Estos días que estoy labrando los almendros he visto dos liebres, afortunadamente las dos estaban sanas, de lo cual me alegré enormemente, después de saber que se han visto ejemplares enfermos con mixomatosis muy cerca de aquí.
Una de ellas la vi en la zona de reserva del coto de Fontanars, al lado de mi casa. La otra en un campo de almendros mientras labraba. Por su tamaño eran liebres de este año.
Una buena señal, teniendo en cuenta lo rápido que se transmite la enfermedad, si bien es cierto que la mixomatosis se propaga más rápidamente en aquellos cotos donde abunda la liebre y el conejo. Donde hay pocos ejemplares, lógicamente, el riesgo de contagio es menor.
Donde hay muchos conejos es más fácil que se incube la enfermedad, que se transmite a través de la pulga y de otros artrópodos como las garrapatas, pero también del mosquito.
Los efectos que ha tenido la mixomatosis en los conejos ha sido devastador, acabando con millones de ejemplares. Se sabe que en Australia en los años 50 la población se redujo drásticamente de 600 millones a cien millones en solo dos años.
Foto: Álvaro Torres |
El conejo es el alimento básico para especies amenazadas y en peligro de extinción como el águila imperial o el lince ibérico. El hecho de que el conejo haya desaparecido en muchas zonas pone en peligro a muchas de estas especies.
Si la mixomatosis en la liebre es igual de mortífera que lo ha sido en el conejo, podemos temer lo peor.
La vacuna sobre la que se está investigando se encuentra en una fase inicial, por tanto, es muy pronto para evaluar resultados sobre sus efectos.
De la mixomatosis sabemos que fue un médico francés quien la inoculó a varios ejemplares, propagándose rápidamente la enfermedad por todo el mundo, lo que no sabemos aún a ciencia cierta, hay varias hipótesis, es cómo este mismo virus ha pasado a afectar a la liebre, que hasta ahora era inmune a esta enfermedad.
Seguro que una vez más la mano del hombre está detrás de esta mala noticia.
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