El ministro de Fomento José Luis Ábalos ha llamado "casposos" a cazadores y taurinos. También la ministra Teresa Ribera se ha manifestado contraria a la caza y los toros.
No ha estado muy acertado el ministro de Fomento llamando casposos a los cazadores cuando, además, un medio de comunicación ha publicado una foto suya asistiendo a una corrida de toros, quizá este calificativo hubiera sido más apropiado para los que quieren acabar con una actividad ancestral, que se viene practicando desde la prehistoria, como es la caza y abogan por su prohibición desde el desconocimiento más absoluto, sin saber exactamente las consecuencias devastadoras que tendría la abolición de la caza en el ecosistema.
Entiendo o quiero pensar mejor dicho, que son manifestaciones a título personal, que no creo sean compartidas por un partido como es el PSOE, que siempre ha defendido y protegido la actividad cinegética y al colectivo de cazadores. Comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha o Extremadura, con gobiernos socialistas al frente, hasta hace poco, han apoyado la caza y al mundo rural, no solo por ser un gran motor económico para la región sino también por el papel tan importante que desarrollan los cazadores en el mundo rural.
Ante tanto desatino, me quedo con las palabras del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que ha tratado de poner un poco de cordura y de sentido común al dislate de los prohibicionistas al afirmar que la caza es una realidad que forma parte de nuestras vidas "y no va a dejar que nadie la arrebate".
No hay comentarios:
Publicar un comentario