jueves, 8 de agosto de 2013

Otro año sin perdices


No hay perdices. Irremediablemente han desparecido. Pero han desaparecido no porque se las haya tragado la tierra sino porque los cazadores entre los que me incluyo no les hemos dado tregua.

 Llevo semanas en el campo y no las he visto ni por asomo y eso que donde tengo la finca es reserva de caza desde hace varios años.

Llevo días labrando los campos y no he visto ni una sola patirroja.

No me he recorrido el término, pero me temo que todo está igual. Al menos, esa es también la opinión generalizada.

No hace demasiado tiempo era normal cruzarte con bandos enteros. Salías a pasear y raro el día que no te topabas con ellas, pero eso ha pasado a la historia. Menudo susto te daban cuando arrancaban delante de ti. El sonido del aleteo al arrancar con fuerza desde el suelo es de los que no se olvidan fácilmente.

El año pasado fue muy malo para la cría de la perdiz debido a la sequía y a pesar de que no crió bien y las polladas que salieron muchas de ellas perecieron por la falta de agua y las que sobrevivieron fueron pastos de las alimañas,  se permitió su caza hasta la víspera de Reyes y este año idem de idem. o sea igual. No aprendemos la lección.

Afortunadamente, y a diferencia del año pasado los tres primeros días de octubre sólo se podrá cazar en los montes de la solana y la umbría y el puerto, no abriéndose en el resto del acotado hasta el 3 de noviembre.

Esta medida me parece acertada porque la viña ya ha perdido parte de su hoja y la perdiz tiene más defensa porque te divisa antes y da menos opciones al cazador. De la otra manera, al estar la viña muy poblada te arrancan de los pies.

Sin embargo, insisto, creo, que no debería abrirse en ningún caso. Salir a cazar lo poco que hay significa que el año que viene va a haber todavía menos y así sucesivamente. Si no dejamos madre, la perdiz no cría.

Recuperar la perdiz es posible, pero es cuestión de tiempo y de una buena gestión.

Comprendo a los cazadores que están ansiosos por salir al monte detrás de las patirrojas y que llevan todo el año esperando que llegue ese momento, pero convendrán conmigo que si no hay perdices, lo peor que puede hacerse es salir a darles caza.

Comprendo, igualmente, que es muy difícil contentar a todos.

En su momento, sugerí una serie de medidas para preservar la perdiz que han caído en saco roto. Alguna  de estas medidas para los que anden mal de memoria y por si tienen a bien reconsiderarlas eran reducir el horario de caza, desde que amanece hasta las 12 y limitar el número de cartuchos a dos en lugar de los tres que aún siguen permitidos.

Ninguna de estas medidas se aplican en el nuevo calendario. Se sigue permitiendo que se cace hasta las dos del mediodía y las repetidoras pueden llevar hasta tres tiros en su recamara.

Respecto al horario es una barbaridad cazar hasta las dos. De 12 a 14 horas es la hora de más calor y la perdiz que ya lleva varios vuelos y los bandos, si los hay, están desperdigados están ya agotados, con lo cual es más fácil su captura.

Y en cuanto a limitar la munición a dos tiros me parece de sentido común. El tercer tiro hiere mucha caza que no cobras y que dejas en el campo. Es poco efectivo.

Yo hace mucho tiempo que vendí mi repetidora y cazo con una escopeta paralela Mateo Mendicute de dos gatillos. Y créanme si les digo que no la echo de menos.

Que haya caza o no es una cuestión que nos compete a todos, pero sobre todo a los cazadores.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario