domingo, 31 de octubre de 2021
Cazando al tordo
Ayer sábado estuve un rato al tordo invitado por mi buen amigo Álvaro Torres. Hablamos a mediodía para vernos por la tarde. Como había tiempo suficiente me fui a dar una vuelta por la finca. Cuando bajaba con el coche por el camino de la umbría moví algunos tordos que andaban comiendo aceitunas en el olivar. Tengo algunos olivos dentro de un barranco que suelen cogerlo bastante. El tordo por esta zona entra un poco más tarde con la llegada del frío, aún es un poco pronto.
Hay varias modalidades de caza al tordo. La más difícil de todas es al salto. El tordo es un pájaro muy rápido y aguanta muy poco. Al paso es otra de ellas y es la más común de todas. Si pillas un buen día de paso, te inflas a pegar tiros.
Álvaro pasó a por mí para ir a la finca. Cogí la Beretta superpuesta y le cambié los choques. Llevaba tres y una estrella para la perdiz. El tordo entra a poca noche, muy raso y conviene tirar con un choque abierto si no te los tragas. Dan muy pocas opciones.
Nos pusimos en la orilla del monte frente a un campo de almendros semiabandonado. Yo me subí un poco más arriba cerca de una pequeña pinada.
Al poco tiempo de ponernos en el puesto entra un tordo alto, pero a tiro, de pico, recto, de los que da gusto abatir, pero lo yerro incomprensiblemente, de segundo creo que le meto algún plomo. A Álvaro le da tiempo a tirarle y se va pinchado.
Los tordos, como todas las aves, tienen su querencia. Entraban un poco más a mi derecha, así que decido cambiarme.
La visibilidad no era muy buena porque los pinos son bastante altos y no los ves venir. Te los ves ya encima. Un sitio donde el cobro es muy difícil porque hay bastante vegetación. Tumbé uno que por más que lo busqué no lo encontré. Al día siguiente Álvaro con los perros dio con él. Lo ideal es ponerte en un sitio más abierto, para tener más campo de visión. El tirador tiene que sorprender a la pieza y no al revés. Ya en el puesto, Álvaro engancha un pájaro muy largo, casi imposible de matar que cae en el campo de almendros.
Apurando ya la noche, dimos la jornada por finalizada. Vimos pocos pájaros, pero la caza es mucho más que llenar un zurrón.
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