lunes, 1 de septiembre de 2014

Cuando no les importa la caza sino sólo el dinero


 

Hay sociedades de cazadores, que en lugar de preocuparse por la labor cinegética, que es su principal cometido, se interesan sólo por el aspecto económico. El que afecta a sus bolsillos, claro. Las cuentas de la sociedad les traen al pairo.

La labor cinegética en un coto, empieza por el plan cinegético, que están obligados a llevar todos los cotos de caza, determinando las zonas de reserva, la densidad de perdices, las capturas, etcétera, etcétera.

La suelta de perdices, que muchos cotos se ven obligados a hacer ante la falta de patirrojas,   se debe hacer de una manera racional.

No se trata del día antes de la apertura de la veda abrir las jaulas y salir a cazarlas. Habrá quien le guste ejercer de matarife. A mí, no. Y, creo, que a muchos cazadores tampoco.

Entre los meses de junio y julio muchos cotos están repoblando ya sus acotados con perdices de granja. Otros , sin embargo, se esperan a que pase el calor y aprovechan el mes de septiembre para hacer la suelta.

La colocación de comederos y bebederos en diferentes lugares estratégicos del coto es muy importante, sobre todo, en épocas de sequía, como la que estamos viviendo. Los comederos, además, son un refuerzo adicional en la alimentación de las patirrojas.

El control de predadores y otra serie de aspectos son fundamentales para la supervivencia de un coto. Da igual si es social o privado.

Primero hay que hacer una buena gestión cinegética, que luego ya vendrán los resultados, pero sin lo primero no se da lo segundo.

Algunas sociedades, como es el caso de la de Biar, ante la falta de perdices han decidido no abrir este año.

Desde estas páginas ánimo a qué otras sociedades hagan lo propio y sigan el ejemplo de Biar.

Aquí si quiera plantearlo es imposible. Lo de menos es si hay caza o no. La gente está esperando todo el año para salir, pero, luego, se lamentan cuando llegan a casa con la canana llena y sin disparar ni un solo tiro.

En Fontanars dels Alforins, que es, al menos, lo que yo conozco, debería haberse dejado de cazar la perdiz hace dos temporadas y si me apuran, diría que hasta tres. La situación sería otra bien distinta a la actual.

No se ha hecho y ahora la gente se queja de pagar el talón de caza y de que no haya caza.

Con lo cual, es más que probable que mucha gente no renueve el talón y se dé de baja como socio.

Si a eso, añadimos que cada vez se incorpora menos gente joven, las cuentas no pueden salir bien. Ni las económicas ni las cinegéticas.

Por otro lado, el cargo de presidente de una sociedad de cazadores es un puesto muy conflictivo. Nadie quiere presentarse y por tanto, siempre salen reelegidos los mismos, independientemente que la labor que hayan hecho, sea buena, regular o mala.

Así las cosas, poco o nada se puede hacer cuando no hay alternativas y se perpetúan siempre los mismos.

 

 

 

 

 

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