Esta mañana a
través de un wasap del grupo del tiro al plato me he enterado del fallecimiento
de Antonio San Félix. El entierro fue
este pasado martes a las 11,30 en Cárcer donde pasó gran parte de su vida,
aunque era oriundo de Énova. No sabía nada de su enfermedad y como a todos los
que le apreciábamos nos ha pillado por sorpresa. No hace mucho estuve con él en
el campo de tiro de Vallada, donde venía muchas tardes a tirar un par de
series. Le gustaba sentarse un rato cuando llegaba con su flamante Mercedes
antes de ir a la cancha. Como buen tirador que era le gustaba tomarse las cosas
con calma.
Su gran afición
ha sido siempre la escopeta, tanto como tirador como cazador. Era un placer
coincidir con él en un cancha de tiro porque sabía comportarse como un
auténtico caballero. No todo el mundo sabe hacerlo. Siempre se esperaba a que
el último tirador, tirara su último plato de la serie antes de abandonar la
cancha.
Tenía 86 años,
pero una vitalidad de un muchacho que ya quisieran algunos. Un accidente de
tráfico en Australia que estuvo a punto de costarle la vida, le provocó una
lesión en su codo izquierdo, pero nunca fue un obstáculo para coger el coche e
irse a Sevilla o a Málaga a tirar a pichón a caja, incluso a Italia a la casa
Perazzi, si era preciso, para que le hicieran una culata a su medida.
Ejemplo para
muchas generaciones de tiradores, siempre te llevaremos en nuestro recuerdo. DEP