miércoles, 24 de junio de 2020

Defendamos la perdiz


Paso muchas horas en el campo con el tractor y no he visto todavía ni un solo bando de perdices. Ayer cuando iba con el coche cruzó una la carretera que venía volada del bancal. Por la hora que era seguro que algún animal la había molestado porque la perdiz solo vuela cuando se ve acechada, prefiere apeonar.

Es cierto que ahora es muy difícil verlas porque hay mucha hierba en el campo tras las últimas lluvias y la cosecha de cereal está todavía por recoger. Solo si te tropiezas con ellas puedes verlas.
Sin embargo, tiempo atrás por estas  mismas fechas era normal ver bandos completos, correteando por los caminos con diez o doce perdigones. Esas imágenes ya han pasado a la historia. Los que hemos tenido la suerte de conocerlo, nos gusta recordarlo y no cejaremos en el intento de que todo vuelva a ser como antes y la perdiz vuelva a poblar nuestros montes y campos.


La supervivencia de la perdiz en el medio natural es cada vez más complicada. La agricultura ha sufrido una transformación importante hacia la agricultura intensiva. Donde antes había viña en vaso ahora se levantan enormes espalderas que han mecanizado mucho la recolección de la uva, abaratando costes, pero donde resulta muy difícil que la perdiz crie. Se han eliminado lindes. La viña requiere cada vez más de tratamientos fitosanitarios para combatir las plagas que la acechan. Los mismo pasa con el olivo y el almendro. En Fontanars dels Alforins son los cultivos más abundantes. Pero, sobre todo, hay una sobreabundancia de alimañas: zorros, urracas y jabalíes. Estos animales no descansen ni de día ni de noche, destrozando nidos y acabando con las polladas.

Mientras no se efectúe un control exhaustivo de las alimañas, permitiendo su caza, la perdiz tiene los días contados.
Solo los  cotos de caza donde se realiza una buena gestión cinegética pueden presumir de tener perdices.
El otro día me contaba Amadeo que subiendo al campo de tiro de Vallada vio un bando con diez o doce perdigones. A la semana siguiente solo llevaba dos. Y es probable que ya no lleve ninguno.
La perdiz tiene muchos enemigos en el campo. Mientras se protegen especies como el cernícalo o el sisón, la perdiz es la gran olvidada.

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