lunes, 16 de octubre de 2023

Comenzamos una nueva temporada

Tenía pensado ir a cazar el 12 de octubre, pero debido al calor lo pospuse al jueves 19. Al consultar el tiempo, vi que el jueves marcaba agua, así que decidí adelantarlo al lunes 16, sin prever el tráfico con el que me iba a encontrar en Albacete, tras el puente festivo de la Virgen del Pilar. Me he encontrado con mucho tráfico hasta llegar a Albacete, después al coger la carretera de Bailén y Manzanares, ya era más fluido. Hoy me he llevado a Blaki, un precioso labrador de seis meses, siete cumplirá el día 24 de este mes de octubre, hijo de Syrah y Cartouche. Se ha portado muy bien durante todo el viaje, teniendo en cuenta que era la primera vez que hacía un trayecto tan largo. Ha sido difícil dejarme a Syrah en casa con las ganas que tenía de venir conmigo. He tratado de despistarla dándole algo de comida, pero se ha dado cuenta enseguida de que me iba a cazar. Son muy listos. Prefiero dejarla en casa porque las últimas veces que ha venido a cazar ha llegado muy coja y me da miedo que recaiga en problemas de cadera.
He parado como de costumbre en Barrax en El Cruce a tomar algo para reponer fuerzas. A las 9 he llegado a El Bonillo. En la puerta estaba esperándome Elías y dentro Kiko que ya tenía rellenado el pase para poder cazar. De una semana a otra han bajado diez grados las temperaturas. Ahora falta que llueva porque el terreno está muy seco y la caza sale larga. Entrando al cazadero, hemos visto un montón de perdices apeonando delante del coche que apenas se apartan. Es la hora de la comida y las perdices bajan a los caminos donde hay esparcido mucho trigo. La finca está muy cuidada con bebederos y comederos por todo el acotado. Nada más bajar del coche Blaki se pierde detrás de un conejo. Ha andado muy largo toda la mañana. No ha habido forma de retenerlo. Cada vez que veía un bando de perdices se iba detrás de ellas. Ha cobrado un par de perdices alicortadas que compensan que no se haya portado muy bien. Es muy joven todavía. Los machos empiezan a cazar más tarde que las hembras. Le falta morder caza. Es la primera vez que sale al campo y ve tantas perdices. Tiene muy buena nariz. En el cobro ha andado algo descuidado. En el aprendizaje de los perros hay que ser muy pacientes y yo reconozco que no tengo mucha paciencia. Todos los inicios son complicados. Día nublado, pero perfecto para cazar la perdiz. Hoy nos ha tocado el lote de Fuente Agria. Un excelente cazadero, con barrancos y sembrados, con una alta densidad de perdices. Cazar en compañía de Elías es un valor seguro porque se conoce perfectamente la querencia de las perdices. Cuando te dice que te prepares porque vas a tirar es difícil que se equivoque. La perdiz ha volado muy bien, pero cuando haga más frío estará más fuerte. He abatido algún machorro ya veterano. Hemos visto bastantes conejos, aunque solo he podido tirar a dos. Vendría muy bien que lloviera porque el campo está muy seco. A ver sí es verdad como anuncian los pronósticos y esta semana llueve. En la primera vuelta he abatido 6 perdices y un conejo. A mitad mañana hemos parado a tomar un taco. Elías siempre se acuerda de traerme una cerveza. Mientras tomábamos el taco ha venido el guarda de la finca, Paco y uno de los encargados, Cesáreo. He estado bastante fino y he errado muy pocas perdices, a pesar de que iba cada dos por tres vociferando al perro por miedo a que se perdiera. Ha volado muchas perdices fuera de tiro. Para el perro todo era una novedad. Las perdices y los conejos. Normal que anduviera tan atolondrado. Ha cobrado una de ala de otro cazador, que después hemos dejado en el campo. La segunda vuelta se ha dado algo mejor y me he colgado ocho perdices con 19 tiros, los mismos que he tirado en la primera vuelta. He errado varios dobletes, abatiendo la primera perdiz y fallando la segunda.La próxima vez que venga a cazar espero traerme una escopeta Aya paralela del calibre 20 que acabo de comprar, mucho menos pesada. Cazo muy a gusto con la Mateo Mendicute, pero pesa mucho y cuando llevas un rato en el monte se nota. Terminando la jornada he tirado a una perdiz larga enviada tipo ojeo que he tocado de segundo tiro. Elías la ha marcado muy bien. Cuando ya la tenía el perro en la boca se le ha escapado y se ha metido en un agujero que había junto a la retama. De camino a casa he parado a comer en el Restaurante Ruta de Levante que está en la misma autovía antes de llegar a Almansa. Elaboran un magnífico menú diario. Estupendas la lentejas y las albóndigas en salsa. Un sitio muy recomendable de comida casera.

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