sábado, 29 de mayo de 2021

Daños de jabalíes en la agricultura

Estaba labrando el campo de syrah que está pegado a la carretera y he visto cómo debajo de las cepas está todo hociqueado por los jabalíes. Bajan del monte en busca de comida. Con el toque de queda esta carretera que suele tener algo de tráfico durante el día está poco transitada por las noches, así que los jabalíes deambulan a su antojo, sin que nadie les moleste. Tengo algunos campos cerca del monte de almendros y viña que no están tocados como este. He visto señales hasta dentro de la finca.
El jabalí ha proliferado bastante en esta zona al no tener depredadores naturales. La única forma de controlar su población es a través de las batidas y las esperas.
Con las cosechas de cereal levantadas, los jabalíes provocan muchos daños en la agricultura. Ya no es por lo que comen sino por los destrozos que causan. Arrasan con todo lo que pillan a su paso. Por la zona de Fontanars dels Alforins se siembra muy poco girasol, pero cuando se sembraba daba pena ver las cosechas a punto de ser recolectadas con la mitad de las plantas en el suelo cuando una piara de jabalíes entraba al campo a comer pipas. Las batidas solo se celebran en temporada de caza y con la veda abierta. Hay, sin embargo, excepciones como en las poblaciones pontevedresas de Silleda y Rodeiro, donde debido a los cuantiosos daños ocasionados por los jabalíes en los maizales la Conselleria de Medio Ambiente ha autorizado este fin de semana las batidas. Los agricultores de la zona han presentado innumerables denuncias y al final la Conselleria ha rectificado y ha autorizado las batidas. Las sociedades de cazadores sí pueden conceder permisos para las esperas por daños a la agricultura. En Fontanars no tardarán en dar los permisos para las esperas. Pero al margen del jabalí también están proliferando otro tipo de especies cinegéticas como el muflón, el arruí, el corzo o la cabra montés.

domingo, 23 de mayo de 2021

Sigue la buena racha

Ayer como todos los sábados fui al campo de tiro de Vallada a tirar al plato. De camino paré a comer en el restaurante El Serrano. Fernando ya tenía preparada la cerveza en vaso frío. Cuando llegué levantó el vaso como si portara entre las manos un cáliz. Había estado labrando por la mañana así que me la tomé en un santiamén. Se come muy bien en este restaurante de carretera, además el trato es muy familiar. Cuando llegué había varias escuadras apuntadas. Se me olvidó llamar para apuntarme antes. Me tocaba tirar en la siete. Estaba de árbitro cuando Amadeo se acercó y me dijo: monta que tiras en la siguiente. Esta semana que ya se ha levantado el cierre perimetral fui a la armería La Parra de Almansa a comprar cartuchos. Hasta ahora no había podido ir. Compraba los cartuchos en el mismo campo de tiro, pero a mí me gusta tirar siempre el mismo cartucho. Desde hace tiempo tiro GB de 28 gramos. Es un cartucho rápido, que no pega mucho. Me he acostumbrado a él. Sin embargo, quería probar uno que me ha recomendado Vicente Castelló: JG 28 gramos. Castelló lo tira y está muy contento con él. Compré un par de cajas en la armería Climent para probarlo. El estreno no podía haber sido mejor. Rompí platos de segundo tiro muy largos. Plomea muy bien. Terminé la serie con 24. Sin embargo, me pareció un cartucho muy pegón. Le di un par de cartuchos a Lucas para que lo probara y también me dijo lo mismo. Él tira Rapaz, mucho más suave. La siguiente serie ya tiré con GB, mucho más suave. También acabé con un buen registro: 22. Estoy tirando muy cómodo y muy a gusto con la nueva Perazzi 2000. Como el día estaba algo nublado, en la segunda serie ya me puse gafas para ver mejor la salida del plato. Al tirar plato negro, la visibilidad, sobre todo, en los días nublados es algo menor. La tarde se cerró con varios 24: Felipe, Óscar y Josep Lluís de la Piedad. Amadeo tiene previsto organizar en las próximas semanas una tirada solo con plato flash. Este tipo de plato lleva adherido un polvillo que cuando lo rompes se desprende. Es el que habitualmente se utiliza en las competiciones oficiales de foso olímpico y doble trap.

domingo, 9 de mayo de 2021

Tiro al plato en Vallada

Ayer como cada sábado también fui a tirar a Vallada, no sin antes parar a comer en el restaurante El Serrano de La Font de la Figuera. Cuando llegué Fernando ya tenía preparada mi caña en vaso frío. Todo un detalle. El domingo anterior me quedé con ganas de comer el extraordinario arroz meloso de bogavante que preparan en sus fogones, pero estaba atiborrado de gente y no pude entrar. He tomado el primer gazpacho andaluz de la temporada. Parecía una crema. Buenísimo, nada grumoso ni aguado. El único pero por decir algo es que echaran la guarnición en el gazpacho. Prefiero que la saquen aparte y servírmelo en el momento de tomarlo para que no se ablanden los picatostes. Desde allí le mandé un wasap a Amadeo para que me apuntara en tres series diferentes: 4,6 y 8, para que no me pasara lo del último día, que cuando llegué había un montón de gente apuntada y no pude tirar hasta pasadas las 7 de la tarde. Llegué al campo antes de las 5. Aunque estaba apuntado en la escuadra cuatro, había sitio en la primera. Preferí esperarme. Como Rubén tiraba en la primera serie y suele ser quien apunta siempre, hice yo de árbitro. Vicent Castelló terminó la serie sumando un 25 y no dobló ningún plato. 25 con 25 tiros. Si ya es difícil cubrir una tirada, hacerlo tiro a tiro es más complicado aún. Luego estuve haciendo fotos y vídeos de los tiradores, que después comparto en el wasap del grupo. A Diego conseguí grabarlo mientras rompía el plato naranja. Más tarde se puso él a grabar un rato y consiguió una toma espectacular a cámara lenta de un tirador, donde se puede apreciar perfectamente como el haz de perdigones impactan en el plato, deshaciéndolo en mil pedazos en el aire. Hay días en que te lo ves todo hecho y eso es lo que me pasó a mí este sábado. Tiré muy cómodo, sin nervios. No dejaba volar los platos. Tiro con 76 de cañón y dos y una fijas. Por la mañana estuve labrando los almendros, pero no me encontraba cansado. Cuando terminé la serie, Rubén me había anotado por error un 25. Yo sabía que había errado el plato 5. Uno que sale a la izquierda y remonta bastante. Hice el tiro bajo. Cuando terminé la serie le dije que había hecho cero en un plato. Puede ocurrir, que a veces el tirador no se percate y un plato que cree que ha errado termine siendo bueno. Para eso está el árbitro que es quien debe juzgarlo. En este caso, yo no tenía duda. Vicent Castelló me agradeció el gesto y me contó la anécdota de otro tirador, cuyo nombre no voy a citar, que hizo lo contrario. El árbitro sabía que había hecho un cero en un plato y al terminar la serie le preguntó al tirador. Este dijo que había roto los 25. Yo presencié algo peor cazando con un compañero de la cuadrilla, cuyo nombre tampoco diré. De esto hace ya mucho tiempo, pero son cosas que no se olvidan. Otro compañero del grupo había abatido una perdiz. Yo estaba en lo alto de un cerro y lo presencié todo. En lugar de coger la pieza y dársela a quien realmente la había abatido, disparó un tiro al aire y se la echó al zurrón. Cuando terminamos de cazar e hicimos el recuento, la perdiz se la había anotado esta persona. Anécdotas cinegéticas al margen, volvamos a lo que nos ocupa: el tiro. Por las tardes se puede merendar algo en el campo. Normalmente es Pepe quien se encarga de ello. Antes traía tomates y cebollas de su huerta y preparaba una estupenda ensalada aliñada con un poco de aceite y sal. Hoy había fartons. La segunda serie de la tarde también la he terminado con un buen resultado: 23, errando el último plato. Un plato central un poco escorado a la derecha que no tenía nada que romper, pero los nervios te traicionan y no lo he juzgado bien, errando el disparo.

lunes, 3 de mayo de 2021

Cazar con paralela

Llevo muchos años cazando con paralela, concretamente desde julio de 2008. Es un arma que me gusta mucho para la caza. Tiene un encare perfecto. Te la tiras a la cara y entra muy bien. El único problema que les encuentro es que son algo pegonas, pero tirando un cartucho más suave eso se solventa. Ahora hay muchos tipos de munición y de cargas. No es como antes. Vendí la repetidora que tenía entonces, una beretta Urika, anteriormente tuve otra, una beretta 303 y me compré una Mateo Mendicute con dos juegos de cañones, uno un poco más abierto de tres estrellas y una, y otro más cerrado, de dos y una estrellas, que todavía no lo he estrenado. Es un cañón idóneo para la contrapasa y el pato. También para la perdiz cuando llega el invierno y las perdices están fuertes. Cuando la compré tuve que cambiar la culata y el guardamano. La culata es el cincuenta por ciento del arma. Es una escopeta con muchos años, debe ser de finales de los 60, pero tiene un plomeo muy regular. Los cañones son de acero de muy buena calidad.
Entre una semiautomática o una paralela, prefiero la escopeta paralela. La ventaja de las repetidoras sobre las paralelas, es que puedes ponerles un cartucho más y el peso, que suele ser bastante más liviano en una escopeta semiautomática. No sé por qué, pero la satisfacción cuando abates una pieza con una paralela es mayor que cuando lo haces con una repetidora. Con una escopeta repetidora se abate más caza, el tercer tiro ayuda mucho, pero con la paralela eres más selectivo. Esta semana la he dejado en la armería para que limpien la báscula y pavonen el cañón. Está algo desgastada por el uso. Tiene un grabado floral precioso. En España ha habido siempre grandes maestros artesanos que hacen auténticas obras de arte. Para muchas personas las armas con dos gatillos son un problema. Yo, sin embargo, me adapté enseguida. Al estar acostumbrado a un solo gatillo pensaba que me costaría más adaptarme. Pero le cogí enseguida el tranquillo. En los ojeos viene estupendamente, jugando con el primer o segundo disparo, dependiendo de la distancia de la pieza. A las perdices largas que vienen de pico, mejor tirarles con el segundo tiro. Como la mayoría de los cazadores que cazamos en otras comunidades autónomas este año no he podido salir por el tema de la pandemia. A ver si esta temporada tenemos más suerte y se relajan las medidas y nos permiten salir.