domingo, 10 de noviembre de 2013

Extremar las precauciones en la caza


 

Tras las últimas muertes que se han producido en los últimos días por batidas de jabalíes la Federación Valenciana de Caza quiere que el uso de chalecos y gorras reflectantes sea obligatorio.

Al cabo del año se producen muchas muertes por accidentes de caza. La más peligrosa y donde más accidentes tienen lugar son en las batidas de jabalíes.

Sólo el fin de semana pasado se registraron cuatro muertes y la más reciente ha sido este fin de semana, donde un hombre de 35 años, vecino de Betxi,  ha perdido la vida.

Por tanto, cualquier medida encaminada a reducir el número de accidentes me parece no sólo necesaria sino acertada también.

Algunas sociedades de cazadores ya se han puesto en contacto con la Federación Valenciana de Caza para que les suministre gorras y chalecos reflectantes para repartir entre los socios cazadores.

Hasta ahora no era obligatorio el uso de estas prendas. Sólo lo era para los ojeadores que participan en un ojeo y que deben ir provistos con prendas debidamente señalizadas, normalmente con un chaleco verde o naranja reflectante, también con gafas para evitar que un perdigón perdido les pueda ocasionar un daño irreparable en la visión y los encargados de las rehalas.

A partir de ahora será también obligatorio para todos los cazadores, entiendo que tanto para los de caza menor como mayor, aunque se desconoce por el momento cuando se va a poner en práctica la medida.

En las batidas de jabalíes aunque está prohibido por los organizadores es muy frecuente que el cazador abandone su puesto y busque otro más cómodo o donde tenga más campo de visión para abatir la res.

Moverse del sitio que te ha tocado en el sorteo es muy peligroso. El compañero de al lado debe saber en todo momento donde se encuentra el cazador que tiene más próximo.

Otro tema importante a considerar es no disparar hasta no ver la pieza con claridad.

Y, por último, quisiera reseñar otra cuestión que me parece igualmente importante o más si cabe que la anterior. A las batidas va gente habituada a disparar con rifle y otra que a lo mejor lo ha tenido durante años en el escopetero y lo saca para la batida que se va a celebrar en el pueblo.

No es lo mismo tener una escopeta entre las manos, cuyo radio de acción puede ser 50 ó 60 metros que un rifle, cuya bala puede alcanzar, según el calibre, varios cientos de metros.

                                                
Y una última consideración es el alcohol. No sé en otras batidas, pero es muy común antes de que se celebre el sorteo quedar en el bar del pueblo y entre carajillos, herberos, aguardientes y chopitos la gente sale escocida.

Cualquier precaución es poca cuando tenemos un arma entre nuestras manos.

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