miércoles, 18 de diciembre de 2024
Último día del año en el Bonillo
Hoy hemos puesto fin al año 2024 en lo que a la actividad cinegética se refiere y dónde mejor que hacerlo que en el coto Escamilla en El Bonillo de la mano de Kico y Elías. Aquí nunca fallas porque la calidad de la perdiz es extraordinaria. Hay mucha densidad de perdices con lo que la diversión está garantizada.
Mismo lote que en anteriores ocasiones: Fuente Agria. Una zona de monte bajo con carrascas y sembrados con campos de almendros y olivos. La perdiz en esta época del año está muy fuerte. Los lances se suceden uno tras otro. Mauro comienza colgándose las primeras perdices de una mañana que ha sido muy calurosa.
El terreno está algo seco y las perdices te oyen a la legua. Elías dirige la mano con su conocimiento del terreno y de la querencia de las patirrojas. Hoy Elías tenía un problema en una de sus rodillas, que viene arrastrando desde hace unos días, pero eso no le ha impedido acompañarnos, lo cual es de agradecer.
Elías se ha traído a su perrita “Trufa” que es incansable al igual que “Chulo” que nadie diría los años que tiene. Un perro ya con mucha experiencia que no deja ninguna perdiz por cobrar. Blaki lo va haciendo cada vez mejor ya trae la caza.Es un perro de complexión fuerte con muy buena nariz que toca muy bien la caza.
Yo he estado bastante fallón, errando perdices con tiros traseros. En uno de los lances he tirado a una perdiz cruzada en un sembrado y se ha visto perfectamente el impacto de los perdigones haciendo el tiro detrás.
Para los tiros que he pegado tenía que haberme colgado media docena más de perdices. No todos los días uno está igual de fino. Los que llevamos algunos años cazando, lo sabemos.. La escopeta te sube o te baja la autoestima de un día para otro.
Hoy había más gente cazando en el coto y se escuchan algunos disparos lejanos. Mauro va ampliando la cuenta de perdices. La verdad es que hay que ver la eficacia de los cartuchos de 24 gramos del 7,5 de plato en las perdices. Es un cartucho más rápido que otros gramajes, lo cual te ayuda a corregir en los tiros traseros que suele ser el principal error que se comete cuando erramos una pieza. Siempre hemos tenido la creencia, equivocada en mi opinión después de ver los resultados, que cuanto mayor es el gramaje (36 gramos), más posibilidades tenemos de abatir una pieza.
El cartucho de 24 gramos alarga igual que otro gramaje y, además, al llevar menos plomos, pega menos. En el caso de Mauro que tira con una preciosa superpuesta Abbiatico Salvinelli del calibre 20, plomea muy bien a media y larga distancia. Además, tira con unos choques cerrados de 7 y 9 décimas.
Mauro y yo nos hemos colgado un conejo cada uno, que en el caso de Mauro ha sido producto de un doblete con perdiz.
Hoy la vuelta ha sido más larga que de costumbre, tomando un breve taco al final de la mañana, que ha puesto fin a otra inolvidable jornada de perdices en El Bonillo. Como colofón hemos parado a comer en El Rincón de Pedro, donde Isabel nos ha preparado unos deliciosos gazpachos manchegos y un riquísimo meloso de bogavante. Silverio en la barra nos ha puesto media docena de gambas y unos chipirones de playa, sencillamente espectaculares.
jueves, 5 de diciembre de 2024
Terminando el año en el Bonillo
Que mejor manera de terminar el año que cazando. No se me ocurre mejor manera de hacerlo que cazando en el Coto Escamilla de Kico Zandio en el Bonillo, de la mano de Elías, Mauro y Jean Pierre, que ya se ha recuperado un poco de su dolencia en el brazo que lo ha tenido apartado de la caza durante varios meses, aunque esta vez no le ha podido acompañar “Cartouche”, un precioso labrador negro, compañero de fatigas durante años y que por razones de edad ya no puede continuar cazando.
Kico nos ha asignado otro cazadero, igualmente con mucha perdiz. Es un terreno con carrascas y monte cerrado.
Jean Pierre ha iniciado la cuenta, colgándose dos perdices nada más salir. La mañana prometía. Mauro no ha desaprovechado las oportunidades y hacía lo propio, abatiendo varias patirrojas.
A mí me ha costado un poco más empezar. Las primeras perdices han volado de un campo de cereal donde estaban aplastadas para no ser detectadas por los perros. Se mimetizan muy bien como la codorniz. Si no las pisas o la levantan los perros, permanecen inmóviles.
Mauro en un momento de la cacería (Foto: PS)
El día ha amanecido nuboso, y amenazaba algo de lluvia, pero a mitad mañana ha salido el sol y ha hecho un día perfecto para la caza de la perdiz, aunque también por aquí hace falta que llueva. Los campos de cereal comienzan a verdear y necesitan agua.
Elías se ha traído a su perrita “Trufa”. También ha cazado hoy con nosotros “Chulo”. “Trufa” cobra ya como una veterana. “Chulo” está curtido en mil batallas, tiene doce años, quizá más, y es un perro muy experimentado que caza con la vista y, además, cobra muy bien. Es importante llevar buenos perros para no perder caza. Además, en la zona de hoy era complicado el cobro debido a la maleza y a lo espeso del terreno.
Hablando de cobros, hoy me llevado la alegría de mi vida porque “Blaki” ha empezado a cobrar. He seguido el consejo que me ha dado Jean Pierre y ha dado resultado. Yo hasta ahora me acercaba al perro y le cogía la pieza porque el perro se quedada junto a ella hasta que yo llegaba. Lo que he hecho ha sido darle la espalda al perro y salir en otra dirección, llamándole. El perro ha venido con la perdiz en la boca. Supongo que también habrá influido el hecho de cazar con otros perros. Lo mejor ha sido cuando Mauro ha abatido una perdiz. “Blaki” la ha visto caer y me la ha traído a los pies. Y lo mismo ha hecho con el resto de perdices.
Así que más feliz no puedo estar porque es la segunda temporada que cazo con él y aunque es joven, se resistía a cobrar.
A mitad mañana hemos parado a tomar el taco y a reponer fuerzas. Mauro va por delante en esa sana competencia que mantenemos ambos.
Hay otras cuadrillas cazando en el acotado y se oyen los disparos a lo lejos.
La segunda vuelta la hemos dado igual que la primera porque la perdiz es muy querenciosa y suele volver al mismo sitio. No es raro que donde te han volado la primera vez, lo hagan la segunda.
Conejo se ve poco. Hoy he conseguido abatir el primero de toda la temporada. La liebre es inexistente por esta zona cuando tiempo atrás era muy abundante. Jean Pierre ha conseguido ver una a lo lejos, corriendo dentro de un sembrado que huía de los perros. En los años que llevo cazando en este coto, no he visto ninguna rabona. Va a menos. Una situación generalizada en otros cotos donde o bien por la enfermedad de la mixomatosis que ha mutado de los conejos a las liebres, sin saber muy bien todavía la razón o porque su hábitat ha ido desapareciendo, la población de liebres ha diezmado considerablemente. La liebre era el complemento perfecto de cualquier cacería.
Al final de la mañana, Elías nos ha hecho un pequeño ganchillo en una zona de retamas que la perdiz coge mucho. Nos hemos puesto en la orilla del bancal al lado de unos nogales y he conseguido tirar a una que he revolcado.
El día ha terminado con una buena percha de perdices, con buenos lances y, sobre todo, con un buen trabajo de los perros. Más no se puede pedir en una jornada cinegética y si, además, la compartes con buenos amigos y compañeros de caza, miel sobre hojuelas.
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