Según una
información que publicaba el periódico Levante EMV en su edición del pasado
lunes 29 de enero, que citaba fuentes de la Federación de Caza de la Comunidad
Valenciana, los jabalíes han provocado más de un millar de accidentes de coche
en la última década.
Jabalina arrollada por un vehículo en Fontanars este pasado
jueves. Foto: PSG
La proliferación
de esta especie venatoria se debe básicamente a la falta de depredadores
naturales como el lobo. El jabalí no tiene enemigos naturales. También a la
existencia de montes públicos en los que no se lleva a cabo ningún tipo de
intervención y en los que la Administración
no permite la caza. La conjunción de estos dos factores ha coadyuvado a que el
número de ejemplares haya crecido exponencialmente, poniendo en peligro la vida
de muchos conductores porque el impacto de un animal de 100 kilos de peso que
golpea un turismo puede tener consecuencias muy graves para los integrantes del
vehículo.
A los daños
materiales que puedan causar estos animales se suman los daños económicos que
provocan en muchos cultivos como almendros, viñedos y cereal, con el
consiguiente perjuicio económico para muchos agricultores que ven perder sus
cosechas.
La alta densidad
de fauna salvaje como jabalíes, arruís, muflones o ciervos, cuya población ha
crecido más de un 3.000% en cinco años, concretamente entre 2012 y 2017;
requiere de batidas controladas por parte de los cazadores, solución que no es
bien vista por la Administración, que prefiere la esterilización de estas
especies, con el sobrecoste que ello supondría. Como reconocen muchos expertos,
algo inviable no solo económicamente sino también materialmente.
Ahora que la
caza vuelve a ser tema de debate y algunas formaciones políticas como Podemos
abogan claramente por su prohibición, la pregunta es clara: ¿Cómo pretenden
estos partidos dar solución a un problema como es la superpoblación de especies,
que arrasan cultivos y ponen en peligro la vida humana? La prohibición, desde
luego, no es la solución sino que agravaría aún más el problema.
En 10 meses, es
decir, desde el pasado 1 de abril hasta hoy, 1 de febrero, según fuentes de la
Sociedad de Cazadores L'Alforí, se han contabilizado en el término de Fontanars
dels Alforins, 27 jabalíes arrollados en la carretera por algún tipo de
turismo.
Aunque esta
cifra podría ser más elevada porque no se tiene constancia de todos los
atropellos, ya que no todos se comunican y teniendo en cuenta que el jabalí es
un animal muy esquivo, escurridizo y difícil de ver, ¿cuántos tiene que haber
para que se haya producido un número tan elevado de atropellos? Muchos, desde luego.
Tras la reforma
de 2016 y según la nueva ley de Tráfico y Seguridad Vial, ya no es responsable
del accidente, el propietario del coto de caza como ocurría antes sino el
conductor del vehículo, lo que ha generado mucha controversia, salvo que el atropello
sea consecuencia de una acción de caza de animales de caza mayor, como pueda
ser una batida o una montería, que tenga lugar ese mismo día o hasta 12 horas
antes. En este caso, la responsabilidad será del propietario del coto o de la
sociedad de cazadores que lo organice.
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