La plaga de
conejos que afecta a numerosas comarcas valencianas, entre ellas La Vall
d'Albaida ha dejado de ser sólo un problema que afecta sólo a cazadores y a
agricultores para convertirse en un problema público, que afecta a numerosos
vecinos.
La Unió de
Llauradors, a través de un comunicado , ha alertado de los cuantiosos daños que
están causando los conejos en las comarcas del Comtat y L' Alcoià.
En poblaciones
como Alcoi, Beneixama o Muro se les ha visto corretear en mitad de las calles. Algo inusual hasta
ahora.
Si el hábitat normal de los conejos es el monte,
la falta de alimentos y agua debido a la fuerte sequía ha propiciado que los
animales bajen a los pueblos e invadan chalés y urbanizaciones residenciales y
causen estragos en jardines y parcelas, devorando todo cuanto encuentran a su
alrededor.
Los agricultores
llevan años reclamando una mayor implicación de los cazadores y también de los organismos
correspondientes, esto es, Conselleria de Agricultura y de los Ayuntamientos de los municipios
afectados para acabar con este grave problema que provoca cuantiosos daños en
la agricultura, sin que hasta el momento se haya conseguido paliar el problema.
Se ha intentado
todo o casi todo.
Las capturas con
red y con hurón, los lazos, las trampas, ampliar los días de caza en las nuevas
órdenes de veda, los ganchillos, las esperas o las batidas son insuficientes
para contener a esta población de voraces lagomorfos provenientes de Australia,
nada que ver con el conejo autóctono o de monte, que es inmune a las enfermedades
como la mixomatosis o la neumonía hemorrágico vírica y cuya capacidad de
reproducción es muy alta, llegando a criar varias veces al año y con una camada
media de 7 u 8 gazapos.
El conejo ha
pasado de ser una especie cinegética muy preciada por cazadores y
especialmente por podenqueros a
convertirse en un serio problema en muchas zonas de España, donde su alta
densidad está provocando una situación de alarma social.