La caza con
hurón es una modalidad que se está imponiendo a marchas forzadas para acabar
con la población de conejos, cada vez más numerosa. De hecho, la Conselleria concede
permisos para todo el año, previa solicitud por daños. Antes los daba
temporalmente.
El conejo se ha
convertido en una auténtica plaga en la comarca de La Vall d'Albaida. Las
pérdidas que ocasionan a los agricultores son cuantiosas. Los agricultores ya
no saben qué hacer ni a quién reclamar ni recurrir.
Los lagomorfos acaban
con todo tipo de cultivos: vid, almendros, cereal. Se les ha visto, incluso,
trepar por los troncos de los frutales.
La única forma
de darles caza es con el hurón. Este mustélido de afiladas uñas y cuerpo
alargado y ágil, que recorre las galerías es el único capaz de hacerles salir
de su escondite. Los rabudos pasan el día dentro de la madriguera y sólo salen
para comer. Permanecen vigilantes al lado del agujero y al menor atisbo de
ruido se meten de nuevo en él.
Otra modalidad
de caza es a través de ganchillos, que consisten en batir una zona mientras
otros cazadores esperan, parados en lugares estratégicos.
La mejor época para la caza del conejo es
durante el descaste, que tiene lugar de junio a agosto. Las hembras por esa
fecha ya han parido y hay muchos gazapos en el campo. Aunque las conejas andan
preñadas casi todo el año. A las diez semanas de vida ya pueden parir.
Los conejos aprovechan
los terrenos arenosos, que son fáciles de escarbar para hacer las madrigueras.
Son muy prolíficos, llegando las hembras a tener varias camadas al cabo del
año, con una media de 5 ó 6 gazapos. No se adaptan a cualquier tipo de terreno.
Se han hecho capturas para soltarlos en lugares donde escasean y poder repoblar
y la suelta no ha sido fructífera.
Hoy miércoles he
aprovechado la invitación que me ha hecho un amigo para salir un rato con los hurones y no ha ido mal del todo. Mi vecino, que probaba esta tarde una
escopeta paralela, marca franchi ,modelo imperial montecarlo, con un grabado
precioso, ha estado más fino que yo.
Para la caza con
hurón se necesitan dos cosas. En primer lugar, paciencia y en segundo lugar, ir
provisto de unos buenos bichos. Las prisas son malas consejeras para este tipo
de caza porque muchas veces el hurón se queda dentro y tarda en salir, bien
porque ha cogido un gazapo o simplemente porque las galerías están llenas de
recovecos y el animal necesita su tiempo para hacer bien el trabajo.
El otro día sin ir más lejos, uno de los hurones de nombre "Ronaldo" hizo una faena de campeonato. Memorable. Tras esperar más de media hora a que saliera y cuando ya nos disponíamos a ponerle un conejo muerto en la boca de la madriguera como cebo para ver si salía- cuando huelen sangre buscan la salida enseguida- echó un conejo, que salió disparado como un rayo. El revolcón que pegó fue morrocotudo.
El otro día sin ir más lejos, uno de los hurones de nombre "Ronaldo" hizo una faena de campeonato. Memorable. Tras esperar más de media hora a que saliera y cuando ya nos disponíamos a ponerle un conejo muerto en la boca de la madriguera como cebo para ver si salía- cuando huelen sangre buscan la salida enseguida- echó un conejo, que salió disparado como un rayo. El revolcón que pegó fue morrocotudo.
Cuando oyes las
carreras dentro de la madriguera, el
corazón te palpita a mil por hora. No es comparable a la muestra de un perro a
pieza parada, pero casi. Es muy emocionante.
Cuando echemos
el hurón dentro de la madriguera es muy importante permanecer en silencio, ya
que el conejo tiene un oído muy fino y al menor ruido evitará salir a campo
abierto.
También es
importante tener en cuenta la dirección en la que sopla el viento para evitar
que le llegue nuestro olor. Siempre
buscaremos, por tanto, ponernos en una posición de tiro, que no les pegue el
aire para que no nos descubran antes de tiempo.
Todas estas sugerencias, que pueden parecer una tontería son importantes
tenerlas en cuenta para que el día sea lo más fructífero posible, al igual, que
las capturas.
Para cubrir el
mayor ángulo posible, lo ideal son dos escopetas. Si echamos el hurón en un
ribazo, uno arriba y otro abajo es suficiente. Demasiadas escopetas estorban.
He estado en tiradas con 3 y 4 escopetas y es una autentica locura, además, de
peligroso.
Al conejo no hay
que hacerlo un colador. Con varias escopetas apuntando a la misma pieza es
fácil errar el tiro porque queremos tirar antes que nuestro compañero y nos
precipitamos en el disparo.
Yo utilizo
perdigón del 9, 32 gramos y un choque abierto: 4 y 3 estrellas. Hay quien
prefiere utilizar plomo del 7 o séptima y un choque más abierto, cilíndrico o 5
estrellas. El cartucho dispersante no me gusta utilizarlo. Se emplea mucho en
la caza del conejo, pero me parece muy peligroso, sobre todo, si a cazamos con
perro, ya que coge un amplio perímetro y es fácil plomear a nuestro perro.
Hay que tener en
cuenta que al conejo le vamos a tirar a una distancia relativamente corta, 8 ó
10 metros, incluso, menos, con lo cual, cuanto más abierto tiremos, más
posibilidades tendremos de abatir al animal.
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