martes, 6 de diciembre de 2016

La caza está más viva que nunca


En relación con el reportaje firmado por la periodista de El País Antonia Laborde, titulado "El cazador se hace viejo", publicado en la edición de hoy lunes, quisiera hacer una pequeña reflexión, a  propósito de las declaraciones de Theo Oberhube, coordinador de Ecologistas en Acción, cuando afirma que la caza se está muriendo "por sí sola" y se refiere a unas estadísticas del CIS del año 95 para defender su tesis en contra de la caza, que por lo que se dice en el texto estaría muy igualada en porcentajes entre defensores y detractores de la caza: 42% a favor y 43% en contra.
Podríamos hacer otra encuesta, a ver si  los españoles queremos organizaciones ecologistas o no o si deben financiarse con dinero público o con las aportaciones exclusivamente de sus socios.
Más adelante el señor Oberhube afirma que "Los jóvenes tienen otras aficiones menos violentas y les importa más el medio ambiente".
Los más preocupados por el medio ambiente somos los propios cazadores. Si hay caza en España es, precisamente, por los cazadores y no por las organizaciones ecologistas, que sólo hacen que poner trabas a una actividad, absolutamente, legal, ancestral y necesaria como es la caza y demonizar a los cazadores.
Llevo muchos años cazando y nunca les he visto en el monte poniendo bebederos, comederos o sembrando trochas para la caza.
Por desgracia en la caza se producen  accidentes, alguno de ellos con resultados fatídicos. Hace unos días moría un cazador por un disparo fortuito de un compañero durante una batida de jabalíes y las redes sociales se inundaron de macabros mensajes, celebrando la muerte del cazador. Lo mismo  ocurrió con Víctor Barrio cuando un toro le quitó la vida en el ruedo o con el niño que padece un cáncer y su ilusión es ser torero y le hicieron una corrida benéfica en Valencia para recaudar fondos. También al pequeño Adrián le desearon la muerte. Afortunadamente, la justicia está investigando estos aberrantes mensajes y sus autores serán juzgados por incitación al odio.

La caza está más viva que nunca, mal que les pese a los ecologistas. Las cifras económicas que mueve la actividad cinegética en España, así lo corroboran. Según datos de Fedenca de 2012, la caza genera en España más de 3.600 millones de euros de riqueza, un 0,34% del PIB. Así que muy muerta parece que no está.

No hay comentarios:

Publicar un comentario