Nueva jornada de
caza en Corral Rubio con mi amigo y compañero de fatigas Pepe Sala. Hemos estado cazando en el coto La Almagra que regenta Moisés Navarro. Moisés a parte de dedicarse a la gestión
cinegética se dedica al adiestramiento
de perros de caza, básicamente, bracos y pointers, pero también se atreve con
otras razas de perros y los resultados son igualmente buenos.
Yo es la segunda vez que cazo en este coto y
he de reconocer que esta vez me ha gustado más que la primera. Es cierto que el
primer día que visité la finca hacía mucho calor y hoy la temperatura había
bajado algo, aunque sigue haciendo una temperatura muy primaveral para el
tiempo en el que estamos.
La persona que
nos ha acompañado en esta ocasión, José Almendros, que se conoce aquello como
la palma de su mano y que de caza sabe un rato nos ha ayudado a pasar una buena
jornada cinegética, pese a ir en esta ocasión con un perro solo, en esta caso,
perra. Una braca de nombre Laika, que me ha ayudado a encontrar una perdiz, que
a pesar del reguero de sangre que desprendía el animal, dábamos por perdida.
El autor con otros miembros de la cuadrilla en la jornada de ayer.
En la caza en
general, pero sobre todo en los cotos de caza intensiva en particular, donde la
perdiz ha sido soltada, conviene ir con perro porque a esta perdiz le gusta más
apeonar que volar y sólo un buen perro es capaz de dar con ellas. Si encima
hace calor, la perdiz se aplasta y ya puedes pasar por encima de ella que ni
caso.
En esta ocasión,
no me ha acompañado Sénia. He preferido dejarla en casa hasta que se recupere
de su dolencia de cadera. Y eso ,que esta mañana antes de salir de casa, ya
sabía adónde me iba. Y es que a los perros no se les engaña tan fácilmente.
Nada más bajar de
los coches y cuando nos dirigíamos al monte hemos visto el coche del forestal.
Yo no llevaba en ese momento la documentación encima, así que hemos vuelto a
los coches a por ella. Nos hemos acercado a él que nos estaba esperando en lo
alto de un cerro y nos ha pedido la documentación a ambos.
Con los papeles
en regla salimos de nuevo al monte. José nos indica qué mancha de la finca
vamos a cazar.
Las perdices han
volado muy bien y han dado mucho juego, con lances espectaculares en algunos
casos, como el doblete que se ha marcado Sala al rato de haber salido.
Yo, la verdad,
que he andado muy certero. He errado una perdiz, la mejor del lote y he abatido
otras nueve, emparejando otras dos con Sala. De la caja que me he echado al chaleco me han sobrado cartuchos.
Hay días que por
lo que sea la escopeta te entra como un guante y otros que fallas más que una
escopeta de feria. Y lo mismo pasa con el tiro al plato. Hay veces que con sólo
encararte la escopeta ya sabes que lo vas a romper y vas a hacer una buena
serie y otras, sin embargo, que no hay forma de que te entre la escopeta y todo
es ponértela y no encontrarle acomodo.
Tras cerca de
cuatro horas de cacería Sala ha llegado exhausto al coche. Yo les reconozco que
también he llegado algo cansado. Quien no se ha cansado es José, que acaba de
presentarse a las pruebas de guardia jurado y es más que probable, que pronto
lo veamos en un coto con la placa y el fusil como antaño, persiguiendo a los
furtivos.