El comienzo de
la temporada de caza en Fontanars no
podía haber sido peor. Nada extraño por otro lado visto lo q había antes de
iniciarse la temporada.
A pesar de que
se ha abierto más tarde en los bancales el resultado ha sido pésimo. Si malo
fue en el monte cuando se abrió el 12 de octubre, en barbechos y bancales ni
les cuento.
Muy pocos han
tenido ocasión de tirar a las perdices en el primer día de caza. Conejo apenas
hay. Se han muerto. La liebre hace tiempo que ya no se ve por los bancales
cuando años atrás era raro el día que no salías a cazar y no te colgabas un par
de ellas en el zurrón o en el chaleco.
Los más viejos
del lugar y cazadores veteranos no recuerdan un inicio de temporada tan malo
como el presente.
Yo como ya les
anticipé en un artículo anterior no salí a cazar. Mañana es el segundo día y
tampoco lo haré. Creo que cuando no hay caza lo mejor es no salir. Acabar con
lo poco que hay es una equivocación. Comprendo que la gente este deseosa de
salir y más con la afición que tienen algunos y que llevan un año casi
esperando a que se abra la temporada. Con perros a sus espaladas que alimentar.
La solución tampoco es soltar perdices de granja para saciar el apetito cinegético. Esto en todo caso empeoraría la situación.
La solución tampoco es soltar perdices de granja para saciar el apetito cinegético. Esto en todo caso empeoraría la situación.
Algunos piensan
que digo esto porque de vez en cuando puedo permitirme salir de caza en otras
zonas y no es así.
Me resulta más
cómodo, barato y menos peligroso salir en Fontanars que coger el coche y subir
a la Mancha a matar un par de perdices.
Es complicado
cambiar de mentalidad a los que piensan así. Qué le vamos a hacer.
No quiero ser
agorero, pero o se toman soluciones o el año que viene habrá menos caza. Hace
tiempo que lo vengo diciendo y mis palabras parece que caigan en saco roto y
los hechos parecen darme la razón, aunque también les digo que me gustaría
estar equivocado.
Para que haya
caza es necesario una buena gestión cinegética y aquí no la hay. Conozco cotos
que estaban literalmente arrasados y tras unos años de paciencia y buena
gestión, el coto se ha recuperado y donde antes sólo había piedras comienzan a
verse los primeros bandos de perdices.
El tordo que a
falta de perdices podía animar algún día en el campo tampoco ha entrado. Hace falta que
haga más frío, pues hemos tenido un tiempo casi veraniego y ya estamos como
aquel que dice casi en navidad.
Si los primeros
días han sido malos, poco se puede esperar de lo que queda. Lo mejor en estos
casos es cerrar.
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