jueves, 26 de noviembre de 2015

Cazando en El Bonillo

Ni la fuerte contractura muscular que sufro desde esta mañana en el cuello ha sido obstáculo para ir a cazar a El Bonillo, aunque reconozco que estuve a punto de llamar a Sala para decirle que no contaran conmigo en esta ocasión. Pero la afición y las ganas pueden más muchas veces que un simple pinzamiento de un nervio en el cuello, del que por cierto aún no me he repuesto.

Sobre las 11 de la mañana llegábamos al coto de La Patirroja. Allí nos esperaba el dueño de la finca kiko y César, el acompañante. Tras darnos los correspondientes permisos nos hemos puesto en marcha.  Un grupo de cazadores franceses almorzaba alrededor de una mesa.
La temperatura no podía ser mejor: 12 grados. Nada que ver con los 25º de un par de semanas atrás que hacían que la jornada cinegética fuera soporífera para cazadores y perros.

Duba ha estado fantástica, cobrando tres perdices de ala y batiendo el terreno, ya casi como una perra experimentada, aunque tiene poco más de un año. En sólo cuatro días, el cambio ha sido abismal. De ir detrás de mí, más que cazando; acompañándome a ir como toca, es decir, delante, no muy lejos, guardando la distancia para no espantar la caza y estropear la jornada y batiendo el terreno. La verdad es que me he venido muy contento. Matar más o menos caza es irrelevante. Prefiero un buen lance con el perro que abatir perdices sin ton ni son.
Una de las perdices que ha caído de ala lo ha hecho en medio de un sembrado, a pesar de que ha intentado zafarse en varias ocasiones, aprovechando unas piedras que había en mitad del bancal, finalmente se ha hecho con ella. No aprieta la caza. Hay perros de boca dura que destrozan la caza cuando la entregan y luego las tienes que tirar porque no aprovechan para nada.


He tenido ocasión de tirar a varios conejos, pero al llevarme la escopeta a la cara para disparar he notado varios pinchazos en el cuello y bastante dolor, ya que al conejo suelo tirar a tenazón y el movimiento es más rápido y brusco al mismo tiempo.
Hemos cazado en una zona más llana y más cómoda, con romeros, retamas y esparteras donde se ha visto mucha perdiz y de mucha calidad.

César , el acompañante, nos indicaba en todo momento como coger la mano para que las perdices no nos toreasen más de la cuenta porque aunque son de granja se las saben todas. Llevan tiempo en el campo y aprenden rápido.
Llegando al coche he hecho un doblete de perdices. Sala y Tortosa han llenado el zurrón con 11 y 10 perdices cada uno, respectivamente. Sala ha disfrutado con su perrita Laika a muestra parada en varios lances. También Pepe Tortosa se lo ha pasado de lo lindo y quien suscribe estas líneas ídem de ídem.

Para completar el día, hemos comido en uno de los mejores restaurantes de Almansa que conozco, por no decir el mejor. El Rincón de Pedro. A parte de un inmejorable y diligente servicio con Toni en la barra y con Pedro el propietario al pie del cañón, se come de maravilla. De entrada hemos pedido berberechos y calamar plancha. Frescos y exquisitos. Y de plato para compartir:  Arroz con bogavante. Una especialidad de la casa junto a la paletilla de cabrito a la brasa. Espectacular y en su punto justo. Y como colofón: los postres caseros:  Milhojas caramelizada con crema y salsa de vainilla y torrijas caramelizadas con helado de canela. Sin palabras.


miércoles, 11 de noviembre de 2015

Accidentes en la caza


 

Estos días conocíamos la triste noticia de la muerte de un hombre por un disparo de escopeta durante una batida. Los hechos ocurrían en un pequeño pueblo de Girona.

La mayoría de los accidentes mortales en la caza se producen en las batidas de jabalíes. Por eso es muy importante extremar todas las precauciones y desde estas páginas no nos cansaremos de repetirlo una y otra vez.

En este caso, el compañero de puesto que, además, era amigo de la víctima disparó su rifle sin divisar la pieza y le descerrajó un tiro en la ingle, que le provocó la muerte al cortarle la arteria femoral.

La mayoría de estos accidentes son imprudencias que se pueden evitar, a poco que seamos prudentes y cautos.

Los puestos en las batidas y en las monterías se organizan para que nadie se mueva de ellos. De esta manera sabemos en todo momento donde se encuentra nuestro compañero de puesto. Pero ocurre muchas veces que esto no es así, con el consiguiente peligro que entraña.

De igual modo, no debemos disparar nunca hasta que no veamos la pieza  con claridad. En el accidente que reseñaba más arriba, el cazador disparó sin ver al animal, y apretó el gatillo al ver que se movían unas ramas de un arbusto.

Todos los años se celebran en España multitud de batidas. Para muchas sociedades de cazadores, que no tienen otros recursos es una forma de recaudar dinero y de abatir ejemplares, que causan cuantiosos daños en la agricultura.

 

sábado, 7 de noviembre de 2015

Acabar con lo poco que queda


Mañana domingo día 8 se abre la caza para la perdiz en Fontanars dels Alforins. También para el resto de especies cinegéticas: conejo y liebre. La apertura de la veda se ha retrasado unas semanas, con la intención de que caiga toda la hoja de la vid y la perdiz tenga más defensa y sea más difícil su captura. Sin embargo, aún queda mucho pàmpol en las viñas, lo que la convierte en presa fácil.

Me consta que hay cazadores que no saldrán mañana a la perdiz y preferirán ir al zorzal. Es una manera de quitarse el gusanillo y de no acabar con lo poco que queda.

Desde hace unos años a esta parte, la perdiz ha entrado en franco declive como consecuencia de muchos factores. En esta larga retahíla de factores que podríamos enumerar, ninguno beneficia a la perdiz: 1.- PÉRDIDA DE CALIDAD DE SUS PRINCIPALES HÁBITAT. 2.- PRÁCTICAS AGRÍCOLAS ANTIFAUNA. 3.- REPOBLACIONES INCONTROLADAS CON PERDICES DE GRANJA     4.- ESCASA RENTABILIDAD ECONÓMICA DE LA GESTIÓN. 5.- EXCESO DE PRESIÓN CINEGÉTICA      6.- EXCESIVA PRESIÓN PREDADORA. 7 .- DECLIVE DEL CONEJO. 8.- PRÁCTICAS GANADERAS EXCESIVAS. 9.-FALTA DE APLICACIÓN DE PLANES DE ORDENACIÓN CINEGÉTICA. 10.- CONDICIONES METEOROLÓGICAS ADVERSAS Y CAMBIOS CLIMÁTICOS.

La penosa realidad es que la especie reina por antonomasia de la caza menor está en claro retroceso hasta el punto de peligrar su especie. Y algo habrá que hacer al respecto, si no queremos enseñársela algún día a nuestros nietos en fotografías de papel cuché.

En esa importante labor de recuperación de la perdiz autóctona tenemos que estar los cazadores. Como tantas otras veces, la labor de recuperación corresponde a los cazadores. Recuperar la especie depende de lo que hagamos en los próximos años y de la política cinegética que queramos implementar en nuestros acotados.

Sólo en aquellos cotos que se ha hecho una buena gestión cinegética perdura la especie y se ven bandos abundantes. En el resto de acotados diseminados por la geografía española se pueden contar con cuentagotas. Y Fontanars no es ninguna excepción.

El año pasado no se cazó la perdiz y este año se ha visto algún bando. Muy poco o casi nada en relación con lo que había años atrás. Pero tendremos que armarnos de paciencia para ver de nuevo a las patirrojas, apeonando por los campos y barbechos.  Abrir la veda para la perdiz es desde mi modesto punto de vista un grave error. La veda debería prolongarse, al menos, tres años más. Pero, lógicamente, no basta con dejar de cazarlas sino lo complementamos, además, con otro tipo medidas dirigidas a su conservación.

Estas son algunas extraídas de un estudio:

1.- INICIACIÓN DE UNA ESTRATEGIA NACIONAL PARA RECUPERAR LA PERDIZ CON IMPLICACIÓN DE LOS MINISTERIOS AFECTOS. 2.- ACTUACIONES DE MEJORA DEL HÁBITAT.     3.-LEGISLACIÓN DE MEDIDAS QUE SUBVENCIONEN SÓLO LAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS Y GANADERAS PROFAUNA. 4.-LEGISLACIÓN DE NORMAS RESTRICTIVAS SOBRE USO FITOSANITARIOS. 5.-CONTROL DE PERDICES PARA REPOBLACIONES. 6.-DISMINUCIÓN DE PRESIÓN CINEGÉTICA. 7.-CONTROL GLOBAL DE PREDADORES, INCLUSO RAPACES. 8.-INCREMENTO DE ESPECIES PRESA EN EL COTO. 9.-PLANES GLOBALES DE ORDENACIÓN Y EXIGENCIA DE CUMPLIMIENTO. 10.- CREACIÓN DE AYUDAS A COTOS QUE GESTIONEN LA CAZA DE LA PERDIZ CON MÉTODOS Y NORMAS DE CALIDAD ESPECIALES.

La tarea es ardua, pero si nos ponemos a trabajar valdrá la pena el esfuerzo.