domingo, 21 de marzo de 2021

Buen estrene de escopeta

 


Cada sábado antes de ir a entrenar al campo de tiro de Vallada suelo comer en el restaurante El Serrano de la Font de la Figuera.

Típico restaurante de carretera, muy frecuentado por camioneros, lo que es sinónimo de comer bien. Con una carta muy amplia, igual de amplio que el local,  la especialidad son las carnes a la brasa, aunque yo añadiría también el arroz meloso de marisco porque el que comí el sábado es uno de los mejores arroces que he probado en mi vida. En su punto de cocción, muy sabroso. Por lo que pagas en cualquier restaurante de postín por una ración de arroz, aquí comes un menú completo; primero, segundo, postre, bebida y café, incluso los fines de semana. La vitrina de carne da gusto verla.


Hacía muy mal tiempo, mucho frío y viento, pero eché la escopeta al coche, por si acaso cambiaba de opinión en el último momento, como así fue. A las 7 de la tarde cuando regresaba de Vallada, el termómetro marcaba cinco grados. Nadie diría que hoy comienza la primavera.

Los días  que hace tanto viento no me gusta tirar porque te saca de tiro. Cuando aprietas el gatillo, el plato muchas veces lo tienes fuera de tiro. Dependiendo de la dirección del viento los sube o los baja, desconcertándote. Hay que tirar muy rápido para no dar demasiadas ventajas al plato.

Cuando llegué al campo de tiro estaban Eduardo, Amadeo y su hijo Alonso que ha sacado la misma afición a la caza y al tiro que su padre y también de su tío. Hacía un montón de tiempo que no coincidíamos en un campo de tiro. Por la mañana había visto a Eduardo comprando piensos para los perros y comentamos de vernos. Su hermano Amadeo le había dicho de ir a Sellent a la codorniz, pero al final cambiaron de planes.

Mientras estaba comiendo, recibí un wasap de Amadeo preguntándome si estaba abierto el campo de tiro de Vallada, a lo que le contesté afirmativamente.

Cuando llegué ya estaban allí. Tiramos juntos un par de series. Alonso era la primera vez que tiraba al plato y lo hizo francamente bien, además, rompió el plato naranja, que da derecho a una botella de vino. También Edu rompió el plato naranja.

En Vallada se tira plato negro y en cada serie sale un plato naranja, el tirador que logra romperlo tiene como premio una botella de vino. En este caso, las dos botellas se fueron para Fontanars dels Alforins.

Tanto Eduardo como Amadeo hicieron muy buenas series. Llevaban tiempo sin tirar, pero dejaron el pabellón bien alto.

Yo estoy muy contento con nueva Perazzi 2000. La llevé a la armería Climent para que me pusiera un culatín más largo, me venía muy corta y la verdad es que ahora me entra muy bien. Me ha dado algo de ventaja porque no siempre meto la cara bien. He tirado solo un par de series con ella, pero con muy buenos resultados hasta el momento. La semana pasada hice un 23 y un 19, ya anocheciendo y con muy poca luz y este sábado un 24 y un 21.

Aún lejos de los porcentajes de los buenos tiradores, pero con la ilusión de seguir mejorando cada día.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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