sábado, 22 de febrero de 2014

Entrevista a Juan Carlos Bataller



"De la caza me quedo con los lances. Los trofeos son para enseñarlos a los amigos y nada más"

Ha hecho  cerca de 900 esperas a lo largo de su vida cinegética y ha matado 65 jabalíes en aguardos . Lleva la caza en los genes, Juan Carlos Bataller es una de las personas que más sabe y conoce a cerca de la caza del jabalí.  Su padre ya era cazador, también su hermano José Luis y su sobrino, que sigue ahora los pasos de su tío. En esta entrevista nos desvela alguno de sus secretos para salir airoso de un buen aguardo y también nos relata alguno de los lances más emocionantes y peligrosos que ha vivido como cazador. Bataller compagina su afición por la caza con tareas sociales en la prisión de Villena, ayudando a los presos a su reinserción.



1. Juan Carlos, cuéntanos un poco cómo y cuándo nace tu afición por la caza y más, concretamente, por la caza del jabalí.

Cuando naces  en una casa en la que tu padre es cazador es más fácil aficionarse a ella. A los 16 años me saqué el permiso y comencé a cazar, pero no sería hasta los 19 cuando empecé a aficionarme de verdad por la caza del jabalí. Mi hermano, José Luis y yo fuimos a  nuestra primera batida y nos quedamos sin balas y como suele pasar en estos casos cobramos pocas piezas. Mi hermano le disparó a un jabalí de unos 60-70 kilos, que le seguían otros cuatro más pequeños, que echaron a correr, pero nos dio tiempo a dispararles, pero sin alcanzar a ninguno de ellos. Luego nos entró una zorra y le tiramos otros cuatro tiros más. Tampoco le dimos. Recuerdo que tuvimos que pedir más balas a un compañero. A los 20 años cuando regresé del servicio militar es cuando realmente empezó mi afición por las esperas. El primer jabalí que abatí durante una espera, bueno realmente fueron dos, los conseguí abatir en la finca propiedad de la persona que me está haciendo esta entrevista, mi buen amigo Patricio Simó. Fuimos a un campo de girasol. Recuerdo, perfectamente, que nos entraron por la derecha, justo donde estaba yo. Les disparé dos tiros y uno cayó seco y el otro lo hizo a unos 20 metros. Desde ese día y fíjate si ha pasado tiempo no he dejado de hacer esperas hasta hoy. Es tanta la afición que tengo, que haga frío o calor nada me detiene.

Estarán de acuerdo conmigo, los miles de aficionados en toda España que practican esta modalidad cinegética, que cuando llevas dos horas esperando sin oír nada y de repente oyes romperse una rama y los ruidos empiezan a sucederse, cada vez más cerca, en la dirección donde uno se encuentra y el corazón te late a mil por hora es una sensación, que para mí no hay ningún otro tipo de caza que la supere.

2.- Cuál ha sido el lance más emocionante que recuerdas?

Para mí, el lance más emocionante que he tenido ocurrió en el mes de septiembre. Íbamos un amigo y yo a un campo de almendros a esperarlos. Nos marchamos a las 12 y todavía no habían entrado. Tampoco los oímos. Al día siguiente fuimos y vimos que habían comido almendras. Decidimos aguantar hasta la una de la noche dos días más y el mismo resultado.

Nos quedaba sólo un día, así que le dije a mi amigo de ponernos a la una de la madrugada. Ese día él no pudo acompañarme porque tenía que madrugar a la mañana siguiente. Así que cogí el rifle y me puse a esperar. Sobre las dos de la noche, oí unos ruidos y al poco tiempo oí romper almendras. No había duda, era un jabalí. Por la hora y por el poco ruido que hacía debía de tratarse de un buen macareno. Poco a poco iba acercándose a dónde yo estaba y cuando le faltaba poco para cogerme el aire, al haber buena luna decidí dispararle. Cuando levanté el rifle oí un ruido muy fuerte. Era el jabalí que se marchaba corriendo. Me quedé con una cara de asombro, pues no entendía lo que había pasado. El jabalí no me cogió el aire, pues no hizo el sonido que habitualmente hacen cuando siente la presencia de una persona una especie de bufido o soplido. Tras darle muchas vueltas a lo sucedido, me di cuenta que al levantar el rifle, el arma provocó un destello que fue suficiente para que el jabalí notara mi presencia debido a la luz de la luna. Decidí quedarme cinco minutos para relajarme y pensar un poco en el lance que acababa de suceder y mi sorpresa fue que al poco tiempo de haberse marchado oí de nuevo ruidos. Pensé que no se trataba del mismo jabalí, pues estos animales son muy astutos y si barruntan algo extraño no vuelven por allí. Caminé unos diez metros, sin apenas hacer ruido  y busqué la sombra de una encina. Los jabalíes andaban comiendo y acercándose cada vez más a mí. Cuando calculé que ya estaban  a tiro, encaré el arma a uno de los grandes del grupo. Iba una piara de cinco. Le disparé y cayó seco. Empezaron a correr y me dio tiempo a apuntar a otro grande, que corrió la misma suerte. Aún me dio tiempo a cargar y a disparar a un tercero, pero está vez erré el tiro. Sin duda, ha sido el lance más emocionante que he presenciado.

3.- Y el más peligroso?

El lance más peligroso fue al año siguiente y no tengo dudas de que se trata del mismo jabalí que se espantó en los almendros el año anterior. Lo sé por la hora y la forma de entrar a comer. Tenía un jabalí cebado unos 20 ó 22 días y por el viento no podía ir a esperarlo, ya que entraba en dirección a donde yo me ponía. Una noche alrededor de las 8 de la noche había caído una buena tormenta y me dije hoy es el día de esperarlo. Llegué al puesto sobre las 9. Aún quedaba algo de sol. Dejé el coche a unos doscientos metros de donde me iba a poner y me comí el bocadillo que llevaba preparado de casa. Hasta las 12 de la noche no oí los primeros ruidos. Justo a la parte izquierda de donde yo me encontraba. El viento como suele ocurrir después de cada tormenta iba cambiando de dirección. Por un momento, pensé en marcharme. Pero después de haberlo estado cebando durante más de veinte días decidí aguantar un rato más. A la media hora aproximadamente oí un ruido por debajo de donde yo me encontraba. De momento, el aire no había delatado mi presencia.

Oí un bufido y pensé que ya se había percibido de mi presencia. Al rato oí otro y al momento otro soplido más. Deduje entonces que no se trataba de simples bufidos sino que el jabalí lo que estaba oliendo eran mis pisadas después de la tormenta que había arreciado unas horas antes. Para mi asombro, no sólo no se marchó sino que cada vez se acercaba más a mí. Hasta el punto de que cuando lo tenía a unos diez metros, pensé que cambiaría de dirección y se iría hacia el cebadero, que lo tenía a unos 50 metros y podría dispararle entonces. Mi sorpresa fue que siguió oliendo mis pisadas y se acercó a apenas dos metros de donde yo me encontraba. El corazón me latía cada vez más rápido. Decidí entonces encender la luz. El jabalí pego un bote enorme y salió a gran velocidad. Hice un primer disparó que erré y cuando fui a efectuar el segundo tiro se desenchufó el cable de la luz que va conectado a la batería, así que tuve que tirarle sin verlo y lo erré de nuevo. Pasé realmente miedo.

4.- ¿Cuántos jabalíes has abatido en esperas?.

En el tiempo que llevo realizando esperas  habré muerto alrededor de 65 jabalíes, para lo cual he tenido que realizar entre 800 y 900 esperas. Muchas veces te entran jabalinas con rayones a las que no les tiras. Cuando ya llevas muertos muchos jabalíes, lo que buscas es que tenga una buena boca, o sea, un buen trofeo. Y esos son los más difíciles de conseguir.

5.- Dinos cuatro o cinco consejos que hay que tener en cuenta para no fracasar en una espera nocturna y no venirnos con las manos vacías?

Yo destacaría una que para mí es la más importante, ya que lo que está en juego es la propia integridad física del cazador. Nunca hay que realizar una espera después de que el sol se haya puesto, ya que entrar de noche o con poca luz al puesto puede resultar muy peligroso. Disparar con rifle no es lo mismo que disparar con una escopeta. Las balas tienen un alcance mucho mayor, puede encontrarse alguien en los lindes del coto o cerca del puesto que hemos elegido y no tener conocimiento de que se encuentre allí. Otro consejo sería que al acabar la espera y hasta el lugar donde tienes el coche llevar una linterna encendida.

Cuando va más de una persona, normalmente tres,  y si nos encontramos  en un campo  de labor,  los puestos  se deben colocar en línea recta y siempre disparar hacia delante o hacia atrás, pero nunca efectuar un tiro cruzado.

Otra norma básica es no disparar a un bulto o a un simple ruido hasta que no tengamos la certeza que se trata de un animal. Para eso hay que encender la luz o si hay luna estar completamente seguros de que se trata de un jabalí. Si me permites, te voy a dar un consejo. Para mí, el jabalí se mata por el día. Me explico.  Hay gente que llega  a un campo donde la noche anterior han estado entrando los jabalíes y decide ponerse porque a su juicio es donde más daño están haciendo, sin darse cuenta de por dónde suelen entrar. Hay que andar y observar mucho el terreno antes de realizar una buena espera de jabalíes y aún así y todo te sorprenden y fracasas muchas veces. Por último, decir que cuando se mata un jabalí hay que recogerlo. Dejarlo muerto en el monte y sólo coger los colmillos no es de ser buen cazador. La carne de jabalí, además, es muy buena. Yo tengo por costumbre cocinar lo que mato, ya sean jabalíes, liebres o perdices.

Hay que tener en cuenta que para realizar esperas uno tiene que armarse de mucha paciencia, pues la mayoría de las veces nos vamos a venir con las manos vacías.

6.- ¿Qué rifle y munición sueles emplear?

Para mí, el arma es muy importante. Munición hay de muchas clases. Buena o muy buena dependiendo del dinero que quieras gastarte. Yo he llegado a disparar cartuchos de bala de cartón. También balas de rifle de 9,3x62 y entre medias, distintas clases de armas y municiones.

Las escopetas hay que probarlas sobre un blanco a 50 metros para ver el plomeo de los perdigones.  Para saber si haces el tiro alto o bajo. Los rifles suelen ir todos bien, si están bien calibrados. Ponerlo a punto es fundamental. Para la espera es indiferente usar rifle que escopeta, al menos, donde yo cazo porque normalmente no se les tira a más de 60 metros por las circunstancias del terreno. Tampoco es lo mismo por el día que por la noche. Cuando enciendes la luz puedes tener el animal de cara y tener dificultad a la hora de efectuar el disparo.

7.- Tengo entendido que un buen calibre para los aguardos de jabalí es el 243 y para las batidas a partir de un 30.06 …

He cazado con el 30.06. Un armero me aconsejó que me comprara un Blasser de cerrojo, calibre 93x62 y es el que tengo desde hace tres años y estoy muy contento con él. Aunque a cada persona, le va bien un tipo de arma y munición. Tengo un amigo que tiene un 300. Les daba en el sitio, pero al no tener parada la bala, nos tocaba después pistearlos. De esto hace 15 años y, sin duda,  ahora habrá mejor munición. Para los bichos que hay por esta zona, jabalí, arruí o macho montes con un calibre 300 sobra.

8.- Mejor cerrojo, express o semiautomático ?

Tanto el de cerrojo como el semiautomático son buenas armas para batidas y esperas porque se suele disparar a distancias cortas. Para recechos, por ejemplo, es mejor el de cerrojo. Es más preciso y la bala no se desvía tanto, a pesar de realizarse los tiros  a mayor distancia.

9. ¿A dónde hay que apuntarle a un jabalí para que no marche malherido?

Lo mejor es apuntarle al codillo. En las batidas y con el animal corrido es complicado darles en el codillo. Incluso, darles porque corren que se las pelan.

10.- El jabalí es un animal que tiene un oído y un olfato muy desarrollado. Puede reconocer tu olor con el aire a favor a varios kilómetros de distancia. Engañarlo no debe resultar tarea fácil.

Después de los años que llevo tras ellos, te puedo asegurar que al jabalí grande no se le engaña nunca. Son ellos los que a veces cometen un fallo y es entonces cuando tienes la oportunidad de cazarlos.

11.- Me comentabas al principio de la entrevista que conservas un cuaderno de caza donde anotas todos tus lances … ¿Lo sigues conservando?

Así es. Un día se me ocurrió anotar todos los lances y recuerdos de las batidas y de las esperas. Cuando llevas muchos jabalíes a tus espaldas es difícil recordarlo todo.

12.- Entre todos los trofeos que tienes en tu casa ¿hay algún medalla de oro?

De los 9 trofeos que tengo sólo hay dos bronces y un plata. Es muy complicado conseguir un oro. No depende sólo de cazar un jabalí  grande y viejo, que ya de por sí resulta difícil. Aunque tenga buen boca, la mayoría son machos de unos 6-7 años, que es fácil que tengan algún colmillo o amoladera estropeado de levantar piedras para comer alacranes u otros animales.

13.- Supongo que como cazador conseguir un buen macareno será tu sueño. ¿Me equivoco?

Claro, pero tampoco creas que estoy obsesionado con ello. Para mí, los trofeos sólo sirven para enseñarlos a los amigos. Sin embargo, los lances sí que los puedes revivir con cualquier persona y en cualquier momento.

14.- A parte de tu afición por la caza mayor, creo que también te gusta la caza menor.¿ Cómo ha ido la temporada este año? ¿Creo que muy mal, no?.

Si, llevamos dos años muy malos. De lo peor que he conocido. Unos le echan la culpa a los jabalíes porque se comen los huevos de las perdices, otros culpan a los agricultores por los productos que echan al campo. Otros a las espalderas. Hay versiones para todos los gustos. Sea como fuere, el coto de Fontanars ha pasado de ser uno de los mejores de la Comunidad Valenciana a estar en el furgón de cola. El jabalí, sin embargo, va en aumento. Esta temporada entre esperas y batidas se han abatido 90 ejemplares. Sin duda, una cifra récord de capturas.

15.- En las batidas de jabalíes es donde más accidentes mortales se registran. El año pasado fallecieron 22 personas. ¿Tan peligrosa puede llegar a resultar una batida?

Efectivamente, es donde más accidentes mortales se registran.

16.-¿ Qué medidas de seguridad deben de darse para evitar que se produzcan más accidentes?

A parte de llevar chalecos reflectantes, que ya es obligatorio es muy importante saber dónde se encuentra tu compañero de puesto y, sobre todo, no moverte del  puesto que te  han asignado hasta el final de la batida. También cuando están cerca los guías o los rehaleros hay que tener mucho cuidado, por si sale en ese momento un jabalí.

17.- Cuando se produce un agarre algunos ven ensañamiento con el animal. ¿Tú qué ves?.

Yo he ido muchos años de guía con las rehalas y si he cazado con más de 15 rehalas diferentes, la inmensa mayoría, cuando los perros cogen el jabalí van a pincharlo lo más rápidamente para evitar que el animal sufra lo menos posible. Aunque, si es cierto que algún rehalero deja morder al jabalí más de la cuenta.

18.- La proliferación de jabalíes está ocasionando cuantiosos daños en la agricultura. Las batidas son un buen método para controlar su población? Se te ocurren otras fórmulas  más provechosas? ¿Qué opinas de que se coloquen lazos o cepos para capturarlos?.

Es el mejor método y el más efectivo también. Es la forma de cazar donde más jabalíes se abaten, en los aguardos también, pero en un número menor. Los lazos están prohibidos para los jabalíes, sólo están autorizados para las zorras, aunque algún jabalí pequeño pueda quedar atrapado. Respecto a los cepos hace muchos años que están prohibidos. Si alguien los coloca no es consciente del peligro que ello supone y del daño que puede causar.

19.- En la última batida celebrada en los montes de Fontanars se abatieron 31 jabalíes. Una cifra récord en capturas …

Si, nunca anteriormente se habían abatido tantos jabalíes. En la zona en donde se realizó la batida, llevábamos algunos años haciéndola con poco éxito. Los jabalíes suelen tomar bien esa zona porque es cálida, además, se da la circunstancia de que este año no se han hecho "pebrasos" y no se les ha molestado. Los jabalíes buscan sitios tranquilos, al ser un animal que transita por la noche y duerme durante el día.

20. Me ha llamado la atención, que en las batidas prefieres ir con las rehalas, que ponerte en el puesto. ¿Te resulta más emocionante?.

Sí porque soy una persona bastante nerviosa. En las batidas, la posibilidad de que entre un jabalí es mucho menor y no aguanto tres horas sentado. Aunque a partir de ahora voy a ir a puesto porque mi sobrino empieza este año a cazar y me hace ilusión estar con él y también para enseñarle algunas cosas, pues las batidas son muy peligrosas, sobre todo, para una cazador joven como mi sobrino.

21.- En alguna ocasión has tenido a un animal en el punto de mira y finalmente has optado por no disparar? ¿Qué se te ha pasado en ese momento por la cabeza para no apretar el gatillo?.

Si, más de una vez. Cuando, por ejemplo, he visto a una jabalina con rayones. Te voy a contar una anécdota.  En una ocasión entraron al puesto 4 jabalíes, de unos 35 kilos cada uno y la madre. A la media hora entró un jabalí solo. Lo apunté y no me pareció que era el macho que yo andaba buscando, así que no le disparé.  Me equivoqué. Cuando llegó a donde estaban los otros iba detrás de la cerda para montarla. Cuando intenté apuntarle para dispararle no pude. No se estaba quieto. La guarra no se dejaba montar y se escondieron en dirección al monte. Se me quedó una cara de tonto, que todavía me acuerdo.

22.-- ¿Qué les dirías a los detractores de la caza?

Pienso que muchas veces cuando hablan mal de los cazadores se generaliza. Sinceramente creo que no todos los cazadores somos tan malos como algunos nos pintan. Ser cazador es una afición que te nace y que disfrutas con ella. Aunque no veo nada malo, que haya gente a la que no les guste la caza. Todas las opiniones son respetables.

23.-.- A algunos que no te conocen les puede sorprender que siendo cazador, además ,te dediques en tu tiempo libre a tareas de voluntariado como la que realizas en la cárcel de Villena, ayudando a los presos a su reinserción.

Si, es verdad, los cazadores no tenemos muy buena fama. Cuando uno quiere siempre hay tiempo para dedicarlo a la gente que más  lo necesite. Justamente, este fin de semana tenía el sábado libre y entre irme a Ciudad Real a participar a una montería en compañía de un amigo o ir a Alicante a realizar un cursillo para la prisión, preferí la segunda opción. A mi amigo, lo puedo ver cuando tenga unos días de vacaciones y el trabajo en la prisión me llena mucho.

24.- En algunas batidas se ha observado la presencia de un híbrido entre jabalí y cerdo vietnamita. Algunos estudios afirman que de seguir emparejándose, el jabalí autóctono podría llegar a desaparecer. ¿Te parecen exageradas estas afirmaciones?

No sé si son exageradas o no, pero mejor que los cerdos estén en los corrales o porqueras y los jabalíes en el monte, que es donde deben de estar. De lo contrario, no dará gusto salir a cazar.

25.- ¿Cuándo tienes previsto realizar la próxima espera?

Yo saldría mañana mismo, pero como ahora estamos en veda tendré que esperar, al menos, tres meses hasta que se abra. Pero, bueno, esto pasa rápido y cuando menos te lo esperas, ya estamos de nuevo en las siembras, pisteando a los jabalíes.

26.- ¿Qué opinas de los cercones?

Prefiero  las fincas abiertas. Los vallados cinegéticos no deberían existir.

28. Después de todo lo que me has contado me gustaría acompañarte un día a un aguardo.

En cuanto empiecen las primeras esperas, te aviso. Tú coge la cámara, que yo cogeré el rifle y a ver quién de los dos dispara más rápido. (risas).


miércoles, 19 de febrero de 2014

Otra jornada de caza, apurando los últimos días


Hoy hemos cazado en una finca que se llama El Bachiller, que está situada entre las poblaciones albaceteñas de  Bonete y Corral Rubio.

En  los cotos de caza intensiva, como es el caso,  la veda se cierra el próximo 28 de febrero. En el resto de cotos de Castilla La Mancha, la veda se cerró el pasado día 8.

Hasta el día 28 sólo se puede cazar la perdiz, estando prohibido el resto de especies cinegéticas de menor como el conejo o la liebre. En el caso del conejo salvo permisos por daños.

La finca es muy cómoda de cazar y abundan los chaparros, romeros y esparteras. En mi caso, que estoy recién operado de una hernia, lo agradecí enormemente.

Tampoco en esta ocasión me ha acompañado mi perrita Sénia, convaleciente como esta de su dolencia de cadera.

Si insensato resulta salir a cazar sin perro, en estos cotos, donde te sueltan la perdiz el mismo día, lo es aún más.

La perdiz apeona y le cuesta volar, a no ser que se sienta presionada por el perro, prefiere escurrirse entre las matas.

Un buen perro que marque la muestra es fundamental para pasar un buen rato. De lo contrario, lo normal es que no des con las patirrojas y te aburras como una ostra.

 A falta de perro, me pegué a mi buen amigo Pepe Sala que lleva una estupenda braca de nombre Laica, que lo hace francamente bien, tanto en el cobro como en la muestra. Es una perra dócil, cariñosa y obediente, que caza a la mano, sin necesidad de estar fustigándola con el collar de castigo ni tampoco hay que andar llamándola hasta la extenuación.

Las perdices recién soltadas, como era el caso, apeonan para quitarse el estrés de haber permanecido en la caja durante tanto tiempo.

Cuando las sueltan no saben dónde ir porque no conocen el terreno, tardan un tiempo en aclimatarse, así que optan por apeonar.

Se llaman entre ellas y al rato vuelven a juntarse.

Isidro Lillo que nos ha acompañado durante esta cacería nos comentaba que el secreto para que la perdiz críe es que sea de la primera puesta.

Lillo no es partidario de poner bebederos en la finca porque, según él, el agua es un foco de transmisión de enfermedades. No es el primero al que le he escuchado decir algo así. Y algo de razón tienen.

La perdiz debe de beber del rocío de la mañana y de las charcas de agua natural, exactamente igual que hace la perdiz salvaje. Es la única forma de que se adapte al medio.

En cuanto a la comida, aunque es bueno que haya comederos repartidos en varios puntos de la finca, sobre todo, cuando la comida escasea es conveniente tirar trigo por los caminos para que se enseñen a picar en tierra como hace la perdiz autóctona.

En cuanto a la jornada cinegética propiamente dicha se abatieron algo más de la mitad de las perdices que se soltaron y quien suscribe estas líneas se colgó ocho en el zurrón.

He aprovechado el día para probar munición nueva. Un cartucho remington de 32 gramos de séptima que me ha gustado especialmente por dos motivos: uno por su rapidez y plomeo en distancias cortas y largas  y en segundo lugar porque es un cartucho que no es nada pegón y eso los que utilizamos paralelas lo agradecemos mucho.

A falta de buenas perdices, el día se completó, con unos buenos gazpachos manchegos y unas excelentes alubias, que se comió un servidor  en el restaurante Valencia de Almansa en compañía de dos buenos amigos y cazadores como son Pepe Sala y Pepe Tortosa.

 

 

martes, 18 de febrero de 2014

Pero qué malos que somos los cazadores


 

El príncipe Enrique ha vuelto a ser noticia. La publicación de una fotografía suya rifle en mano junto a un búfalo ha generado mucha controversia. La polémica está servida.

La foto al parecer fue tomada en 2004 durante una cacería que tuvo lugar en Argentina en la finca "El Remando", propiedad  de un familiar del barón Thyssen.

La cuestión es por qué se ha publicado ahora la fotografía y no antes, cuando han pasado más de diez años. Desde luego, no por casualidad.

La respuesta quizá haya que buscarla en que el príncipe Enrique ha participado estos días en una conferencia celebrada en Londres en defensa de la vida silvestre y contra el tráfico de animales en peligro de extinción.

Recientemente, el príncipe Enrique también participó  junto a su hermano Guillermo  en una montería de jabalíes y venados en tierras españolas, concretamente en una finca de Córdoba, que también ha generado mucha crispación entre los colectivos contrarios a la caza.

Cualquier excusa es buena para arremeter contra la caza y los cazadores.

Comprendo, que la situación del futuro Rey de Inglaterra, cuarto en la línea sucesoria al trono, no es igual que la de cualquiera de nosotros, pero también es legítimo que entre sus aficiones esté la caza, como podría haber sido cualquier otra como la de motorista o surfista.

Es obvio, que la caza tiene muy mala prensa, aunque sea una actividad legal, que en España practican más de un millón de personas. También políticos, ministros o jueces, aunque pocos lo reconocen y nos tengamos que enterar de su afición cinegética cuando van a cazar sin licencia de caza.

Sin embargo, la sola fotografía de quien sea y más si eres un personaje público o famoso, posando con un búfalo o un elefante, miren si no lo que le pasó a don Juan Carlos y su viaje a Botsuana por las que tuvo que pedir perdón, cierto que el momento elegido no fue el más oportuno ni la compañía elegida tampoco, te puede arruinar tu carrera.

Algunos no verán coherente participar en una conferencia relacionada con la defensa de la vida silvestre y al mismo tiempo posar con un búfalo entre los pies, aunque la foto tenga ya algunos años.

La conferencia hasta donde yo sé, trataba del tráfico ilegal de animales en peligro de extinción. Que yo sepa, el búfalo no se encuentra entre las especies amenazadas y su caza está permitida.

sábado, 15 de febrero de 2014

Los accidentes provocados por fauna silvestre


 

Las presiones del  lobby de cazadores han dado finalmente sus frutos y han conseguido que cuando se produzca un accidente de tráfico por causa de un animal silvestre como jabalíes, venados o zorras  no se responsabilice al dueño del coto como hasta ahora ni a las sociedades de cazadores sino que será el propio conductor el responsable del accidente, sin derecho a ninguna indemnización porque las compañías aseguradoras no se harán cargo del siniestro dado que el conductor es el culpable.

La controvertida Ley de Tráfico y Seguridad Vial está a punto de aprobarse- está tramitándose en el Senado y entrará en vigor a lo largo de este año sino se aceptan las enmiendas que a la propia ley ha presentado el grupo socialista.

Son muchos los accidentes que la fauna salvaje provoca en las carreteras españolas, muchos de los cuales acaban con resultado de muerte.  En 2012, 4 personas fallecieron , 51 resultaron heridas graves y 586 heridas leves, según datos de la Dirección General de Tráfico.

La nueva Ley de Tráfico sólo contempla responsable al dueño del coto cuando el accidente se produzca por una acción directa de caza. Esto es, cuando se celebre una batida o montería. En el resto de los casos, no.

Si, por ejemplo, está transitando por una zona donde haya un coto de caza y tiene la desgracia de que se le cruce un jabalí, los daños del vehículo, si tiene la suerte de sobrevivir al accidente correrán de su cargo.

Siendo como soy cazador, la ley me parece un auténtico despropósito, que contenta a unos, el colectivo de cazadores, y más en concreto, a los propietarios de fincas de caza, pero que deja indefenso al ciudadano, que tiene la desgracia de sufrir un accidente de tráfico cuando se lleva por delante un jabalí o una res.

Es obvio, que los dueños de las fincas de caza, sobre todo, de caza mayor, muchas de las cuales son cercones, es decir, están valladas deben velar por la seguridad dentro y fuera de la finca.

Con esta ley en la mano, si hasta ahora lo hacían, a partir de ahora dejarán de hacerlo.

Los defensores de la medida alegan que en ningún país de la Unión Europea, donde se registran más accidentes por atropellos de animales de caza que en España, como es el caso de Alemania o Francia se responsabiliza a los cazadores del siniestro sino al propio conductor o a la compañía aseguradora. La nueva ley de Tráfico busca, por tanto, equiparar nuestra legislación al derecho internacional.

Yo no sé si en caso de un accidente debe de ser el propietario de la finca, las compañías de seguro o la administración quien se haga cargo del mismo, pero desde luego, el conductor que conduce de forma correcta y cumpliendo con las normas de tráfico, no.

Mezclar churras con merinas


El hijo mayor de la princesa de Gales, Guillermo y su padre, el príncipe  Carlos han participado estos días en una campaña en contra de la caza ilegal y del comercio ilícito de animales en peligro de extinción como el rinoceronte y otras especies protegidas.

Se ha dado la circunstancia, de que al príncipe Guillermo lo han pillado in fraganti cazando jabalíes y ciervos en una finca de Córdoba, propiedad del duque de Westminster. También le acompañaba su hermano Enrique.

Los medios de comunicación se han hecho eco enseguida de la noticia, buscando un paralelismo entre su pasión por la caza, absolutamente legal, como es asistir a una batida de jabalíes o a un rececho de corzos y la campaña de publicidad en la que participa junto a su padre, denunciando la caza ilegal.

No entiendo, francamente, el motivo de querer relacionar una cosa con la otra cuando nada tiene que ver, a no ser que bajo ese pretexto se quiera erosionar a la Corona inglesa, que cuenta con mejor reputación, dicho sea de paso, que la nuestra sumida en casos de corrupción.

Yo mismo soy cazador, aunque no tengo ningún título abolengo ni participo en ninguna campaña publicitaria y, sin embargo, soy contrario a que se practique la caza ilegal y se trafique con los colmillos de elefante, de rinoceronte o de cualquier otra especie. Y como yo ,la inmensa mayoría del colectivo de cazadores .Y no digo de todo el colectivo porque siempre hay desaprensivos. Por desgracia también en la caza.

Me parece una idea torticera tratar de equiparar la caza ilegal con la caza legal como es, repito, participar en batidas de jabalíes, realizar esperas o cazar al rececho un macho montés.

Nos podrá gustar más o menos la caza, pero es una actividad absolutamente legal en España y también en Reino Unido por mucho que algunos quieran demonizarla.

En Reino Unido se prohibió la caza del zorro con perros que contó, además, de con el respaldo de la Cámara de los Comunes también de la casa real.

Se estima que la  caza ilegal mueve alrededor de 7.200 millones de euros. Y como tal actividad ilegal que es debe de perseguirse.