Ayer día 1 de
enero y primer día de año escuché varios disparos de escopeta por la mañana. A
pesar de no haber caza se sigue cazando. Paradójico, verdad?. O estúpido?
Ustedes mismos.
Los disparos no
eran precisamente al tordo por lo avanzado de la mañana, aunque no puedo
asegurar con exactitud a qué tipo de pieza estaban disparando, todo hace pensar
que podría ser muy bien una perdiz.
Muchas
sociedades de cazadores hace semanas que
decidieron cerrar la veda, poniendo fin a una de las peores campañas
cinegéticas que se recuerdan en mucho tiempo.
La perdiz no
cría si no se deja madre. Las pocas perdices que puedan abatirse ahora son
menos pollos y menos bandos la temporada que viene. Pan para hoy y hambre para
mañana que dice el refrán.
Otras especies
como la paloma torcaz o el tordo no presentan problemas porque son aves
migratorias y dependiendo del clima que haga en otras zonas nos visitarán o no.
También la codorniz o la liebre que vienen de lejos a visitarnos no requieren
el cuidado o el mimo que exige la reina por antonomasia de la caza menor. Pero
la perdiz es cosa seria y reclama más atención.
Aquí parece que
no hayamos tomado conciencia de la gravedad del problema porque preferimos
salir al campo y acabar con lo poco que queda, que gestionar bien nuestros
cotos de caza.
Un amigo mío
también cazador se jactaba de haber matado con la cuadrilla cuatro perdices.
Cuando me lo contaba en lugar de alegrarme que suele ser lo normal entre
cazadores me dije a mi mismo en qué clase de personas no estábamos
convirtiendo.
Mi concepto de
la caza es totalmente distinto.
Comprendo
perfectamente el punto de vista de aquellos
cazadores que están esperando todo el año para que comience la temporada
y desean salir con sus perros detrás de las patirrojas.
Pero si somos
realistas eso es tanto como tirar piedras sobre nuestro propio tejado. La
perdiz no se regenera por arte de magia.
Fontanars ha
sido un lugar donde ha abundado la caza menor, sobre todo, conejo, liebre y
perdiz. Las condiciones: orografía,
terreno, hábitat son propicias para ello. Sin embargo, algo debemos estar haciendo mal y
esa pregunta debemos de hacérnosla.
Esta mañana
cuando he oído los tiros, lo primero que me ha venido a la cabeza es lo
insensatos que a veces somos los cazadores cuando debemos de ser los primeros
interesados en que haya caza.
Si nadie lo
remedia la temporada se cerrará el próximo día 5 de enero. Queda, por tanto,
una jornada más de caza. Pedir sensatez a estas alturas es una tontería, lo sé,
pero la vuelvo a pedir por el bien de la
caza y de los cazadores.
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