martes, 23 de diciembre de 2014

Decepcionado con la caza actual



Vengo consternado de ver el coto en el que ha cazado toda mi vida, lleno de jaulas y de cajas de cartón y de plástico. Se trata de restos de las sueltas de perdices de bote que hacen los actuales gestores.

Se te cae literalmente el alma al suelo cuando ves eso, sobre todo, para quienes hemos conocido ese coto en todo su esplendor y belleza, no sólo cinegética, sino también paisajística.

Quedan muy pocos cotos en España que todavía conserven la perdiz autóctona y este era uno de ellos. Y hablo en pasado porque ya no volverá a ser lo que fue.

La perdiz salvaje no puede convivir con la de granja. Los cotos en España se están convirtiendo en auténticas granjas cinegéticas.

Cuando haces sueltas de perdices es irreversible. El daño está hecho. Las perdices de granja transmiten muchas enfermedades y atraen a multitud de alimañas porque son presa fácil de zorros o jabalíes.

Ojeos o caza en mano. Faisanes, codornices, perdices, patos, conejos. Todo a gusto del consumidor. Fincas de caza mayor que son auténticos cercones.

Pocas piezas pueden presumir de ser salvajes. La becada, la paloma torcaz, la tórtola común y el tordo. Y poco más. El resto son productos de laboratorio.

Cuando he visto las jaulas con perdices dentro que sirven de reclamo a las otras, me ha venido a la memoria, no sólo el grupo de amigos que durante muchos años hemos cazado allí sino la cantidad de jornadas maravillosas que me ha deparado la finca, tirando a perdices, conejos, liebres, codornices,  torcaces, tórtolas, tordos o patos. Mi primera y única becada la abatí allí.

Un auténtico vergel cinegético hoy convertido en un auténtico páramo, en una auténtica pesadilla, donde si no se suelta "género" no hay caza. Habrá quien le guste esto, incluso a quien le divierta, no lo critico, lo respeto, pero a mí que no me busquen porque no me encontrarán para participar de este simulacro en el que se ha convertido la caza.

Una finca que era conejera cien por cien, con cientos de majanos desperdigados por el coto que servían de refugio a los rabudos, hoy no tiene conejos. A esta finca se le han llegado a coger más de dos mil conejos sólo con lazos y cepos. Más aparte los que han sido víctimas de las escopetas.

Muchos cazadores prefieren la cantidad a la calidad. Hacerse la foto de rigor para colgarla después en instagram o facebook,  con medio millar de perdices abatidas en un ojeo, mola más que colgarte un par de patirrojas, que te han hecho sudar tinta para abatirlas.

Son conceptos distintos. Diferentes maneras de ver y sentir la caza. Los dueños de las fincas se rigen sólo por criterios económicos porque entienden la caza sólo como negocio. Muchos, además, quieren vivir de la agricultura y de la caza. Si tienen campos de rastrojos se apresuran a vender la paja, que la empacan nada más terminar de cosechar, pero quieren que después haya codornices. Siembran extensos campos de trigo o cebada para vender el cereal, pero no dejan rochas, que sirvan de alimento a los animales.

Como no hay caza salvaje se ha impuesto la caza artificial. Mucho más rentable para los dueños de los cotos, que compran la perdiz a seis euros o menos y la venden a 25 o más.

Yo empecé a cazar algo ya mayor. Pero escuchaba historias relacionadas con la caza sobre todo al casero de la finca, Vicente Calatayud, cazador y excelente persona, ya fallecido, oírle contar que cuando salían aquí en Fontanars a cazar perdices ,venían con la canana vacía y el colgador con varias patirrojas. En aquella época de la que les hablo no había apenas coches, la munición y las escopetas eran lo que eran-no había repetidoras, normalmente eran escopetas planas y sólo unos pocos salían al campo a cazar. Al tordo ni se le tiraba porque el cartucho era escaso y caro.

Hoy todo esto se ha invertido. El coche nos lleva a donde queramos. Todo el mundo dispone de vehículo. Las armas son mucho más sofisticadas. Existen multitud de calibres y de munición y campos de tiro donde entrenar.

Pero puestos a elegir, me quedo con las historias que me contaba Vicente.

 

jueves, 11 de diciembre de 2014

Inolvidable jornada de caza en La Patirroja



A las 7,15 de la mañana, cuando me disponía a coger el coche, el termómetro marcaba 0 grados. Antes de llegar a la cárcel de Villena, el mercurio había bajado a -2 grados.

Los campos escarchados, casi blancos por el rocío, conforme me iba adentrando por tierras manchegas eran el presagio de que por fin había llegado el frío, tras los días primaverales de las últimas semanas.

El destino cinegético esta vez era El Bonillo. En concreto, la finca La Patirroja. Una extensa finca de caza menor, con más de 4.200 hectáreas de carrascas, retamas, esparteras y romeros. Ideal para la caza de la perdiz a mano o al salto. También sus escarpados montes la hacen perfecta para los ojeos.

Nada más entrar a la finca, empezamos a ver los primeros bandos de perdices. Los caminos que atraviesan el coto eran un hervidero de patirrojas.

A pesar del frío de la madrugada, lució el sol durante toda la mañana. Menos mal que no sopló el viento que hizo el día anterior y que hubiera puesto en aprietos a más de uno.

Pasaban poco más de las diez cuando empezamos a cazar.

Nos acompañó, Julián, uno de los encargados de la finca. También cazador. La verdad es que da gusto llevar al lado a alguien que sabe de caza.

Cazamos el cogollo de la finca, es decir, lo mejor. La zona VIP.

Empecé con buen pie y abatí la primera perdiz al poco de salir del coche. No hay nada como empezar bien la mañana. Si comienzas errando piezas, mal. Y llevaba últimamente una mala racha.

Hay veces que la escopeta te entra como un guante y ayer fue uno de esos días. No sólo me salía caza sino que, además, no erré ninguna perdiz.

Me colgué 14 perdices y un conejo. Al no llevar perro, perdí  dos perdices de ala y otra a la que le descolgué las patas. A mitad mañana , el guarda llamó a un compañero suyo y trajeron un bretón. Rumbo se llamaba. Desde ese momento, ya no perdimos nada de caza.

La próxima vez que vaya me llevaré a Duba, una preciosa labradora color chocolate de cinco meses, que ya es bueno empezar a iniciarla. De momento es muy buena portadora, aunque aún no me la he llevado a cazar. Veremos cómo reacciona ante los disparos.




Uno de los lances más bonitos que logré y que nunca hasta ayer había hecho, tras un doblete de perdices, fue una carambola, es decir, de un tiro matar dos perdices. El guarda no daba crédito a lo que veía. Yo he de confesarles que tampoco. Aunque me contó otro lance más difícil que había protagonizado él mismo. Disparando a una perdiz mató una liebre encamada. "Menos mal que aquel día me acompañaba el guarda de la finca sino no se lo cree nadie", apostilló.

En la cuadrilla cazó con nosotros, Isidro Lillo, veterano y experimentado cazador que probaba ese día una preciosa braca muy fina, color chocolate, de tres años de nombre Runa, que le arruinó, nunca mejor dicho, la jornada. La perra con poca nariz y muy larga, iba levantando perdices a su paso fuera de tiro. Tortosa estaba negro.

Cazar en La Patirroja fue un auténtico lujo. No sólo por la bravura de las perdices, que también sino porque cazando allí no tienes la sensación de que te están tomando el pelo. He estado en fincas que, además, de llevar a un acompañante plomizo que te amarga la mañana, cuando disparas un tiro, ya te quieren facturar la perdiz. Aquí, no.

martes, 14 de octubre de 2014

Cuando la caza deja de serlo para convertirse en un sucedáneo

Ante la prohibición este año de tirar a las perdices y para matar el gusanillo, se soltaron en el coto de Fontanars dels Alforins, 200 codornices y 100 faisanes en distintas zonas del acotado.

Yo me enteré porque un amigo mío, Juan Carlos Bataller, me lo dijo. Sin embargo, no pude salir el primer día.

La sociedad redactó una carta, que se entregó a los socios donde se explicaba las razones que les había llevado a prohibir la caza de la perdiz "muy a su pesar".

En la misiva se decía también que se iba a proceder a la suelta de codornices y faisanes ,sin especificar en qué zona del acotado.

El término de Fontanars es grande, así que los más avispados dieron pronto con los faisanes y las codornices.

La junta directiva hace responsable al propietario del talón y al cazador, como falta muy grave, es decir, retirada del talón de caza durante cinco años y sanción económica, que no se especifica, si se incumple alguna normativa.

Abatir una perdiz lleva aparejada la máxima pena. La misma que disparar desde el coche, excederse del cupo o cazar en las zonas de reserva.

Es obvio, que el cazador que incumpla alguna de estas leyes es responsable de sus actos. Pero, lo es quién vendió el talón?. Según el criterio de la junta directiva, sí.

Los propietarios de fincas por el hecho de ceder los terrenos a la sociedad para la práctica cinegética y dado que no hay retribución económica, en función de la extensión de sus tierras tienen derecho a una serie de talones de caza.

El propietario puede cazar o vender el talón. También regalarlo a quien estime oportuno, como es mi caso.  Si lo vende y no comunica a quien lo ha comprado la prohibición este año, por ejemplo, de cazar la perdiz y el cazador abate una patirroja son responsables ambos.

El primero por no informar debidamente y el segundo por abrir fuego.

Soltar animales sin ton ni son,  sin ningún control, por el mero placer de matarlos, no me gusta. La caza no tiene nada que ver con eso.

Entiendo que haya mucha gente ávida de apretar el gatillo y más cuando han pagado el talón de caza y le dicen que este año no se va a cazar, pero ese no es el camino para recuperar la perdiz autóctona.

La suelta de animales en el campo sean perdices, faisanes o codornices  o la especie que sea porque hoy hay de todo a gusto del consumidor, en este caso cazador debe hacerse con un mínimo control veterinario y muchas granjas no están preparadas para ello. No digo yo que esta no lo estuviera porque lo desconozco, pero la gran mayoría no lo están y muchas veces lo que hacemos es contaminar el coto con animales de granja.

Mucha culpa de que hoy la perdiz autóctona esté en clara decadencia se debe a la suelta indiscriminada y sin ningún control de perdices de granja, transmisoras de muchas enfermedades.

Además, donde se sueltan perdices, es nido seguro de alimañas porque son presa fácil para zorras, urracas o jabalíes.

domingo, 12 de octubre de 2014

Un año sin cazar y los que vendrán sino cambia la situación


 

Creo recordar, que tal día como hoy 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar y fecha que todos los cazadores valencianos tenemos en mente por      que se abre la veda, es la primera vez que me quedo en casa y no salgo a cazar y no por falta de ganas.

La razón: no hay perdices.

En Fontanars dels Alforins , sociedad a la que pertenezco y en cuyos terrenos cazo, hace mucho tiempo que la perdiz ha venido a menos hasta el punto de que este año se ha prohibido su caza y tardará años en recuperarse. No es cuestión ni de uno ni de dos años. Recuperar un coto que ha sido prácticamente esquilmado por muchas razones, no sólo por la presión de los cazadores lleva años y requiere una buena gestión cinegética, que no sólo consiste en dejar de cazarlas por un tiempo.

Esto era prioritario y algunos como quien suscribe estas líneas, llevábamos mucho tiempo reclamándolo, sin que nuestras palabras fueran escuchadas por nadie o, al menos, por quien debería haberlas escuchado y a quien correspondía tomar medidas entonces.

El tiempo nos ha dado la razón.

Quizá si se hubieran tomado medidas antes, ahora no estaríamos donde estamos.

Pero seamos constructivos. Es hora de ponerse a trabajar para volver a ver a las patirrojas por nuestros campos.

La labor para que esto ocurra es, sin duda, de los propios cazadores.

 

lunes, 29 de septiembre de 2014

Calentando motores


 

Comienza la cuenta atrás para la apertura de la veda en toda España. Como ya ha informado este periódico, algunas sociedades de cazadores, como es el caso de Fontanars dels Alforins no van a abrir esta temporada debido a la escasa densidad de perdices en el acotado. Sí lo harán, sin embargo, para otras especies cinegéticas como el conejo, la liebre o el tordo.

Castilla La Mancha abrirá el próximo 8 de octubre, salvo en los cotos de caza intensiva, que abrirán el día 1.

La Comunidad Valenciana, por su parte, lo hará el día 12.

Yo ya tengo pensado varios sitios donde ir. Estoy a la espera de que Fran, el encargado de la finca, me diga algo para cazar el primer día en Ossa de Montiel. En concreto, en el coto La Carolina. Todo va a depender de si cazan a palo mata o a ojeo.

De la última suelta que hicieron el año pasado han criado muchas perdices. Abunda también el conejo. Es un cazadero muy cómodo de romeros y esparteras.

Otro coto que me gusta mucho, aunque todavía no he tenido la suerte de cazar en él y espero hacerlo muy pronto es Torre Maiquez en la población albaceteña de Pozo Cañada. Una espectacular finca que tuve ocasión de visitar este verano acompañado por el guarda de la finca, Rosendo, de cerca de 2000 hectáreas de monte bajo y matorral.

Hasta allí me desplacé para recoger a mi perrita Duba. Una preciosa labradora chocolate de dos meses.

El año pasado estuvieron cazando el primer día Pepe Sala y Pepe Tortosa y me hablaron maravillas de las patirrojas. Sala se quedó boquiabierto por el trabajo de los labradores que acompañaban a Rosendo durante la jornada cinegética. Ocho o diez esbeltos labradores que no dejaban una perdiz por cobrar aunque fuera alicortada. En aquel momento me puse en contacto con el guarda para ver si podía conseguirme una labradora. Esperé un tiempo y hace unas semanas me llamó para decirme que ya la tenía. Nos faltó tiempo a mi pareja y a mí para ir a recogerla.

La finca en lo que se refiere a la caza está gestionada por Verde Caza. Organizan tiradas de patos . El coto cuenta con una laguna propia. Cerca de trescientas personas trabajan todos los días recogiendo cebollas y lechugas. La finca es toda de regadío y cuenta con 12 pozos propios. Hay cientos de bebederos y comederos dispersados por todo el coto.

Precisamente, en este coto un buen amigo mío Desiderio Catalá tiene el récord de perdices abatidas a palo mata en un solo día: 33.

Los azulones también le gustan y se colgó 140. Desiderio a parte de tener un bolsillo generoso, es una excelente escopeta.

Otra opción nada desdeñable es Casa Emilia en el Bonillo. Perdiz fuerte. Tomás Martínez es una de las personas que más sabe sobre la cría y suelta de perdices.

También Moisés Navarro de Cacerías Fontalbres con varios cotos en la zona de Albacete es otra opción que barajo.

martes, 16 de septiembre de 2014

Algunas sociedades de cazadores no abrirán para la perdiz


 

Empieza la cuenta atrás para la apertura de la veda general  el próximo 12 de octubre en la Comunidad Valenciana. Los cotos de caza intensiva lo harán el 1 de octubre mientras que el resto abrirá el día 8.

Por lo que respecta a Fontanars dels Alforins es más que probable que no se abra para la perdiz. La decisión se tomará en la junta que celebrarán los socios el próximo sábado día 20 de septiembre.

Es la primera vez ,que se toma una decisión de este tipo ante la falta de perdices en todo el acotado.

Otras sociedades de cazadores ante la baja densidad de perdices han hecho lo mismo, y  sólo se va a poder cazar el conejo, la  liebre y el tordo.


 

Por muchas razones, la perdiz salvaje ha pasado de ser una pieza cinegética muy frecuente en nuestros montes y campos a prácticamente desaparecer de la faz de la tierra.

Entre las razones, por apuntar sólo algunas, sin duda , la agricultura intensiva, que ha acabado con el hábitat de las perdices, la proliferación de alimañas en nuestros acotados como zorros, urracas o jabalíes, la suelta indiscriminada y sin ningún control sanitario de perdices de granja, generadora de muchas enfermedades y qué duda cabe, también la presión cinegética  están detrás de esta caída en picado de la perdiz de monte.

Muchos cazadores hemos tomado conciencia, algunos llevamos mucho tiempo reclamándolo como es mi caso,  que la única forma de preservar a nuestra perdiz autóctona, que está seriamente amenazada, al igual que otras especies cinegéticas como la codorniz o la tórtola y para que poco a poco su población se estabilice y vuelva a alegrarnos la vista con sus polladas es, precisamente, vedando temporalmente su caza.

 

lunes, 1 de septiembre de 2014

Cuando no les importa la caza sino sólo el dinero


 

Hay sociedades de cazadores, que en lugar de preocuparse por la labor cinegética, que es su principal cometido, se interesan sólo por el aspecto económico. El que afecta a sus bolsillos, claro. Las cuentas de la sociedad les traen al pairo.

La labor cinegética en un coto, empieza por el plan cinegético, que están obligados a llevar todos los cotos de caza, determinando las zonas de reserva, la densidad de perdices, las capturas, etcétera, etcétera.

La suelta de perdices, que muchos cotos se ven obligados a hacer ante la falta de patirrojas,   se debe hacer de una manera racional.

No se trata del día antes de la apertura de la veda abrir las jaulas y salir a cazarlas. Habrá quien le guste ejercer de matarife. A mí, no. Y, creo, que a muchos cazadores tampoco.

Entre los meses de junio y julio muchos cotos están repoblando ya sus acotados con perdices de granja. Otros , sin embargo, se esperan a que pase el calor y aprovechan el mes de septiembre para hacer la suelta.

La colocación de comederos y bebederos en diferentes lugares estratégicos del coto es muy importante, sobre todo, en épocas de sequía, como la que estamos viviendo. Los comederos, además, son un refuerzo adicional en la alimentación de las patirrojas.

El control de predadores y otra serie de aspectos son fundamentales para la supervivencia de un coto. Da igual si es social o privado.

Primero hay que hacer una buena gestión cinegética, que luego ya vendrán los resultados, pero sin lo primero no se da lo segundo.

Algunas sociedades, como es el caso de la de Biar, ante la falta de perdices han decidido no abrir este año.

Desde estas páginas ánimo a qué otras sociedades hagan lo propio y sigan el ejemplo de Biar.

Aquí si quiera plantearlo es imposible. Lo de menos es si hay caza o no. La gente está esperando todo el año para salir, pero, luego, se lamentan cuando llegan a casa con la canana llena y sin disparar ni un solo tiro.

En Fontanars dels Alforins, que es, al menos, lo que yo conozco, debería haberse dejado de cazar la perdiz hace dos temporadas y si me apuran, diría que hasta tres. La situación sería otra bien distinta a la actual.

No se ha hecho y ahora la gente se queja de pagar el talón de caza y de que no haya caza.

Con lo cual, es más que probable que mucha gente no renueve el talón y se dé de baja como socio.

Si a eso, añadimos que cada vez se incorpora menos gente joven, las cuentas no pueden salir bien. Ni las económicas ni las cinegéticas.

Por otro lado, el cargo de presidente de una sociedad de cazadores es un puesto muy conflictivo. Nadie quiere presentarse y por tanto, siempre salen reelegidos los mismos, independientemente que la labor que hayan hecho, sea buena, regular o mala.

Así las cosas, poco o nada se puede hacer cuando no hay alternativas y se perpetúan siempre los mismos.

 

 

 

 

 

sábado, 23 de agosto de 2014

Mal primer día de caza

Con las torcaces pasa todos los años lo mismo. Las ves cuando no llevas la escopeta al hombro. Para acertar con un buen día tienes que hacer muchos viajes antes. Yo no soy mucho de ir a la paloma porque me gusta más la caza en mano con perro, así que muy pocas veces acierto. Y esta vez no iba a ser menos.

A las cinco de la mañana salía de casa con una hora de retraso. No sonó el despertador del móvil. Menos mal, que poco antes de las cinco, se me ocurrió comprobar la hora que era. De un brinco salté de la cama y me apresuré a subir al coche todos los bártulos, que no eran pocos.

No paré n siquiera a tomar algo por el camino. Puse gasolina en Barrax y a las 6,30 estaba en Ossa de Montiel. Me dio tiempo para que en el bar del pueblo me prepararan un bocadillo.

En casa de los Venera, como suele ser habitual, hicimos el sorteo de los puestos. Uno para por la mañana y otro para la tarde. Es lo justo. De esta manera, todos tienen las mismas oportunidades. Si se te da mal por la mañana, puedes tener más suerte por la tarde.

Sobre el papel me tocó el mejor puesto. El 6. Para la tarde, el número 5. No haré el chiste.

Cuando íbamos de camino hacia el coto, un majestuoso búho real apareció en medio de la carretera, comiendo algún conejo muerto. Preciosa estampa la del búho real cuando alzó el vuelo de manera solemne y majestuosa, con una elegancia sublime. De todas las rapaces es la que más me gusta, más incluso, que el águila imperial.

Los puestos los hizo Fran, rodeando el riachuelo que cruza el coto, y que lleva algo de agua, con intención de mover la caza y evitar que las palomas se pararan en las sabinas. La paloma antes de entrar puede pasarse horas observando hasta que se decide.

Una observación a este respecto. Las barracas no deben hacerse nunca ni cara al sol ni en pendientes o terrenos abruptos. El mío cumplía con ambas cosas a la vez. Sí que es verdad, que al no entrar palomas, les ves aún más inconvenientes. Seguramente, si estás distraído tirando a las palomas, lo de menos es dónde estás.

Hay que buscar sombras y terreno firme donde pisar cómodamente y no perder el equilibrio. El movimiento del disparo y la posición de los píes debe ser cómoda. Esto ayuda, sin duda, a que nuestros aciertos sean mayores.

Tuve que llevar las gafas de sol durante toda la mañana. Ya que la barraca estaba puesta orientación este, que es por donde sale el sol.  Bueno, hasta las 11 porque no aguanté más tiempo en el puesto.

A la hora de estar ya colocado, me entra la primera paloma de la mañana, que yerro estrepitosamente, tras darme toda la panza. La dejé entrar demasiado y cuando quise disparar el segundo tiro, repetí con el primero, acostumbrado como estoy a la escopeta de un solo gatillo, ahora que estamos en plena temporada de tiro al plato.

Las pocas palomas que entraban lo hacían muy altas, como si estuvieran tiroteadas. Hubo quien no le importaba que estuvieran fuera de tiro y aún así le descerrajaba los tres tiros. Estropeando lo poco que había.

Obvia decir, que no descolgaron ninguna.

Pasadas las 11, recogí todas mis pertenencias y puse rumbo a Fontanars.

Es probable que por la tarde entrara alguna paloma a beber, ya que no lo hicieron durante toda la mañana y los animales tarde o temprano tienen que entrar al agua. De hecho, cuando hay palomas suelen ser mejores las tardes que las mañanas.

Yo preferí dejarlo para otro día.

 Lo mejor de la jornada fue sin duda reencontrarme con viejos amigos como Ramón Ferrero o Salvador Vila.



viernes, 22 de agosto de 2014

De preparativos para mañana


 

Una de las cosas que más me gusta cuando me voy de caza son los preparativos. Yo le dedico un buen tiempo a ello. Acabo de empezar a preparar las cosas que me acompañaran mañana porque es mi primer día de caza.

Además, para la media  veda es cuando más cosas se necesitan. Para la veda en general, basta con el chaleco y los cartuchos, pero cuando hablamos de la media veda son palabras mayores.

Estas son algunas de las cosas que todo buen cazador debe llevar consigo y no debe olvidar en casa: Nevera (con bebidas y hielo), silla, serrucho para hacer el puesto, calzado y ropa cómoda, barraca (para estar bien escondidos), palomas de reclamo, ropa para cambiarnos, gorra  y gafas para protegernos del sol, cámara de fotos para inmortalizar la percha ( si es que damos con un buen día), documentación (permiso de armas, guía de la escopeta y licencia de caza),  un cajón de cartuchos    ( de los que nos sobrarán la mitad y que luego lamentamos llevarnos tantos al puesto) y mucha paciencia.

Sobre todo esto último. La paloma requiere de mucha paciencia. Es muy importante estar bien camuflados para que no nos vea, ya que el sentido que más desarrollado tienen estas aves migratorias es la vista. Cualquier movimiento por pequeño que sea es motivo para que rompan en otra dirección, y no entren al puesto, incluso el reflejo de las gafas o del cañón, cuando tenemos el sol de cara bastan para que cambien de trayectoria.

Estar bien camuflados significa que nosotros podamos ver las palomas, pero  ellas a nosotros, no. He visto a cazadores que se han hecho el puesto de tal manera, que ni una cosa ni otra. Les entran por encima de la cabeza y ni las ven. Tampoco se trata de eso.

 No se me ha olvidado. La escopeta también. Y si pueden ser dos por si nos falla una, mejor. No sea que después de la caminata que nos hemos pegado hasta llegar al coto tengamos que regresar sin pegar un tiro.

Siempre puede haber un compañero de puesto que nos deje un arma, pero yo soy de los que prefiere disparar con su propia escopeta.

La tuya ya la conoces o, al menos, deberías conocerla. La que te puedan prestar puede hacer los tiros altos o bajos, en función de la culata o venirte larga o demasiado corta, con lo cual, no tiras a gusto en ningún caso.

Es importante no moverse del puesto. Sólo se debe salir cuando se abate una paloma, si el terreno es difícil si no tampoco. Mejor esperar al final del día para recogerlas. Así no molestamos a los compañeros de puesto y, además, tenemos opción de tirar a alguna más, que siempre pasan cuando no estamos.

Y otra cosa muy importante es dejarlas cumplir. La paloma y más en cebaderos entra tarde o temprano y lo mismo las tórtolas. Sin embargo, hay quien se apresura a descerrajarles los tres tiros cuando están fuera de tiro o están hablando con San Pedro, como se dice en el argot cinegético. Así, lo único que conseguimos es que no entren. Ni a nosotros ni a los puestos contiguos.

Siempre se ha dicho que la distancia correcta para efectuar el disparo es cuando le vemos el collarín al torcaz y no antes.

Una regla básica que no todo el mundo cumple.

En cuanto a la munición, personalmente, prefiero cartucho flojo, séptima de 32 gramos. Hay quien utiliza cartucho de sexta y 34 gramos. Si aprieta el calor y tenemos un buen paso de pájaros es conveniente un cartucho flojo para no terminar con el hombro endolorido, sobre todo, en el mes de agosto, que suele ser muy caluroso y más en tierras manchegas. Yo, además, tiro con paralela, que por lo general son más pegonas. Las semiautomáticas amortiguan más los tiros al ser de gases y por tanto, tienen un retroceso menor.

No os aburro más. Buena jornada cinegética a los que debuten mañana. Y a los que no, también.

 

domingo, 10 de agosto de 2014

Alcaraz, Giménez y Simó suben al podio en la tirada al plato de Vallada

El tirador de Fontanars dels Alforins, aunque afincado en Bocairent, Ricardo Alcaraz, se proclamó campeón de la tirada de plato universal celebrada ayer sábado día 9 en el campo de tiro El Tollo de Vallada, tras disputar el" barrage" a otro tirador de la zona, el ontinyentí Antonio Giménez, que también acabó con un pleno de 25/25. La tirada congregó a una treintena de participantes. Pese al calor de los últimos días, la jornada fue muy apacible.

El tirador Patricio Simó en un momento de la tirada


En el desempate, Alcaraz sumó un 24 lo que le llevó a alzarse con el triunfo. Giménez obtuvo un meritorio segundo puesto, tras terminar la serie con un 21.
La tercera plaza fue para el tirador de Ontinyent, afincado en Fontanars dels Alforins, Patricio Simó, que sumó un total de 24.
Los tres primeros clasificados obtuvieron de premio un jamón, además de un trofeo para el ganador.. El resto de participantes también recibió un regalo. A todos los participantes se les obsequió con una gorra.
La organización de la prueba corrió a cargo del club de tiro  El Tollo. Al término de la misma hubo una degustación de productos de la zona para los tiradores y para el público que asistió a la prueba.
Estas tiradas, que vienen celebrándose todos los años, son posibles gracias a la colaboración desinteresada de un grupo de personas con Amadeo Garrido a la cabeza como presidente del Club de tiro El tollo. Junto a él un equipo de personas como Rubén, Pepe, Antonio o Santiago  hacen posible que todos los sábados por la tarde las instalaciones del club permanezcan abiertas para los entrenamientos.

El próximo viernes día 29 por la tarde, a partir de las 15,30 horas,  tendrá lugar una tirada mixta de codorniz y palomo  a máquina en las mismas instalaciones deportivas, con motivo de las fiestas patronales. Se tiraran 6 codornices y 4 palomos por tirador. El precio es de 30 euros.


viernes, 8 de agosto de 2014

Caza, sí


 

Los ecologistas aprovechan las primeras de cambio para tratar de prohibir la caza. Su pretensión ahora es que no se cace durante la media veda debido a la sequía. Tampoco quieren que se cace el resto del año, haya sequía o no.

Siempre han sido contrarios a la caza. No es nada nuevo. Lo intentan siempre que pueden con nulo éxito, afortunadamente, con argumentos peregrinos y sin ninguna base científica que los sostenga.

Hablan de maltrato animal sin preguntarse muchas veces la procedencia del jamón que se están llevando a la boca. ¿Alguien se ha preguntado cómo matan a las vacas en el matadero o de dónde procede el paté que tanto nos gusta? Hay mucha hipocresía en el debate sobre la caza.

Se acusa a los cazadores de ser los responsables de muchos animales que hoy se encuentran en peligro de extinción como el lince o el águila imperial. Lo que ha llevado a estas especies al borde de su desaparición ha sido la pérdida de su hábitat y alimento. Ambas especies tienen como alimentación básica el conejo, lagomorfo que ha desparecido en muchas partes de España, fundamentalmente, por dos enfermedades: la mixomatosis y la neumonía hemorrágico vírica, enfermedades propagadas por un médico francés para exterminar los conejos.

En el caso de las rapaces, los tendido eléctricos causan muchas muertes todos los años. Con ello, no quiero exculpar a los cazadores porque en todos los colectivos hay desaprensivos. Entre la labor de los cazadores está la de denunciar hechos delictivos como disparar a animales en peligro de extinción, el uso del veneno o el furtivismo. Aspectos todos ellos que están tipificados en el Código Penal y que llevan aparejada a parte de la correspondiente sanción económica, penas de cárcel.

Prohibir la caza tendría más efectos negativos que positivos. Que se lo pregunten, si no,  a los cientos agricultores que todos los años ven perder sus cosechas por el daño que causan los conejos en sus explotaciones agrícolas.

La caza es no sólo es necesaria sino imprescindible, no sólo para la conservación de la naturaleza sino también para el control de las poblaciones. Esto ha sido así desde que el hombre es hombre.

En parques nacionales y reservas de caza se dan lo que se llaman permisos para caza selectiva porque el exceso de animales sean venados, muflones, corzos o macho montés, impide muchas veces que estos animales puedan llegar a emparejarse. Además, de animales moribundos o enfermos, que conviene abatir para que no contagien al resto de las especies de caza mayor.

La actividad cinegética genera riqueza, sobre todo, en el mundo rural. Las batidas, las monterías, los ojeos o la caza en mano es el sustento de muchas familias que viven gracias a la caza. La caza en España genera alrededor de 3.600 millones de euros.

Comunidades como Castilla La Mancha, Extremadura o Andalucía viven del turismo cinegético y tienen en la caza una buena fuente de ingresos.

La caza es una actividad legal, aunque michos se empeñen en llamarnos asesinos ,que practican más de  más de un millón de personas en España.

Aunque en el tema de las corridas de toros, si hay partidos que son partidarios de su abolición, como ya ocurre en Cataluña y muy pronto sucederá también en el País Vasco, en el tema de la caza, ninguna formación política ,contempla la posibilidad de prohibir la caza, me refiero a las que tienen representación parlamentaria porque luego hay otras como el partido animalista, contrarios vehementemente a la caza.

El eterno debate caza sí o caza no.

Quiero recordar a los ecologistas que si hay caza es precisamente por los cazadores. Precisamente, ahora que aprieta el calor y hay una sequía extrema en media España, los propietarios de cotos o las sociedades de cazadores se preocupan para que a los animales no les falte ni agua ni comida. Para ello, recurren a la colocación de bebederos o de charcas y de comederos, diseminados en distintos puntos del coto.

No he visto a ningún ecologista y mira que piso el monte hacer esta labor, por otra parte necesaria, independientemente, de que nos guste la caza o no.

Es un ecologismo de oficina, que clama el cielo.

 

 

 

lunes, 28 de julio de 2014

Poca paloma en la media veda


 

Faltan sólo unos días para que se abra la media veda, pero las previsiones de una buena campaña cinegética son poco halagüeñas  debido fundamentalmente a la sequia.  La paloma torcaz, además de pinares para sestear, quiere agua y comida para sobrevivir como cualquier otro animal. Y esta campaña no se dan ambas condiciones.

Las malas cosechas de cereales de invierno: trigo, cebada, centeno y avena , que ha hecho que en muchas partes de España no se recoja la siembra y se deje el campo para forraje unido a la falta de lluvias, tras una primavera y  un verano muy seco- el más seco de los últimos treinta años- hacen prever una mala temporada de caza para la media veda.

Otros años atrás por estas mismas fechas podía verse el amarillear de los campos de girasol fundidos con el verde intenso de la vid, sin embargo, los agricultores han decidido no sembrar pipas ante la falta de lluvias. La pipa es uno de los alimentos preferidos de las palomas torcaces y también de  las tórtolas. Les gusta posarse sobre ellas y picar hasta llenarse el buche.

Aunque la paloma aquí en Fontanars entra más tarde, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares de España donde permanece todo el año y se ha hecho un ave más sedentaria que migratoria, llegando a poblar los pinares de las grandes ciudades, todo hace presagiar que la campaña cinegética no va a ser buena.



 

Sólo he visto algunos bandos en el término de Villena. Concretamente, en la finca las Cañas. En los cables de la luz pueden contarse a centenares a primera hora de la mañana y cuando más aprieta el calor. El milagro de que esto ocurra es que hay una especie de laguna donde brota el agua todo el año. Algo inexplicable, ya que el embalse que se encuentra muy próximo está vacío.

El calendario de vedas para la Comunidad Valenciana, luego cada sociedad es libre de abrir o no, según considere oportuno en función del plan cinegético, establece como fecha de inicio el 10 de agosto, tanto para la codorniz como para la paloma torcaz y la tórtola, a diferencia, por ejemplo, de Castilla La Mancha que abre el 15 de agosto sólo para la codorniz, y el 21 para el resto de aves: torcaz y tórtola. Esto se viene haciendo desde hace un par de años, si la puesta ha venido con retraso para evitar pollos en nido en el caso de la paloma torcaz,.

Ante la falta de comida natural, sólo aquellos cotos que utilicen cebaderos dispondrán de alguna oportunidad de disparar a los torcaces.

En cuanto a la codorniz, Fontanars no ha sido una zona especialmente codornicera, aunque ha habido algún que otro año bueno, coincidiendo con la recogida del cereal, y sobre todo, cuando no recogen la paja,  pero este año ha sido especialmente malo debido a la sequía, no llegándose a cosechar en muchas zonas.

 

 

domingo, 6 de julio de 2014

La repoblación no es la mejor solución



Este sábado pasado hablando con un amigo que, además, pertenece a la federación española de caza me echó en cara- con buenas palabras- que yo defiendo que no se abra la veda para la perdiz porque- en su opinión- puedo permitirme cazar en otros cotos mientras que otras personas no se lo pueden permitir.

Este argumento peregrino esconde no querer reconocer lo que es un evidencia: abrir el 8 de octubre es condenar a la perdiz a su desaparición. Se mire como se mire.

Dice y en esto no le falta razón, que como consecuencia de la crisis, primero y porque el relevo generacional en la caza no está garantizado, cada vez son más las personas que por las razones enumeradas no renuevan el talón de caza y se dan de baja.

Según mi amigo, para atraer nuevos socios y para que salir de caza sea un divertimento, la solución pasa por la repoblación con perdices de granja. Yo no digo que no se haga, pero si se hace que sea de una manera equilibrada porque de lo contrario acabaremos con la perdiz salvaje y convertiremos nuestros cotos en granjas cinegéticas.

Si queremos que haya perdices tendremos que empezar por hacer una buena gestión en nuestros cotos de caza y esto se consigue muchas veces dejando de cazar.  Esto lo entiende cualquier cazador que no sea un matarife. Me explico.

Las sociedades de cazadores, yo pertenezco a una de ellas, dictan una serie de normas al principio de la campaña que son de obligado cumplimiento para todos los cazadores. Estas normas hace mucho tiempo que no se revisan y pasan de temporada en temporada ,sin apenas cambios, salvo las fechas que varían de un año a otro.

Voy a citar varios ejemplos para que todos ustedes entiendan a lo que me refiero.

Horario:  De 8 a 14 horas. Desde hace mucho años se caza desde que amanece hasta las dos del medio día. En mi opinión, habría que reducir drásticamente las horas de caza.

Munición: Tres tiros. En muchos cotos se ha suprimido el tercer tiro, dejándolo únicamente en dos. De esta manera, das más opciones al animal y no se hiere tanta caza, que después no se cobra y muere.

Capturas:  Cupo de dos o tres perdices, según cotos. Seamos sinceros. Los cupos no los respeta nadie. Es más efectivo incidir en las dos medidas anteriores, que limitar el número de capturas.

Reservas de caza: El plan cinegético obliga a dejar unas zonas como reservas de caza. En mi modesta opinión son insuficientes y deberían variar de un año a otro y no ser siempre las mismas zonas de reserva.

Cuadrillas: El número de cuadrillas y de perros por cazador está limitado. No obstante, prohibiría el uso de móviles y de cualquier otro medio que permita localizar bandos de perdices sino es la caza en mano de toda la vida. Reduciría tanto el número de perros como de cuadrillas, de tal manera que no se batan amplias zonas de terreno.

Periodos hábiles de caza: Domingos y festivos. Huelga decir que suprimiría días de caza y por supuesto, no haciendo coincidir festivos con puentes en los que se ha cazado en ambos días.

Sanciones y guardería: Hay una serie de sanciones que van desde graves hasta muy graves, según la comisión del delito; como cazar en días de nieve, hacer humo en las madrigueras o cazar al ojeo, que en el mejor de los casos se resuelven con la retirada del talón de caza.

En fin, estas y otras medidas son meras sugerencias hechas con un ánimo constructivo a fin de salvaguardar nuestra especie cinegética por antonomasia: la perdiz salvaje.

 

viernes, 27 de junio de 2014

El conejo se ha convertido en un problema público


 

La plaga de conejos que afecta a numerosas comarcas valencianas, entre ellas La Vall d'Albaida ha dejado de ser sólo un problema que afecta sólo a cazadores y a agricultores para convertirse en un problema público, que afecta a numerosos vecinos.

La Unió de Llauradors, a través de un comunicado , ha alertado de los cuantiosos daños que están causando los conejos en las comarcas del Comtat y  L' Alcoià.

En poblaciones como Alcoi, Beneixama o Muro se les ha visto corretear en  mitad de las calles. Algo inusual hasta ahora.

Si  el hábitat normal de los conejos es el monte, la falta de alimentos y agua debido a la fuerte sequía ha propiciado que los animales bajen a los pueblos e invadan chalés y urbanizaciones residenciales y causen estragos en jardines y parcelas, devorando todo cuanto encuentran a su alrededor.

Los agricultores llevan años reclamando una mayor implicación de  los cazadores y también de los organismos correspondientes, esto es, Conselleria de Agricultura y  de los Ayuntamientos de los municipios afectados para acabar con este grave problema que provoca cuantiosos daños en la agricultura, sin que hasta el momento se haya conseguido paliar el problema.

Se ha intentado todo o casi todo.

Las capturas con red y con hurón, los lazos, las trampas, ampliar los días de caza en las nuevas órdenes de veda, los ganchillos, las esperas o las batidas son insuficientes para contener a esta población de voraces lagomorfos provenientes de Australia, nada que ver con el conejo autóctono o de monte, que es inmune a las enfermedades como la mixomatosis o la neumonía hemorrágico vírica y cuya capacidad de reproducción es muy alta, llegando a criar varias veces al año y con una camada media de 7 u 8 gazapos.

El conejo ha pasado de ser una especie cinegética muy preciada por cazadores y especialmente  por podenqueros a convertirse en un serio problema en muchas zonas de España, donde su alta densidad está provocando una situación de alarma social.

sábado, 21 de junio de 2014

Cuidemos la caza o acabaremos con ella


Llevamos varios años sin perdices en el acotado de Fontanars  y a pesar de ello se ha seguido cazando. No voy a repetir ahora lo que he dicho tantas veces para no ser reiterativo y cansino.

 Resulta complicado poner de acuerdo a los cazadores en un asunto tan crucial. Cada uno tira para donde más le conviene, conejeros para un lado y perdiceros para otro, sin confluir ambos en un punto común y sin tener en cuenta, que si no respetamos la caza y hacemos una buena gestión cinegética en nuestros cotos, la caza tiene los días contados. Y no me refiero sólo a la perdiz, también a otras especies de caza menor que corren serio peligro como la tórtola o la codorniz en franco declive por capturas incontroladas.

La perdiz para que llegue a recuperarse en parajes donde ha sido literalmente esquilmada  como ocurre en Fontanars dels Alforins requiere de mucho tiempo y, por supuesto, dejar de acosarla y, por consiguiente, respetar la veda y no darle caza hasta que, paulatinamente, su población vaya recuperándose.

Para que esto ocurra deben de darse varios factores: En primer lugar, un buen  control de las alimañas. Es alarmante como ha crecido la población de zorros debido a la alta densidad de conejos. También de cernícalos. La perdiz  o mejor dicho sus polladas son presa fácil para estas rapaces.

En segundo lugar, recuperando hábitats tradicionales para la perdiz y estableciendo un control exhaustivo de los productos  fitosanitarios que tiramos en el campo, con poco control y que muchas veces son altamente contaminantes y perjudícales para la fauna silvestre.

Ahora todo son lamentaciones. Hablas con unos y con otros y todos coinciden en que este año no debería abrirse la veda. El año pasado también decían lo mismo. Sin embargo, llegado el momento cambian de opinión y el día de la junta deciden todo lo contrario, aunque desconozco lo que harán finalmente este año. Espero y confío que prevalezca el sentido común y opten por no abrirla, al menos, para la perdiz.

No me gustaría en un futuro verme en la tesitura de tener que explicarle a mis nietos como era una perdiz y tener que recurrir a los libros de texto para mostrársela.

El dilema en las sociedades de cazadores se plantea cuando se decide abrir para unas especies y no para otras. Todos quieren salir al campo con la escopeta debajo del brazo.

Los que son conejeros de verdad,  los podenqueros, difícilmente, tiran a las perdices. Van con sus rehalas de perros tras los rabudos haciendo carreras por doquier y disfrutan tanto cuando el perro los captura como cuando son blancos de las escopetas . También cuando el conejo ha sido más listo que ellos y logra zafarse de cazadores y perros. Sin embargo, a los que les gusta la pluma y el pelo son otro cantar.

Ponerse de acuerdo es complicado.

El cazador deber ser consciente  que para que haya caza hay que cuidarla y el mejor modo de hacerlo es muchas veces, a pesar nuestro, no saliendo a cazar. A no ser que queramos convertir nuestros cotos en granjas cinegéticas con perdices de bote.

 

 


 

 
 


miércoles, 4 de junio de 2014

El parany es delito


 

Hasta que se reformó el Código Penal en su artículo 336 había ciertas discrepancias entre los jueces sobre si el parany era delito o no. De hecho, ha habido sentencias para todos los gustos. Unas absolutorias y otras que condenaban,  a quien practicara esta modalidad de caza consistente en el uso de unas varetas impregnadas de liga, una especie de pagamento, en la que las aves quedan atrapadas.

Entonces el Consell,  a través de la Conselleria de Medio Ambiente y para sortear la legislación existente y contentar al colectivo de cazadores, ideó el "parany científico", supuestamente, para el seguimiento científico de aves migratorias, que también ha sido tumbado por la normativa europea,  dado que hay otros métodos más eficaces para el estudio de la emigración de aves, que no son nada lesivos para estas especies como pueda serlo la caza con parany.

Quien suscribe estas líneas no pertenece a ningún grupo ecologista, aunque alguien pueda interpretarlo así por mis palabras. Soy cazador como todo el mundo que me conoce sabe, pero, sin embargo, siempre he reprobado esta práctica de caza por considerarla, no sólo poco selectiva que también sino innecesariamente cruenta.

En las redes se cogen no sólo las aves objeto de la captura como puedan ser tordos sino también otro tipo de aves, incluso algunas que están en peligro de extinción como se ha dado el caso.

El tema no es sólo soltarlas una vez han sido capturadas sino si consiguen sobrevivir y está comprobado que la inmensa mayoría perecen.

La nueva reforma del Código Penal no deja lugar a dudas y condena el parany como delito, contra el criterio de cazadores, que consideran esta práctica ancestral como legal al entender que se libera a las aves que no son objeto de caza sin causarles ningún daño.

Otro de los argumentos esgrimidos por los defensores a ultranza de esta caza, que cuenta con miles de aficionados, sobre todo, en el sur de Castellón es que se trata de una práctica de caza ancestral.

Siguiendo este mismo razonamiento y si por prácticas ancestrales o atávicas entendemos lo que se hacía en la Roma de Nerón todavía se seguiría practicando ese divertimento consistente en tirar a los cristianos a la fosa de los leones.

Los detractores, por su parte, alegaban que el uso del parany es un método de caza, muy poco selectivo, ya que en sus redes quedaban  atrapadas cientos de aves, que morían poco después al ingerir  pegamento, una sustancia altamente nociva.

La Audiencia provincial de Castellón ha revocado estos días una sentencia absolutoria contra un cazador de Vinaros que fue denunciado por utilizar este método de caza y lo ha condenado a una multa de 1.800 € por delito contra la fauna.

En cualquier caso, la ley es  ahora clara y precisa y hay que cumplirla por más argucias legales que se inventen algunos.

Por si alguno no se había enterado el parany es delito.

 

jueves, 15 de mayo de 2014

Nuestra condena más absoluta al maltrato animal


 

La plataforma SOS Galgos en su página de Facebook ha colgado una información que hace referencia a la detención de dos personas en el pueblo pacense de Usagre por maltratar y matar a seis galgos.

Agentes del Seprona han detenido a estas dos personas que han pasado a disposición judicial.  El Código Penal en su artículo 337 prevé penas que van desde los tres meses hasta un año de cárcel. Hasta aquí la información.

Ahora viene la opinión. Y la opinión, una vez más, es la de tratar de incriminar a todo el colectivo de cazadores de estas muertes, que la inmensa mayoría de nosotros no sólo condenamos sino que denunciamos y repudiamos. Decir como se afirma en el antetítulo de la información: "Fin de la temporada de caza … e ilustrar a continuación la información es tanto como afirmar que cuando termina la temporada cinegética los galgueros cuelgan a sus perros.

Como cazador que soy, me parece una atrocidad que se pueda causar daño a un animal, aunque a algunos les pueda parecer una paradoja esta afirmación. Es más, les diré que el Código Penal debería endurecer las penas por maltrato animal porque actualmente son irrisorias y muchas veces basta con una sanción económica  no habiendo pena de cárcel, si el agresor no tiene antecedentes penales. Con lo cual, la mayoría de las veces se resuelve mediante una sanción económica y poco más.

A estos dos individuos que han sido detenidos, confío y deseo que les caiga todo el peso de la Ley.

El maltrato animal es una lacra social que hay que erradicar de nuestra sociedad, concienciando a la gente desde muy pequeños, que una mascota no es un juguete. Cientos de animales son abandonados todos los años. Las perreras están llenas de animales que han sido abandonados por sus dueños. Muchos de los cuales son sacrificados. La adopción es una buena fórmula para evitar que perros o gatos que se hacinan en las perreras sean sacrificados

Los cazadores somos un colectivo que rechaza absolutamente el uso de estas malas prácticas en la caza como ocurre con los galgos, pero me consta porque tengo muchos amigos galgueros que la inmensa mayoría de ellos, adora a estos animales y no les causa ningún daño, más bien todo lo contrario, pero, obviamente, hay desalmados y gente sin escrúpulos en todos los colectivos y por desgracia, la caza, no es una excepción.

Las carreras de galgos congregan todos los años a un gran número de aficionados. De hecho, el campeonato de España lleva varias ediciones celebrándose,  en concreto, 76, con mucho éxito de público. También entre los que no son cazadores.

Me reafirmo y como yo la inmensa mayoría de los cazadores en condenar este tipo de actos salvajes que se cometen contra los animales. Nuestra más absoluta repulsa  ante estos hechos y creo hablar no sólo a título personal sino en nombre de todo el colectivo de cazadores.

domingo, 4 de mayo de 2014

A mi amigo Ramón





 

Aunque me sigue apasionando la caza, salgo mucho menos que antes a practicar mi afición preferida. La razón no es otra que ya no me acompaña en mis viajes cinegéticos mi buen amigo Ramón Ferrero.

Ramón sufrió hace cuatro años un ictus cerebral, del cual se recupera favorablemente. Sin embargo, ya nada es igual.


En los años que llevo cazando no he conocido a una persona que sepa más de caza. Era algo innato en él como el buen estudiante al que le basta leer la lección para aprendérsela al segundo y recitarla de memoria.

Sabía dónde ponerse en cada momento y cómo entrarle a las perdices para no tirarlas fuera del coto y poderles disparar, aunque fuera la primera vez que pisara la finca. Cuántas veces me ha dicho Patri ponte ahí. Y no fallaba. Tenía un sexto sentido.

A parte de una buena escopeta, que lo era, sobre todo, en puesto fijo, torcaz y tordo, Ramón tenía una serie de cualidades para la práctica cinegética envidiables.

Acompañado de su vieja Beretta 303 de la que no quería desprenderse por nada del mundo y de su perrita Perla, primero y Mary después, a las que sólo les faltaba hablar, era un auténtico gustazo verlo disparar, bajando piezas a las que ni usted ni yo, probablemente, se nos ocurriría dispararles. Si tenías a Ramón en el puesto de al lado, rara era la vez que no te doblaba o triplicaba las piezas.

La forma física que fue perdiendo con los años, la contrarrestaba con ese sentido que no se aprende sino que se nace con él. Hay cosas en la vida que se pueden depurar y mejorar, pero otras se tienen o no se tienen y Ramón era esa clase de persona que había nacido para ser cazador, además de un gran aficionado al fútbol, su Real Madrid de toda la vida.

De todos los cotos en los que ha cazado y doy fe que se ha recorrido media España, tenía una predilección especial por uno en concreto: Peñadorada. También yo.

Tenía, además, una gran amistad con el encargado de la finca, Venerando Gómez.

A Ramón le gustaba la caza en el sentido más amplio de la palabra. No sólo disfrutaba cuando llevaba la escopeta, también cuando no portaba el arma. Muchos cazadores lo son sólo cuando llevan la escopeta, olvidándose con frecuencia que la caza es mucho más que llevar un hierro bajo el brazo. Es amor a la naturaleza y Ramón era muy consciente de ello.

Hemos hecho muchos viajes juntos fuera de la temporada de caza para poner comida en los comederos o llenar los bebederos, sin pegar un tiro. Simplemente por el hecho de pasar un día en el campo, disfrutando de la naturaleza. Raro era el día que no me llamara para recogerme e irnos a ver la finca. Fuera a cazar o no.

A Ramón lo conozco más de treinta años. Por aquel entones yo era un joven imberbe que empezaba a cazar, pertrechado con una Franchi repetidora que le compré a mi cuñado por 25.000 pesetas de las de entonces. Fue en un pueblecito de Teruel, Calamocha, durante la media veda.  Un paraíso para la codorniz. Yo iba en compañía de mi padre y de Paco Sanchis.

Con Paco Sanchis empecé mis primeros escarceos cinegéticos.

A raíz de aquel encuentro trabamos una buena amistad que todavía perdura, a pesar de que ahora nos veamos muy poco.

Tengo muchas anécdotas que darían para escribir un libro. Pero de todas ellas me quedo con una.

Fuimos una cuadrilla a cazar al torcaz a una finca de La Mancha. Creo que era en Reolid. Ramón y yo nos pusimos en un campo de maíz. Recuerdo que hacía un calor insufrible. El  maízal estaba regado por unos pivots inmensos que escupían agua por todas partes.  A lo largo de la mañana no entró ni una sola paloma. Cuando llegamos a la casa, el grupo había emprendido viaje de regreso. Normal. Ramón, sin embargo, dijo de quedarse porque la tarde podía ser buena. Yo de haber ido en mi coche me hubiera ido también, pero no era el caso, así que tenía que regresar con él y me quedé. No tenía otra opción.

Después de comer dimos varias vueltas al coto. Empezaba a caer la noche cuando oí a Ramón disparar varios tiros. Los tiros fueron repitiéndose cada vez con mayor intensidad y frecuencia. Me acerqué donde se encontraba y me dijo que me pusiera a su derecha. Un chorro de palomas entraba al dormidero. Nos fuimos con una buena percha cada uno.

A raíz del percance de salud que tuvo Ramón, el grupo se disolvió. Formábamos una buena cuadrilla: Miguel Ferrer, Antonio Chofre, Nacho Espadas, Pepe Mora (padre e hijo), Genaro Ferrero, Colo, Ernesto, Rafael, Salvador Vila, Gonzalo Ferri, Antonio Belda, Miguel Ferrero … A muchos les he perdido la pista, otros por desgracia nos han dejado para siempre.

A Ramón sólo le puedo dar las gracias por haberme transmitido como nadie la pasión por la caza y ese espíritu luchador que conservo y que trato de aplicar en la vida cada día.