Aunque todavía
conocemos muy poco acerca del programa de Podemos, hasta ahora lo único que ha
trascendido es un borrador, que contiene algunas medidas económicas, que debe
ser aprobado por la militancia, sí podemos barruntar , sin embargo, que los
cazadores lo vamos a tener muy complicado si gobierna como pronostican todas
las encuestas la formación de Pablo Iglesias.
Primero fue la
prohibición de las corridas de toros en algunas plazas como la Monumental de
Barcelona y ahora le toca el turno a otro tema muy espinoso que goza, además,
de muy mala prensa y que se ha sometido a infinidad de debates: La caza. Caza,
sí; caza, no. Defensores y detractores de una actividad ancestral como es la
caza y que ahora está en el punto de mira de muchos colectivos que son
partidarios de su prohibición.
Aunque se me
ocurren muchas preguntas que formular, ahí van a vuelapluma algunas de ellas:
¿Qué persiguen
estos grupos que se autodenominan ecologistas prohibiendo la caza? Sólo se me
ocurre una cosa: Acabar con el maltrato animal.
Pero,¿ es la
caza una forma de maltrato animal?. ¿Cuándo abatimos una perdiz, una codorniz o
un tordo estamos, de verdad, maltratando al animal?. Yo, creo, sinceramente,
que no.
En los mataderos
donde se hacinan los animales: vacas, cerdos, gallinas o conejos, que no han vivido nunca en libertad, en jaulas
de apenas unos metros se matan para consumo humano miles de estos animales todos los días. ¿Es esta una
forma también de maltrato?. Sabemos, acaso,
cómo se hace el foie de pato?.
Esto nos
llevaría a un debate ético-moral, que si ustedes están dispuestos podemos
analizar en otra ocasión. Yo, creo, de verdad, que todos sabemos perfectamente
cuando estamos maltratando un animal y contra el maltrato estamos todos. Y ante
el menor atisbo de maltrato, hay que denunciar los hechos y aplicar todo el
peso de la ley contra estos energúmenos, que se llaman cazadores.
Una de las propuestas, que sí que se conocen y
que recoge el partido animalista, una corriente dentro de Podemos es prohibir
las carreras con galgos. Muchos de estos animales son sacrificados de forma
espeluznante, cuando ya dejan de servir para la caza. Yo como cazador repudio y
rechazo cualquier forma de maltrato animal. Y esta sí que lo es. Pero no
podemos culpabilizar a todo el colectivo porque no sería justo porque me consta
que muchos galgueros , la inmensa mayoría de ellos, rechazan absolutamente esta
práctica abominable de acabar con la vida del animal, ahorcándolo, tirándolo a un pozo o pegándole
un tiro.
¿Qué
consecuencias tendría la prohibición de la caza, por ejemplo, para el colectivo
de agricultores, que tanto se quejan y con razón de los daños que provocan en
la agricultura plagas como, por ejemplo, la del conejo?. Muchos municipios
españoles han llegado a declarar la
emergencia cinegética para combatir la plaga de conejos, con escasos
resultados, por cierto.
Digo conejos,
como podría haber dicho jabalíes o zorros. La sobreabundancia de especies o
sobrepoblación de fauna salvaje provoca innumerables y cuantiosos daños en la
agricultura, arrasando cosechas y pastos, que suponen la ruina para muchos
agricultores, que se ven abocados, ante la falta de ayudas, a abandonar sus
campos y dejarlos yermos e improductivos que finalmente se convierten en masa
forestal aumentado el riesgo de incendios.
¿Qué
consecuencias tendría prohibir la caza para la economía de muchas regiones como
Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha, donde la caza es el sustento para
muchas familias, que viven gracias a esta actividad ancestral?. ¿Se han parado
a pensar, el dinero extra que supone para estas familias, muchas de ellas en
paro, el dinero que genera la caza?. Ojeos, caza en mano, tiradas de patos, de
torcaz, de tordo, batidas, recechos, monterías. En de la organización de una
cacería, ya sea de caza mayor o menor, interviene mucha gente. Desde secretarios, cargadores, ojeadores hasta
rehalas.
España es un
destino turístico, no sólo de sol y playa. También cinegético. Franceses,
italianos, rusos, portugueses y de otras partes del mundo, eligen España como
principal destino cinegético por su gran riqueza y valor.
La caza mueve en
España alrededor de 3.600 millones de euros y genera más de 50.000 puestos de
trabajo.
Y para terminar
y por no extenderme más, sólo espero y deseo, que antes de tomar una decisión, que
podría ser irreversible y de catastróficas consecuencias se consulte al colectivo
de cazadores y también, por supuesto, a los agricultores.
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