Politizar la caza

Algunos partidos políticos como Vox, pero también PP y Ciudadanos que asistieron este pasado domingo a la manifestación que tuvo lugar en Valencia a favor de la caza y el mundo rural, están tratando de utilizar la caza con fines electorales, aprovechando que quedan pocos días para los comicios autonómicos y municipales. Hubo alguna pancarta donde podía leerse: “Sánchez que te vote Txapote” que deberían haberse retirado por parte de la organización y que fueron portada en algunos medios de comunicación, desvirtuando la verdadera razón de esa manifestación que no era otra que reclamar a la Administración leyes que favorezcan la actividad cinegética que está sometida a muchas restricciones. Y, por supuesto, que se deje de criminalizar al colectivo de cazadores que somos más de un millón en toda España y que realizamos una función social, como afirmaba la presidenta de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, Lorena Martínez. Reconozco que debe ser muy complicado y máxime en una manifestación tan multitudinaria como fue la de este pasado domingo en Valencia controlar todas las pancartas que los manifestantes llevan consigo al acto. Pero sería bueno, por el bien de la caza, despolitizar la actividad cinegética del mundo político. La caza no tiene color político. No responde a ninguna ideología en concreto. Antiguamente, la caza solo la practicaba la élite y la gente adinerada de este país. Quien mejor describió la España de aquella ápoca fue Miguel Delibes, también cazador, con su obra maestra: “Los santos inocentes”, donde hace una descripción descarnada del caciquismo de la época. Afortunadamente eso ya es historia y existe una caza social que practica mucha gente, independientemente de su poder adquisitivo o su estatus social. Hoy la caza es accesible para todo el mundo. Partidos como Vox se han erigido como los únicos defensores de la caza cuando sabemos que otras opciones políticas como PSOE, PP o Ciudadanos defienden el mundo rural y la caza. Otros partidos como Compromís o Unidas Podemos no esconden su rechazo a la caza. Convendría que estos partidos que son partidarios de su prohibición analizaran seriamente las consecuencias que tendría prohibir la caza, no solo desde el punto de vista económico, que también, sino de la superpoblación de especies y los daños que ocasionan en la agricultura y donde la caza cumple un papel fundamental. También desde el punto de vista de la seguridad vial donde cada vez se producen más accidentes de tráfico provocados por la fauna silvestre.

Éxito de la manifestación de cazadores en Valencia

Los cazadores llenaron ayer las calles de Valencia en defensa de sus derechos. También participaron partidos políticos como PSOE, PP, Ciudadanos o Vox. Se nota que estamos en periodo electoral y ahora todos se muestran preocupados por la caza. Según fuentes de la Delegación de Gobierno, se calcula que más de 15.000 personas participaron en la manifestación que recorrió este domingo el centro de Valencia, sin que se produjera ningún incidente. La Federación de Caza eleva estas cifras hasta los 40.000 manifestantes. Sobraron algunas pancartas que no tenían nada que ver con el mundo cinegético y desde la organización se tenía que haber obligado a retirarlas y que empañan una justa reivindicación del colectivo de cazadores. La Comunidad Valenciana cuenta con 34.000 cazadores federados.

Foto: Eduardo Ripoll (Levante EMV) Entre las demandas del colectivo de cazadores: que no se criminalice la actividad cinegética que es fundamental para el control en la proliferación de la fauna salvaje como el jabalí, cuya población ha aumentado exponencialmente en los últimos años. En más de la mitad de los municipios valencianos, concretamente en el 55%, el jabalí se ha convertido en un verdadero problema para los agricultores. En Cataluña, la conselleria paga 20 euros por cada jabalí abatido y en Castilla La Mancha, la licencia de caza es gratuita para todos los cazadores manchegos. La Generalitat de Cataluña invertirá más de diez millones de euros en los próximos tres años para controlar la superpoblación de jabalíes debido a los enormes daños que causan en la agricultura. A los cazadores valencianos les cuesta dinero de su bolsillo participar en las batidas o en las esperas de jabalí mientras que en otras comunidades autónomas existen ayudas económicas para paliar los daños que los jabalíes provocan en los cultivos y cosechas y cuyas pérdidas se calculan en varios millones de euros anuales. En la Comunidad Valenciana está permitida su caza durante todo el año., pero aún así es muy difícil controlar su población porque no tiene depredadores naturales. Desde la Federación proponen que se permita el uso de cebos, hasta ahora prohibidos, para que su caza sea más efectiva. Es necesario que desde la Administración se escuche las demandas de los cazadores que desempeñan una función social muy necesaria en el mundo rural, no solo por la aportación económica que genera la caza también por ser una actividad cada vez más necesaria. Hay que legislar a favor de la caza y no contra ella.