jueves, 31 de octubre de 2024
Segundo viaje de la temporada por tierras manchegas
Antes de salir, hemos consultado el estado de las carreteras después de la DANA que ha asolado Valencia y que ha dejado hasta el momento 155 muertos. Una catástrofe de efectos devastadores. El viaje ha transcurrido con bancos de niebla hasta Albacete, pero sin ningún incidente destacable. En Barrax, la parada es obligatoria para reponer fuerzas. Sobre las 9,30 hemos llegado a El Bonillo. Allí nos esperaba, como de costumbre, Elías. Una vez hemos recogido los permisos que ya nos tenía preparado kiko, nos hemos dirigido al cazadero. La entrada a la finca era un reguero de perdices por el camino. Hemos perdido la cuenta de las que había. Si digo una cifra es poca. De peón, volando, entrecruzándose entre ellas… los nervios a flor de piel. El sueño de cualquier cazador.
Blaki permanece atento durante una jornada de caza en el Bonillo (Foto: PS)
Hemos cogido la misma mano que el otro día y nos han asignado el mismo cazadero: Fuente Agria. La mañana es fresca con un sol incipiente que promete una mañana otoñal. Nada más pisar el campo comienzan los primeros lances, pero esta vez ha sido Mauro el primero en apuntarse las primeras patirrojas.
Mauro caza con una Abbiatico Salvinelli del calibre 20. Hoy era día de experimentar con nuevos gramajes y la verdad es el que el resultado no ha podido ser mejor. Frente a los que piensan (pensamos) que cuantos más gramos tiene el cartucho más fácil es abatir una pieza, por eso mucha gente utiliza 34 ó 36 gramos de sexta o séptima, lo cierto es que un gramaje pequeño, como es el de 24 gramos de perdigón del 7,5, cartucho de plato, es mucho más rápido (425 metros por segundo) y ayuda a corregir los tiros traseros porque ganas un par de metros que con un cartucho más lento. La penetración, pese a ser un plomo más pequeño es perfecta y no deja caza herida.
El terreno está muy cómodo para cazar después de las últimas lluvias. La noche anterior cayeron casi 40 litros. Evitamos los sembrados que son más pesados, aunque a veces es inevitable cruzarlos. Tampoco a las perdices les gusta mancharse las patas de barro.
Elías dirige la mano porque se conoce perfectamente el cazadero y la querencia de las perdices. Blaki caza mucho más tranquilo y parece que no se aleje tanto. Sin embargo, sigue resistiéndose al cobro. Raro en un labrador que son muy buenos cobradores.
En las retamas, o escobas como llaman aquí, la perdiz apeona, evitando volar.
Mauro va por delante en esa sana disputa que mantenemos entre ambos. Es difícil recordar todos los lances porque se suceden continuamente. Hay mucha perdiz.
El día es perfecto con algo de viento. Los días de calma o secos son mucho peores porque la perdiz te oye a la legua.
Hoy me he apuntado el primer doblete de la temporada. En otra que he abatido larga de segundo tiro, Elías ha contado los pasos y la ha recogido a 74 metros.
A mitad mañana hemos parado para tomar el taco. El sol nos acompaña mientras comentamos los lances. En la primera vuelta he tirado bastante bien y he conseguido colgarme 9 perdices con 17 cartuchos. Estaba cerca del cupo, así que hoy me he decidido a probar la Aya del 20. Solo he tirado un par de series al plato con ella.
A diferencia de Mauro, yo tiro con séptima y 30 gramos. Yerro la primera perdiz. La segunda se va algo pinchada, pero Mauro se encarga de abatirla en las nubes.
Para coger confianza a un arma, lo mejor es abatir las primeras perdices. De lo contrario, le coges manía a la escopeta y lo más probable es que termine en la armería o en las páginas de Mil anuncios.
El gatillo va algo duro y eso me ha impedido tirar a varias perdices, aún así estoy contento porque he conseguido abatir 5 perdices, eso sí, he tirado muchos más tiros que en la primera vuelta (19) y he errado bastantes perdices. Hoy era un día para haber pasado de la veintena por las oportunidades que he tenido, pero no ha sido posible.
Con los mismos choques, tres y una estrella en mi caso, las escopetas del 20 son algo más cerradas y permite tiros más largos. Son mucho más livianas y eso cuando vas cumpliendo años es un factor importante a tener en cuenta. Podemos hablar de un kilo de diferencia entre una escopeta del 20 y otra del 12.
Las horas en el campo pasan muy rápido, sobre todo cuando lo estás pasando bien, y cuando nos damos cuenta ya son las dos del medio día, así que decidimos dar por finalizada la jornada con una buena percha de perdices, pero, sobre todo, habiendo pasado una jornada inolvidable con buenos amigos. Y ese es el espíriu de la caza.
viernes, 18 de octubre de 2024
De perdices en El Bonillo una temporada más
Una esplendorosa luna llena nos ha acompañado durante nuestro viaje a El Bonillo, primero de la temporada.
En Barrax, en el restaurante El Cruce la parada es obligatoria para reponer fuerzas. El vaso de ColaCao y las magdalenas no pueden faltar. En El Bonillo ya nos estaba esperando, impacientemente Elías, que también esta vez ha sido el encargado de acompañarnos en esta nueva jornada cinegética, que comenzó en tierras manchegas el pasado 8 de octubre y que en los cotos de caza intensiva se prolongará hasta finales del mes de marzo
Mauro, el autor del artículo y Blaki (Foto: Elías)
El lote que nos han asignado hoy es Fuente Agria, un cazadero donde hay que pelear más por la orografía del terreno con barbechos aún por sembrar, campos de almendros y barrancos con carrascas y escoberas.
Elías dirige la mano. Mauro no lleva perro y va por bajo, mientras que Elías y yo nos adentramos en el monte. Me acompaña Blaki que pronto cumplirá un año y siete meses. Es un precioso labrador negro, de porte grande, bien musculado y esbelta silueta. Ha empezado muy nervioso, volando las primeras perdices que se ponían a tiro.
Comienzo la primera vuelta abatiendo una perdiz volada por Blaki que remonta el vuelo y viene cara a mí.
El terreno está bueno. Ha llovido poco, pero más que por aquí. Los jabalíes han estado esta noche buscando algo de alimento en las bellotas.
El sol de otoño nos regala una jornada magnífica, con multitud de lances que son imposibles de recordar porque se sucede uno tras otro. Necesitaría una agenda para ir anotándolos todos. Anduve bastante fallón las primeras horas de la mañana, pendiente de que el perro no se alargara.
Hay ojeo en la finca y comienzan a escucharse los primeros disparos. El repicar de las escopetas se oye a lo lejos mientras nosotros seguimos con la mano, atentos a lo nuestro.
La primera vuelta termina con muchos tiros, algo más de una caja y pocas perdices. A Mauro, sin embargo, le ha ido mejor y va por delante en ese sano pique que mantenemos entre ambos y que forma parte de la caza.
Pasan de las doce cuando comenzamos la segunda vuelta. Yo me había traído la Aya del 20 para probarla, pero he preferido seguir cazando con la Mateo Mendicute. Ya tendré ocasión de probarla otro día. Elías nos cuenta, precisamente, un accidente que ha ocurrido estos días cuando un cazador colocó un cartucho del 20 en la escopeta del 12. La escopeta reventó y tuvo que ser trasladado al hospital. Mauro ya me advirtió de lo peligroso de llevar dos escopetas de distinto calibre. Los despistes en la caza se pagan caros.
Volvemos a coger la misma mano. Mauro va un poco adelantado. Elías y yo cerramos la mano. Blaki que ya se ha desfogado tras las primeras carreras detrás de las patirrojas va mucho más tranquilo. Marca muy bien las perdices desde lejos. El perro tiene muy buena nariz.
Encadeno varias perdices consecutivas a tiro. Blaki me ayuda en el cobro de varias perdices alicortadas. También en el cobro de una de Mauro que se había metido en el agujero. De no ser por el perro no la hubiéramos encontrado y lo mismo me ocurrió a mí con un par de perdices alicortadas. Hay que cazar siempre con perro porque su ayuda es fundamental. Yo no tuve perro hasta después de muchos años y hoy no concibo la caza sin perro. No digo que debería estar prohibido salir a cazar sin perro, pero casi. Mi primer perro de caza fue Roqui, un precioso braco alemán que me acompañó durante muchos años y que hacía unas muestras espectaculares. Era muy bueno tanto en la pluma como en el pelo.
Aunque estamos a comienzos de la temporada, la perdiz está fuerte, pero lo estará aún más en el invierno con el frío.
Al llegar al coche exhaustos, le pregunto a Mauro ¿cómo hemos quedado? y él que ya está acostumbrado a mi cantinela, asintió, si Patri… 15/13, me has ganado a lo que yo le respondí, porque me pareció justo reconocerlo: si, pero es verdad que con diferente calibre, yo con la Mendicute del 12 y tú con la Abbiatico del 20, y eso hay que decirlo. Sana competencia, en la caza….
La jornada termina con una buena percha, con casi una treintena de perdices cobradas entre ambos.
lunes, 14 de octubre de 2024
Se cumplen los malos augurios para la perdiz en el primer día de caza
Nadie diría a tenor de los pocos tiros que se han escuchado esta mañana que hoy era el primer día de caza. Tiempo atrás era un repicar de disparos los que podían escucharse, sobre todo durante los primeros días. Era habitual ver a los cazadores con sus perros cruzar los bancales o los campos de cereal recién labrados, donde era fácil que te saltara una liebre de los pies. Los más viejos del lugar recuerdan salir a cazar y regresar a casa con media docena de perdices y alguna rabona en el zurrón. Eso ya es historia. Desde hace unos años, la perdiz está en clara regresión y lejos de recuperarse va a menos.
Cuando he bajado al pueblo esta mañana me he encontrado con Juan Carlos Bataller. Bataller ha estado muchos años en la junta directiva de la sociedad de cazadores L’Alforí y es uno de los que mejor conoce el acotado. Caza con su hermano y su sobrino, José Luis. Según me ha contado no han pegado ni un tiro. Por no haber, no han visto ni conejos. Tampoco en cotos limítrofes a Fontanars dels Alforins como es el de Casas Juntas en el término de Villena, las cosas han ido mejor. Su presidente Álvaro Torres, reconocía la falta de perdices en el coto.
Los cazadores que han salido hoy con sus perros por el campo han regresado con las perchas vacías.
"Son días en los que hay señales que nos avisan que el tiempo ha cambiado, atardeceres tempranos y amaneceres frescos junto con los últimos estertores de la vendimia, que nos ha dejado los inconfundibles aromas de una uva prensada, que cada vez se recolecta más temprano y que hace presagiar futuras caminatas por viñas, baldíos y barbechos tras la denominada caza menuda", escribía Juan de Dios García, Delegado Provincial de caza en la provincia de Albacete
Para el tordo es todavía un poco pronto. Están empezando a entrar en la península para pasar el invierno, procedentes del norte de Europa.
Para no cazar dos días consecutivos, el domingo día 13 se abrió la perdiz en la sierra. En los bancales se podrá cazar a partir del mes de noviembre cuando el pámpol de la viña haya caído.
Al igual que en años anteriores se ha establecido un cupo de una perdiz por cazador y día. Pocos serán los afortunados de poderse colgar una perdiz.
La temporada cinegética no ha podido comenzar peor, cumpliéndose los malos augurios. El conejo que antes abundaba ha desaparecido, como consecuencia de la enfermedad que ha azotado después de las últimas lluvias del verano.
La sociedad de cazadores de Moixent ha aprobado en su última asamblea celebrada el pasado día 4 de octubre, la suelta de 150 parejas de perdices para repoblar el coto. La suelta se realizará una vez se haya cerrado la veda.
En Vallada que llevan varios años soltando perdices para reforzar el coto se ha visto algo más de perdiz y los cazadores se han podido colgar alguna patirroja.
jueves, 10 de octubre de 2024
Mal final de la temporada de tiro al plato
El sábado día 5 de octubre fue el último día para entrenar en campo de tiro al plato de Vallada. Como despedida, los responsables del campo prepararon una deliciosa paella, con la prodigiosa mano para los arroces de Santiago Gómez y un buen vino para la ocasión que nunca puede faltar en un evento como este, como es el crianza de Marqués de Cáceres. El Tollo cierra sus puertas durante la temporada de caza y abrirá de nuevo una vez concluya la temporada cinegética que, normalmente, es a primeros del mes de febrero, cuando termina el tordo.
En la foto: Pepe, Jaime, Antonio, Josep Luís, Rubén Colau, Raúl, Felipe (con Kiwi), Santi, Enrique, Pedro y Agustí (Foto: Morán)
Después de la comida, tiramos unas series. Tras una temporada con buenos porcentajes, cercana a los 22 platos de media, el final de temporada no podía haber sido peor. En ninguna de las dos series llegué a la veintena de platos rotos. Por encontrar alguna explicación, que los tiradores siempre atribuimos a factores externos como la escopeta, el viento o los cartuchos, cuando la culpa siempre tiene lugar de la culata para atrás, es decir, del tirador, pero ya puestos a buscar excusas ese día probaba unos cartuchos que habitualmente no tiro porque siempre he sido fiel a una marca: GB.
De la misma manera que cuando una escopeta te entra bien, no hay que quitarle ni el polvo con los cartuchos pasa algo parecido. Si estás habituado a un tipo de cartucho, lo mejor es no cambiar porque la velocidad y el plomeo no es igual en todos los cartuchos. Hay cartuchos más abiertos o más cerrados, con un plomeo u otro. GB de 28 gramos que es el que habitualmente utilizo es un cartucho muy rápido que plomea muy bien. Mi consejo es que si algo funciona, no cambies por las modas.
Unos amigos tiradores me habían hablado muy bien del Armusa Trap. Después de probarlo he quedado bastante decepcionado, nada que ver con el super trap Magnum, mucho mejor cartucho. Al llevar un perdigón endurecido tipo Magnum, es más fácil que un perdigón perdido a larga distancia logre romper un plato.
Respecto al GB, el único aspecto positivo de resaltar es que es un cartucho con menos retroceso, más suave y, por tanto, menos pegón.
Anduve perdido en las dos series. No cogía ni los platos centrales que habitualmente hago humo. Los ceros se sucedían uno tras otro, como si los cartuchos no tuvieran perdigones.
Las cosas no fueron mejor en la tirada que con motivo de la festividad del 12 de octubre organizó la Guardia Civil en el campo de Muro con notable éxito de participación con cerca de 80 escopetas donde terminé en los últimos puestos de la clasificación general, registrando una de las peores tiradas de mi vida.
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