Faltan solo unas
pocas semanas para que se abra la veda general. La temporada se presenta algo
mejor que la pasada, en términos generales, lo cual no es mucho decir porque fue mala de
solemnidad, pero se requiere cabeza a la hora de salir a cazar y no esquilmar
lo poco que hay. Se ha visto algún bando de perdices, pocos la verdad, pero sí queremos que haya caza el año que
viene hay que dejar madre, como se dice en el argot cinegético para que críe.
Si no lo hacemos, de nada habrá servido el trabajo que se ha hecho durante todo
un año, poniendo y llenando bebederos, haciendo "codollas", colocando
comederos, controlando las alimañas o sembrando trochas para la caza.
En Fontanars dels
Alforins , la veda se va a abrir algo más tarde que en el resto de sociedades
para que la perdiz tenga más defensa en el campo. Será el próximo mes de noviembre,
cuando haya caído todo el pámpol de la viña e ir detrás de las patirrojas sea
más farragoso. De esta manera, nos divisa antes y llegar hasta ellas es más
complicado por muy bien que se haga la mano..
Si hay mucha
vegetación, la perdiz se aplasta y es más fácil que nos salga a tiro, aunque la
perdiz salvaje sabe guardar siempre bien las distancias. Se ha reducido el cupo
a 1 perdiz por cazador y día y sólo se va a poder cazar los primeros cinco
domingos. Luego se cerrará para la perdiz y se permitirá la caza del conejo y
el tordo en puesto fijo. Así lo ha acordado la junta de la sociedad de
cazadores L'Alfori. Una buena medida para no acabar con todos los bandos de
perdices porque el año que viene también querremos salir a cazar con nuestros
perros.
Medidas que
deberían ampliarse el año que viene a otras, como reducir el horario de caza en
un par de horas- actualmente se caza desde que sale el sol hasta las 14,00
horas-y, por supuesto, eliminar el tercer tiro y dejarlo en dos cartuchos, como
ya se hace en otros muchos cotos sociales y también privados. El tercer tiro
hiere mucha caza que se malogra y no se cobra. Aseguraríamos más el tiro y si
erramos el disparo, ya tendremos mejor ocasión para abatir la pieza.
Siempre que
escribo un artículo relacionado con la caza, referida a mi pueblo, suelo sacar
a colación este tema para ver si alguna vez me hacen caso. De momento, no he
tenido mucha fortuna, pero mi amigo Juan
Carlos Bataller que está en la junta directiva conoce perfectamente mi
opinión y la de otros muchos que piensan igual que yo, pero que no se atreven a
manifestarlo en público.
Tras unos años muy
malos para la perdiz y la liebre, que prácticamente habían desaparecido de
nuestros acotados, la población de ambas especies se ha recuperado un poco,
aunque insuficiente, gracias a una mejor gestión.
La perdiz tiene
muchos enemigos en el campo. Sacar adelante una pollada completa de perdigones
es tarea difícil. La agricultura intensiva, la destrucción de hábitats
naturales, los productos fitosanitarios, que se echan en los campos y que son en
muchos casos puro veneno para la fauna, la proliferación de alimañas, como
urracas, zorros, jabalíes, cernícalos , etc, etc. Todo va en contra de la
perdiz.
Por eso mismo,
que haya caza o no, depende básicamente de los cazadores.