Se nota que se aproximan las elecciones y los partidos políticos se apresuran a prometer ayudas y dinero a raudales aunque no lo haya, con la misma rapidez que cuando gobiernan se les olvida.
La caza y el mundo rural, tan denostado por los poderes públicos han cobrado carta de naturaleza en estas próximas elecciones que se avecinan y casi todos los partidos llevan en su programa electoral la defensa de la caza y del mundo rural. Y es que ambas cosas no se pueden separar y van de la mano. No se entiende la una sin la otra. El mundo rural necesita de la caza para subsistir. Y viceversa.
Estos días hemos visto a Pablo Casado o a Albert Rivera visitar aldeas despobladas o subirse a un tractor, cuando posiblemente haya sido la primera vez en su vida que lo han hecho.
Estos días hemos visto a Pablo Casado o a Albert Rivera visitar aldeas despobladas o subirse a un tractor, cuando posiblemente haya sido la primera vez en su vida que lo han hecho.
Pero como dice el refrán: "más vale tarde que nunca". A ver si es verdad y los políticos se preocupan y ocupan del mundo rural, pero no solo cuando hay elecciones, también el resto del año; con iniciativas y medidas que ayuden, de verdad, al mundo rural a salir de su permanente ostracismo y de la tremenda despoblación que sufre, como consecuencia de la migración del campo a la ciudad, tras el boom de la construcción, que dejó pueblos semivacíos.
El presidente de Castilla La Mancha Emiliano García- Page ha anunciado una serie de medidas para equiparar el mundo rural con las grandes urbes en materia de servicios. Hay pueblos en España que no disponen de centro médico y sus habitantes tienen que recorrer muchos kilómetros hasta el más próximo, con el consiguiente riesgo para su salud. También existen otras deficiencias en este caso técnicas, como en lo referente a las nuevas tecnologías, donde el acceso a internet está muy limitado o ni siquiera llega a muchos pueblos.
La caza es otra de las cuestiones que enarbolan los políticos como arma electoral para ganar votos . En España hay cerca de un millón de cazadores y es un colectivo muy importante por su número para dejarlo escapar. El primero en subirse al carro fue Vox y ahora se han sumado otros partidos políticos como PP o Ciudadanos.
Mientras unos defienden la prohibición de la caza como es el caso de Podemos, IU, Equo o Pacma; otros apuestan por la defensa de la caza como generador de riqueza y de sostenimiento del ecosistema. Recuérdenlo cuando vayan a depositar la papeleta.
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