domingo, 24 de septiembre de 2023
Buenas sensaciones
Esta semana me llevé a Blaki por primera vez a una suelta de perdices. No había ido nunca, pero acepté la invitación de Jean Pierre que ya ha ido otras veces. Fue en Corral Rubio en una pequeña pedanía que se llama El Bachiller. Un acotado que permite la suelta de perdices de granja antes de que se abra la veda. Las perdices son de una granja que hay en Alpera. Para probar a los perros antes de que se inicie la caza es un buen entrenamiento. Blaki tiene seis meses, hoy día 24 de septiembre los ha cumplido, así que decidí llevármelo.Nació con un problema en los cartílagos que le hacían pisar con dificultad, pero ya está mucho mejor. Tras unas radiografías el veterinario descartó que fuera artrosis o displasia. Es un problema relacionado con el crecimiento del animal que se corrige a base de calcio que le ayuda a fortalcer las articulaciones.
Hay varios cazaderos. Yo me quedé en una zona donde había carrascas, montes bajo y bastantes esparteras. Jean Pierre prefirió abrir la jaula y salir después a cazarlas.
Las perdices las suelta el propio cazador o los mismos organizadores. Son difíciles de abatirlas, salvo que lleves un buen perro porque apeonan mucho. Colgarte la mitad de las que sueltas, ya es un éxito.
Yo preferí ir escondiéndole las perdices una a una hasta que el perro diera con ellas. Era la primera vez que salía a cazar aunque ya le había matado algún palomo. Había probado con Blaki el cobro, pero no la caza en mano.
Son perros que no necesitan prácticamente ningún aprendizaje. Tienen un instinto natural sobre todo para el cobro. En este caso se da la circunstancia de que tanto su padre como su madre son unos excelentes cazadores: Cartouche y Syrah. Tiene muy buenos genes. Cartouche es un precioso labrador negro que tiene Jean Pierre y Syrah es mi perrita, una preciosa labradora color chocolate. Me he quedado con dos de la camada: Blaki y Lía. Con Lía iré otro día para ver qué talo lo hace.
La verdad es que me vine muy contento. Blaki lo hizo muy bien. Pasó la prueba sobradamente. Cobró 4 perdices y una de ala. Cazó a la mano en todo momento. No se alargó para nada ni tuve que andar llamándole. Jean Pierre cazó en otra parte de la finca para que los perros no se molestaran entre ellos.
Las perdices eran bastante buenas. Volaban bien. Fallé dos de los mismos morros del perro. En el mejor lance de la mañana cobró una perdiz larga que cayó dentro de un sembrado y me la trajo a los mismos pies.
La próxima prueba será ya en el Bonillo con perdiz más fuerte de la mano de mi buen amigo Elías.
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