lunes, 28 de noviembre de 2011

Primero, los toros; ahora el pichón y después la caza

                           El pasado domingo día 25 se celebró en la localidad valenciana de Alginet el VIII campeonato de Europa de pichón a brazo, que además lo ganó un amigo mío Pepe Mora, tirador y cazador como yo.
La prueba se disputó con normalidad como muchos de los campeonatos que se han celebrado hasta ahora, tanto nacionales como provinciales y congregó a cerca de 350 escopetas. En otras circunstancias hubieran concurrido más escopetas al certamen, pero la situación económica obliga a recortar algunos gastos. Hasta aquí todo normal.
La guinda al pastel la puso una asociación ecologista de nombre Equanimal (¿) que grabó con cámara oculta la prueba y cuyo vídeo se puede ver ya en internet donde ha sido colgado y tiene numerosas visitas. Algunas cadenas de televisión como la Sexta o Antena 3 se han hecho eco de la noticia y han difundido las imágenes.
A mí de entrada que se grabe con cámara oculta, me da igual que sea en este caso o en otro, me parece un acto absolutamente ilegal, que además atenta contra la intimidad de las personas y son muchos los programas de televisión que recurren a este sistema para captar información que de otra forma no podrían hacerlo.
Los comentarios que hacen los internautas, ya se los pueden imaginar ustedes. Cobardes, asesinos, barbaros, salvajes … son algunos de los calificativos más suaves que emplean contra los participantes en esa tirada.
Obvia decir que el cámara se dedica a filmar los momentos más escabrosos de la prueba. Las imágenes se centran, sobre todo, cuando el animal está en las jaulas momentos antes de que el columbaire lo coja para soltárselo al tirador y cuando el animal cae moribundo a tierra después de ser abatido y da los últimos suspiros de vida.
En otro de los planos se puede ver la recogida de pájaros cuando se termina la primera vuelta y obviamente hay cientos de palomos que yacen en tierra.
Vistas así las imágenes pueden resultar escandalosas.
En ningún momento, curiosamente, se capta la imagen, por ejemplo, del pájaro que yerra el tirador y no es abatido que también los hay, pero al realizador del vídeo eso le interesaba poco.
No hubiera estado de más incluir en el reportaje alguna de estas imágenes para compensar un poco y no denigrar la imagen del tirador. Pero la cuestión era otra. Ofrecer la cara más fea o menos amable de este deporte.
Recuerdo que hace unos años eran legales en este tipo de pruebas las replazas donde el palomo sí que tenía entonces pocas posibilidades de salvarse. Aquello se prohibió y ahora el pájaro tiene más opciones, lo cual no sólo me parece perfecto sino justo. A las sociedades de tiro no les gustó demasiado aquella idea porque dejaron de ingresar mucho dinero. Hagan ustedes el cálculo de quince o veinte replazas cada campo de tiro por una media de cuatro o cinco tiradores por replaza. Sin duda, una cantidad importante de dinero.
A mí que soy cazador y tirador, pero no precisamente de pichón a brazo, pero sí de otras disciplinas deportivas, particularmente, no me gusta esta modalidad de tiro como tampoco me gustan los toros.  Pero la solución, desde luego, no es la prohibición. Yo sencillamente no voy y no pasa nada. Respeto al que quiera ir, como respeto al que va a los toros. Faltaría más.
Este mismo talante es lo que echo en falta en otros colectivos, que además hacen baluarte del progesismo como si les perteneciera  y si hablamos de las organizaciones ecologistas aún más.
El tiro de pichón a brazo cuenta con innumerables seguidores y aficionados. La Comunidad Valenciana es pionera en este deporte. A lo largo del año se celebran diversas pruebas como la copa de Europa y la copa del Mundo, además del campeonato de España y de tiradas regionales y provinciales, con mucho éxito por cierto.
Hay que decir para quien no lo sepa que el palomo deportivo se cría exclusivamente para estas competiciones deportivas, al igual que ocurre con el toro de lidia. De no existir las tiradas de pichón o las corridas de toros estos animales dejarían de criarse y por tanto, no existirían. Esa es la pura realidad.
No seamos ingenuos en pensar que veríamos a los toros pastar por los verdes prados. Eso es puro romanticismo trasnochado. Pura utopía.
Todo lo relacionado con el tiro tiene mala prensa. Lo sé. De hecho pocos medios de comunicación por no decir ninguno cubre este tipo de informaciones deportivas reservadas sólo para la prensa especializada. Quizá porque se asocia a la muerte y no es así. El tiro de pichón a brazo es una modalidad deportiva, legal, recalco lo de legal, como el tiro al plato, el tiro a la hélice o el pichón a caja, que ahora quieren criminalizar.

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