lunes, 21 de junio de 2021

25

El sábado hacía mal día, pero como la afición nos puede más que el tiempo no fue obstáculo para ir al campo de tiro de Vallada, no sin antes parar a comer en el restaurante El Serrano, mi ya habitual salmorejo, aunque hacía día para pedir un plato de cuchara bien calentito. Cuando llegué al campo de tiro ya había algunos coches. Me apresuré a apuntarme y lo hice en la segunda escuadra. No había hueco libre hasta la sexta, así que me apunté también. La tarde era fresca y lluviosa. Cuando los tiradores de la primera escuadra iban a comenzar a tirar empezó a fallar el distribuidor. Tras mucho pelear Amadeo, consiguió hacerla funcionar, no sin antes llamar a la casa que está en Zaragoza. Yo ya estaba en el coche dispuesto a irme cuando vinieron Paquito y Mauro. Ellos no tuvieron la paciencia de esperarse a que arreglaran las máquinas y se fueron antes.
Con mis buenos amigos Lucas y Rubén tras finalizar la serie de entrenamiento (Foto: Morán) Estoy probando a coger el grip del arma más corto para llegar antes al plato y correr mejor la mano. Hay quien prefiere meter la mano más al final, sobre todo, los más apuntadores porque les permite hacer mejor el swing. También estoy probando a apuntar más alto. Antes siempre metía la escopeta donde está el plato de referencia. Ahora apunto un poco más alto y no pego tanto tirón. Me funciona mejor esta técnica. Soy más regular. Es importante salir bien con el plato porque si no estás vendido. Muchas veces encaramos mal la escopeta y aún sabiéndolo, pedimos plato. En estos casos vale la pena bajar la guardia y volver a pedir el plato. Son vicios que se van adquiriendo y que conviene corregir. Otro que yo cometo habitualmente es apuntar arriba el arma para luego bajar el cañón. Esto lo hacen mucho los tiradores de pichón, pero si nos fijamos en tiradores de plato de referencia como Alberto Fernández apenas tienen el arma entre las manos cuando piden plato. Prácticamente encaran y piden plato. A Pedro que le fallaba constantemente el micro por el tono de su voz, terminó la serie sumando un 25. Obviamente recibió las felicitaciones de todos los tiradores que nos encontrábamos allí esa tarde. Yo en la primera sería hice 21. Iba bien hasta la mitad de la serie, pero luego erré un par de platos seguidos. Donde hice la serie de mi vida fue en la sexta. Cogí muchos platos de segundo tiro porque el primero lo tiro demasiado rápido y me quedó por detrás. Pero es mi forma de tirar y me resulta muy difícil cambiar ahora. Si dejara volar más el plato, tendría más ventaja porque a la distancia que yo tiro el primer tiro va muy cerrado. Además ahora tiro con choke fijo en los dos cañones: 7 y 9 décimas, con lo cual es bastante cerrado. Hay muchos tiradores que ponen briley en el primer cañón, pero siempre plomea mejor una escopeta con chokes fijos. Para el último plato cambié de cartucho. Normalmente tiro GB. Pero esta vez me habían sobrado algunos cartuchos de JG que llevaba en el chaleco y decidí ponerlos de primer y segundo tiro. El último plato era un plato central. Por suerte corregí el segundo disparo y conseguí hacer pleno. No es necesario que les diga que me vine a casa más feliz que unas pascuas.