miércoles, 21 de julio de 2021

La ley de Bienestar animal que acabará con las tiradas de pichón

La nueva ley de Bienestar Animal que prepara el Gobierno y que saldrá adelante en pocos días con el apoyo de la mayoría de los partidos políticos, prohibirá las tiradas de pichón y codorniz. Entiendo perfectamente la necesidad de una ley de Bienestar Animal y contra el maltrato animal equiparable a la de otros países europeos que eleve las penas de cárcel y las sanciones económicas y acabe de una vez por todas con la impunidad que existía hasta ahora. El director de este periódico que sabe muy bien de mi afición por la caza y el tiro, me ha pedido que escriba un artículo sobre este tema. Siempre me he manifestado con absoluta libertad y lo voy a seguir haciendo ahora, aunque mi opinión en este sentido pueda molestar a más de uno, sobre todo, entre mis amigos cazadores y tiradores que tengo muchos. Soy cazador y tirador, pero nunca me han gustado las tiradas de pichón y codorniz. De hecho he participado solo de forma muy esporádica en alguna de ellas y cuando era más joven. Veo bien que se supriman este tipo de tiradas. De hecho, cuando hace unos años prohibieron las replazas en las tiradas de pichón a brazo aplaudí la medida. No entendía como el palomo que no había sido abatido por el tirador en la cancha era después masacrado a tiros en las replazas. Para quienes no lo sepan, las replazas se colocaban alrededor del campo de tiro, cerrando todas las posibles salidas de los palomos. Cada cierto números de ceros una sirena avisaba y los tiradores cambiaban de replaza y así sucesivamente. Normalmente los palomos tienen una querencia y para que todo el mundo tuviera las mismas posibilidades, los puestos de las replazas iban rotando. Yo de joven he participado en alguna de estas replazas. Cada una de las replazas estaba delimitada por una tabilla. Te hinchabas a pegar tiros. Cada replaza estaba limitada a un número máximo de escopetas. Eran relativamente económicas comparado con lo que costaba tirar en la cancha y pasabas todo el día. A veces te caía un palomo al que no le habías ni tirado. He visto a gente a punto de pegarse por un palomo. Y lo más peligroso con la escopeta en las manos. El tiro de pichón a brazo tiene mucho arraigo en la Comunidad Valenciana. El tirador tiene que abatir el pájaro que lanza el columbaire y que ha de pasar por encima de una cuerda. En Europa ya no se practica en ningún sitio. Tampoco el pichón a caja. De ahí que vengan tiradores de otros países a España a practicarlo. Últimamente se ha impuesto otra modalidad en la que ya no participa el columbaire que es el pichón a tubo. El pichón al que no se le arranca la cola se introduce en un tubo y es lanzado por una máquina. Seguramente esto que digo me va a granjear muchos problemas porque tengo amigos que tiran a pichón a brazo y a caja y estarán lógicamente en contra de que se prohíban estas tiradas. Muchos cazadores y tiradores sabíamos que tarde o temprano esto iba a ocurrir, pero no solo por la existencia de una ley de Bienestar Animal y contra el maltrato sino porque este tipo de tiradas donde el animal tiene pocas opciones de sobrevivir eran una auténtica salvajada. Hace poco estuve en una tirada de pichón a tubo donde asistí como mero espectador y comentándolo con un amigo mío también cazador ambos llegamos a la misma conclusión: no tardarán en prohibirlas. No soy amigo de las prohibiciones, creo que cuando no te gusta algo basta con no ir. Sean las corridas de toros o las tiradas de pichón. El tiro de pichón no está bien visto en Europa desde hace muchos años tanto es así que el equipo español de recorridos de caza no ha podido inscribirse como selección nacional sino a título individual porque depende de la Real Federación Española de Caza. Una alternativa al pichón o la codorniz que habría que fomentar es el tiro al plato en sus diferentes modalidades: universal, olímpico. skeet, compack o recorridos de caza.

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