La media veda se abrió en la Comunidad Valenciana el día 11 de agosto. Este año se ha adelantado un par de días. Siempre se ha abierto el día 15. Castilla La Mancha lo hará el próximo día 22.
Por lo que me cuentan amigos míos cazadores porque yo no he salido, las perchas han sido más bien escasas, con muy pocas palomas abatidas y muy pocos tiros. La situación de escasez de palomas es generalizada en toda la comarca. Y eso que aquí la gente tiene mucha paciencia y aguanta horas en la barraca mañana y tarde hasta que se hace de noche.
Yo que soy muy inquieto no aguanto ni diez minutos.
Antes de que se abriera la media veda se veía alguna paloma, pero como ocurre muchas veces con esta migratoria cuando llega el día de ponerse en el puesto, desaparecen. A lo que más temen las palomas es a las tormentas.
En mi pueblo hay que madrugar mucho para coger un buen puesto. Hay quien se va la noche antes para que nadie se le adelante. Así de locos estamos los cazadores.
El año pasado iba a ir con mi amigo Paco Úbeda a un campo de yeros que lo habían tomado las palomas torcaces. Cuando le pregunté a qué hora quería que nos viéramos, me dijo que a las 4 de la madrugada. Estás loco, le dije.
La caza de la paloma torcaz levanta muchas pasiones, pero en mi caso, no tanto como para dormir la noche antes a la luz de la luna por muy romántico que pudiera parecer.
En los cotos sociales hay mucha gente que sale el primer día de caza y si no te apresuras te quedas sin puesto. Conozco casos de amigos que llevan semanas cebando a las palomas y con la barraca hecha y cuando han llegado el puesto estaba ocupado por otra persona.
Luego está el típico listo que se te pone delante y te corta la entrada.
También es importante que el compañero de puesto no se precipite en tirarles. Hay quien dispara a las nubes y estropea la tirada. A la paloma hay que dejarla cumplir. Siempre se ha dicho que la distancia óptima de tiro es cuando le ves el collarín a la paloma. Hay quien no tiene esto muy claro y vacía el cargador cuando están hablando con San Pedro. No consiguen bajar ninguna y además estropean una buena tirada.
Hay que disparar sobre la pieza que crees que vas a abatir para no dejar animales heridos en el campo. Si están fuera de tiro es mejor dejarlo para otra ocasión. Esta es una de las normas del buen cazador.
La paloma torcaz tiene muy buena vista, al menor movimiento que hagamos nos divisa y no entra, así que es conveniente estar lo mejor escondido posible y digo lo mejor escondido porque hay gente que se hace la barraca tan camuflada, que luego cuando entra la paloma no la ven. A ellos tampoco, pero se trata de estar cómodo dentro de la barraca y ver al pájaro cuando se acerca para ser más efectivos en el disparo y que no nos pille de sopetón.
Antes se utilizaba munición muy pesada de 34 y 36 gramos. Yo hace tiempo que utilizo séptima o sexta, pero de 32 gramos. No pega tanto y en el mes de agosto y con un día de mucho calor se agradece porque si no puedes acabar con el hombro amoratado y el pómulo enrojecido.
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