiones españolas en defensa de la caza.