sábado, 23 de julio de 2022
Corren malos tiempos para la perdiz
La perdiz ha criado muy mal este año, al menos, aquí en Fontanars dels Alforins. No sé si la situación será generalizada en el resto de España, pero no creo que con media España en llamas, las perspectivas sean mucho mejores. He hablado con varios cazadores de la zona y todos me dicen lo mismo. A penas se ven bandos. Yo que ando con el tractor todo el día para arriba y para abajo, solo he visto dos bandos. Uno de ellos solo llevaba un perdigón y en el otro pude contar tres.
Pero no solo ha criado mal la perdiz, también otras especies como el jabalí muy prolíficos en cuanto a número de crías, con siete u ocho rayones, apenas llevan uno o dos.
La ola de calor de estos días ayuda bien poco a que las perdices salgan adelante porque hay polladas más atrasadas que están saliendo ahora.
De ahí la importancia de que en los acotados no falte agua. En esta época del año, las charcas o codollas como las llaman por aquí deben estar llenas. Más importante incluso que la comida es el agua y con el calor que está haciendo todavía más. Los animales como los humanos sin agua no sobreviven.
Todas las semanas hay que repasar las charcas que hay diseminadas por el acotado para rellenarlas con la cuba en caso de que sea necesario.
Que la perdiz salvaje está en pleno declive es algo que los cazadores sabemos desde hace tiempo. No hacen falta estudios que lo atestigüen.
¿Está la perdiz en peligro de extinción? El organismo UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), la ha incluido en la lista de especies casi amenazadas, a un paso para que se prohíba su caza. Este organismo ha utilizado datos aportados por la asociación ecologista SEO/Birdlife. Datos que han sido considerados incompletos por otras organizaciones.
Hay que separar la ideología de lo que son datos empíricos.
La agricultura intensiva, la proliferación de alimañas como: la zorra, el jabalí o la urraca, la suelta indiscriminada de perdices de granja, sin ningún tipo de control sanitario o la pérdida de su hábitat natural, como son los linderos son factores que han ayudado a que la perdiz se encuentre en clara regresión.
Hasta el punto de considerarla una especie vulnerable, amenazada o en peligro de extinción como señalan algunos estudios, no creo. Estos informes se mueven más por motivos ideológicos que por datos contrastados, cuya única finalidad es acabar con la caza.
Pero, sin duda, es tarea de los cazadores revertir esta situación y que la reina de la caza menor vuelva a poblar nuestros campos y montes.
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