martes, 27 de marzo de 2012

Matar conejos a cañonazos

Para acallar las críticas de los agricultores, la Generalitat  Valenciana ya no sabe q hacer con los conejos que tanto daño están ocasionando a los agricultores, sobre todo, en la comarca de la Vall d’Albaida y la zona de Requena -Utiel y ha ideado un nuevo procedimiento para exterminarlos.  “Rodenator” se llama el artilugio en cuestión.
Bueno, la idea no es de aquí sino que viene del otro lado del charco como las hipotecas basura y todo eso y consiste en una  lanza conectada por dos mangueras a unos depósitos de propano y oxígeno.
Como no hay que saber mucho de física para darse cuenta de que la mezcla de ambos gases es más pesada que el aire, estos gases penetran en la madriguera y una chispa en el extremo de la lanza hace el resto.
Este aparatejo ya se ha probado, dicen que  con éxito, en Aragón y en algunas zonas de la Comunidad Valenciana. Concretamente en cinco enclaves, registrándose un total de 62 deflagraciones.
Los animales que se encuentran en la madriguera mueren por los efectos de la explosión o asfixiados por el hundimiento de la madriguera.
La televisión americana ha difundido imágenes de estos pequeños lagomorfos huyendo despavoridos de las madrigueras como auténticas bolas de fuego, lo que, obviamente, ha generado las protestas de los grupos ecologistas.
Entiendo perfectamente a los agricultores que se ven desbordados por los daños que causa el conejo en sus campos, pero a mí, personalmente, y lo dice un cazador esta practica de exterminar conejos a cañonazos, me parece sencillamente una auténtica salvajada.
Hay que tomar medidas  para paliar los daños, de acuerdo, y estas han de venir por parte tanto de la administración como de las sociedades de cazadores.
Hasta ahora lo poco o lo mucho q se ha hecho no ha surtido efecto. Cada vez hay más conejos y los daños que provocan en viñedos, frutales o cereal son cuantiosos, llegando a provocar la ruina a muchos de estos agricultores, que ven perder sus cosechas ante la pasividad de la administración.
Vivo en un pueblo de la Vall d’Albaida, concretamente, en Fontanars dels Alforins, y he visto campos absolutamente arrasados por la plaga de conejos, que de un tiempo a esta parte azota esta comarca y se han adueñado de campos enteros.
                                                                  
Pero la solución a este grave problema no se a arregla a cañonazos. Palabra de cazador.