martes, 23 de julio de 2019

No hay perdices

Llevo semanas en el campo labrando viña y almendros y no he visto ni un solo bando de perdices, que digo bando, ni siquiera una perdiz solitaria.
La perdiz salvaje se acaba. Desaparece. No sé si existen estadísticas, como sí se han publicado de otras aves como la tórtola o la codorniz, cuyas poblaciones han diezmado drásticamente en los últimos años, pero, si no lo remediamos antes, la perdiz podría pasar a engrosar esas cifras. En nuestras manos está evitarlo.



Perdiz bebiendo en una charca (Foto: PSG)

En el recuerdo de muchos de nosotros está el verlas corretear por caminos y veredas, siguiendo a la madre recién salidas del cascarón, cuando apenas levantan un palmo del suelo. Bandos de 10 ó 12 perdigones, incluso más. La madre siempre protegiéndolas. Si cogías una, la madre no se separaba de ella hasta que la dejaras en el suelo.
Eso ya es historia. Son contados los cotos en España que todavía tienen perdiz salvaje. Donde hay es porque ha habido una buena gestión cinegética. La mayoría de los acotados echa mano de la perdiz de bote, responsable en cierta medida de la desaparición de la autóctona porque transmite infinidad de enfermedades.
La perdiz tiene innumerables enemigos en el campo. El control de las alimañas para la supervivencia de la perdiz es fundamental, sin embargo, cada vez hay más zorros,  más urracas o más jabalíes, que arrasan nidos y bandos completos.
El hábitat de la perdiz ha cambiado sustancialmente. Y a peor. Se han eliminado linderos que servían de acomodo para que la perdiz criara.
Antes veías en los campos de barbechos de cereal motones de piedras o pequeños refugios que servían de protección a la perdiz ante la amenaza de las rapaces, siempre vigilantes para echarse alguna al buche.
Los tratamientos fitosanitarios son también causantes de este preocupante declive. Si bien cada vez hay un mayor control sobre estos productos, lo cierto es que hemos tirado veneno en el campo para combatir las plagas de los cultivos y me incluyo porque aparte de cazador, soy agricultor.
Si queremos que de verdad la perdiz no desaparezca y vuelva a poblar nuestros montes  y campos como antaño deberíamos tomar medidas. Lamentarse no sirve de nada.
Mientras se protegen especies como el cernícalo primilla o el sisón común, la perdiz es la gran olvidada.
Sin duda, corresponde a los cazadores hacer el mayor esfuerzo de conservación y protección de esta gallinácea, que tantas buenas jornadas de caza nos ha dado.








lunes, 22 de julio de 2019

De la Gloria al cielo

El sábado por la tarde Juan José me confirmó que podríamos ir a cazar a La Gloria con los hurones. Sin pensármelo dos veces le dije que contara conmigo. Estaba pendiente de que se lo confirmara un amigo suyo de Villena que iba a traer los hurones, por eso no me lo dijo antes.
Antes de las 7,30, hora a la que habíamos quedado, ya estaba en su casa tocando el claxon para que me abriera la puerta. Es bueno comenzar pronto porque luego hace mucho calor y ya no se puede estar en el campo. Ni cazadores ni hurones aguantamos la canícula veraniega.




Ya en la casa, Juan José como buen anfitrión que es, propuso hacer dos grupos para no ir tantas escopetas juntas. Cuando llegamos al cazadero, vi que del coche bajaban cuatro personas, cada una con su escopeta.
Les dije que si íbamos a ser tantos prefería no cazar. Uno de ellos me ofreció su escopeta para que tirara yo. Decliné el ofrecimiento no sin antes agradecérselo.
Más de dos escopetas por hurón es una barbaridad, además de peligroso. Cuando disparas a una pieza y no sabes quién la ha matado porque oyes tiros por todas partes, a mí particularmente me hace apresurarme en el disparo y no tiro a gusto. Además de que nunca sabes a ciencia cierta quién ha abatido la pieza. También hay que darle una oportunidad al conejo y no llenarle el cuerpo de plomo innecesariamente.
Mientras la cuadrilla de Castalla estaba cazando con los hurones, Juan José se fue al pueblo a comprar pan para preparar el almuerzo. Yo aproveché ese tiempo para dar una vuelta por la finca con el coche.
Vi muchos conejos correteando por los barbechos, cruzando caminos, pegados a las bocas de las madrigueras para al mínimo suspiro meterse en ellas, ... Había muchos conejos fuera de las bocas comiendo en los bancales. A primera hora de la mañana y a poca noche es cuando salen a comer los lagomorfos.
Yo no llevaba hurones, pero decidí probar suerte y cazar un rato. No me fue mal del todo. Hice hasta un doblete. Vi un rodal de conejos en medio de un barbecho.  Fui por la orilla del monte y ya de lejos oían mis pasos y salían disparados poniendo pie en polvorosa. Me metí dentro del barbecho y enseguida arrancó uno que estaba agazapado en dirección al monte, lo revolqué. De un margen de piedras saltó otro que también tumbé de un certero disparo. Me fui más contento que unas pascuas con el lance que acababa de hacer.
Pasadas las 10 de la mañana llegaba a la finca con 9 conejos en el zurrón. Juan José ya tenía el almuerzo preparado.
Su mujer ,Maytechu, que es un encanto, preparó una deliciosa tortilla de patatas, como me gustan a mí. Poco hecha, que cuando metes el tenedor  se desparrama todo el huevo. La cebolla que le puso apenas se notaba. De las mejores tortillas de patata que he probado en mi vida.
Xanillo que tampoco se quiso perder el almuerzo, vino de La Font de la Figuera con su reluciente vespa azul y trajo una sobrasada casera que elabora su tío, que tiene una carnicería en Ontinyent. El embutido de Ontinyent ya se sabe que es de lo mejorcito.
Juan José que cuida todos los detalles al máximo, preparó un delicioso bonito con tomate que mojado con el pan de centeno que trajo recién sacado del horno estaba para chuparse los dedos.
Como siempre que voy a La Gloria pasé un día entrañable en compañía de muy buenos amigos. Gracias Juan José por tanta hospitalidad.


domingo, 21 de julio de 2019

La veda de la tórtola solo será en Valencia

La ley de vedas de la Comunidad Valenciana contempla una moratoria de un año para la tórtola europea, es decir, que no se podrá cazar en todo el territorio valenciano durante la temporada 2019-20.
La medida se ha tomado porque la población de tórtolas ha diezmado espectacularmente en los últimos años hasta el punto de considerarse una especie en peligro de extinción, tal como ha denunciado en reiteradas ocasiones la sociedad SEO/Birdlife.
Hasta aquí todo correcto . Los cazadores somos los primeros interesados en que la población de tórtolas se recupere lo antes posible y nos parece que la medida es acertada y necesaria, si bien, donde se debería actuar es en el norte de África, donde se practica una caza abusiva contra esta ave migratoria, capturándolas por millares en redes y  masacrándolas desde los todoterrenos. Utilizan redes móviles enganchadas a los coches y otras que son fijas, cercando los campos de cultivo para capturarlas y exterminarlas, impidiendo su desplazamiento migratorio a la península.
Mi sorpresa ha sido cuando ha caído en mis manos la orden de vedas de Castilla La Mancha. Sería lógico pensar, que estando en peligro la  población de tórtolas, la veda de esta pequeña y ágil ave africana sea extensible al resto de Comunidades Autónomas de todo el territorio nacional. Pues no. En Castilla La Mancha se podrá seguir cazando con un cupo máximo de cinco tórtolas por cazador y día, salvo que el cupo del Plan de Caza establezca una cantidad inferior.
Y lo mismo ocurre en otras CCAA como Castilla y León, Murcia,  Cataluña, Madrid o Extremadura, donde se establece un cupo máximo de diez piezas por cazador y día.
La medida de veda solo afecta a la Comunidad Valenciana. Poco o nada vamos a poder hacer los cazadores  para salvar la tórtola, si la medida no se aplica en todo el territorio nacional, que sería lo lógico que se hiciera ante una situación de amenaza como vive la tórtola en la actualidad.





viernes, 12 de julio de 2019

Escoria


Nuevos insultos contra el cazador valenciano Manu Márquez que ha fallecido estos días tras sufrir un infarto. No reproduzco la retahíla de barbaridades que le dedican estos energúmenos para no darles más publicidad. No se puede ser más ruin, más miserable, ni más cobarde.
Manu amante de la caza del conejo con podenco, era una persona muy querida en la zona.
Estos valientes que utilizan el anonimato para verter su odio contra los que piensan de manera diferente deben saber que más pronto que tarde caerá sobre ellos todo el peso de la ley.
Muchos de estos execrables insultos se iniciaron a través de una conocida página para veganos colgada en Facebook. Varios cazadores se pusieron en contacto con esta red social para pedir el cierre de esta página por incurrir en un claro delito de odio. Facebook que sí se ha apresurado a cerrar otras páginas de contenido cinegético con gran celeridad simplemente por el hecho de mostrar unas fotografías de buitres alimentándose de ganado mantiene, sin embargo, operativa esta página.
Alegrarse y celebrar la muerte de un ser humano nos da idea de la talla moral y humana de estos sujetos que dicen defender a los animales.
Se ha convertido en una rutina que cada vez que se produce la muerte de un cazador o de un torero, estos individuos celebren en las redes sociales, con absoluta impunidad, una desgracia ajena como es la muerte de un ser humano. Algo habrá que hacer. Los cazadores, sin embargo, no debemos caer en las continuas provocaciones a las que nos someten de manera continuada los animalistas, pero en nuestra mano está denunciarlo y ponerlo en conocimiento de la justicia para que no se repitan.

lunes, 1 de julio de 2019

Respiro para la tórtola


La orden de vedas de la Comunidad Valenciana 2019 prohíbe este año la caza de la tórtola europea. Años atrás se había limitado el número de capturas a 8 ejemplares por cazador y día. La medida afecta solo a la Comunidad Valenciana, ya que en otras regiones como Castilla La Mancha no se ha prohibido su caza.

Declarada ave del año en 2015, la población de la tórtola ha caído vertiginosamente concretamente un 75%  en menos de 15 años, según un estudio de SEO/Birdlife hasta el punto de estar seriamente amenazada su especie.


Las causas de este descenso obedecen básicamente a la transformación que ha experimentado la agricultura y el paisaje rural en los últimos años. El aumento de la agricultura intensiva,  como ha sido la ampliación de las zonas parcelarias agrícolas en detrimento de monte bajo, linderos y sotobosques ha cambiado radicalmente su hábitat y en consecuencia ha puesto en peligro su supervivencia. Los tratamientos fitosanitarios  que echamos en el campo para tratar las plagas son puro veneno para estas aves, que se alimentan básicamente de granos ,semillas y pequeños insectos.
La tórtola es junto a la paloma torcaz y la codorniz la protagonista por excelencia de la media veda. La dificultad del tiro, su vuelo rápido ... nos ha hecho pasar a muchos cazadores magníficas jornadas cinegéticas.
Los cazadores somos los primeros interesados en que la población de tórtolas se recupere, al igual que con otras especies que puedan estar amenazadas, por eso vemos con muy buenos ojos que se prohíba su caza.
Esta pequeña ave migratoria de vuelo zigzagueante que nos visitaba todos los años procedente del norte de África tras pasar allí el invierno vive sus peores momentos. En nuestra mano está su recuperación.